Los 3 osos (risitos de oros) "Capitulo 4"

15 7 0
                                    

Y cuando Wee Bear fue a revisar su cama, encontró que el cabezal estaba en su lugar correcto, y la almohada acomodada, pero sobre la almohada estaba la cabeza fea y sucia de la anciana, - que no estaba en su lugar, porque no tenía nada que hacer allí.

-¡Alguien se ha acostado en mi cama, y ​​aquí está!-dijo con su pequeña voz.

La anciana había oído en su sueño la gran voz áspera y ronca de Huge Bear, pero estaba tan profundamente dormida que no era para ella más que el rugido del viento o el estruendo de un trueno. Y escuchó la voz media, de Middle Bear, pero era sólo como si hubiera escuchado a algunos hablar en un sueño.

Pero cuando se enteró de la pequeña, de la de Wee Bear, era tan aguda y penetrante, que la despertó al instante. Cuando reaccionó, y vio a los tres osos en un lado de la cama, ella se cayó, y corrió hacia la ventana.

La ventana estaba abierta, porque los osos, que eran muy ordenados siempre la abrian por la mañana, para ventilarla. La viejecita saltó, y si se rompió el cuello en la caída, o se topó con el bosque y se perdió allí, o se encontró a su salida del bosque, con la policía y enviada a la Casa de Corrección por vagabunda, no lo sé. Pero nunca mas los tres osos supieron de ella.

Fin

FantasíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora