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Faith

Para cuando llego a casa, mis padres ya están despiertos y en la cocina tomando su desayuno.
Cualquiera diría que siendo como son con la educación, me esperarían.
Nada que ver.

-Buenos días, madre. Padre.
-Buenos días.- responden a la vez.
Subo corriendo a mi habitación para cambiarme antes de que me vean hecha un desastre.
Dios no quiera que su perfecta hijita no esté presentable.
Hay que dar buena impresión a la comunidad, Faith*. no te pusimos ese nombre por nada.
Las palabras de mi padre resuenan en mi mente mientras me doy una ducha rápida y me visto con unos tejanos y una camiseta.
Después de coger los libros que necesito para hoy, cargo mi mochila sobre el hombro y bajo a la cocina.
Parece que ellos aun no han terminado, por lo que no comeré sola.

Mi madre pone frente a mi un tazón de fruta troceada y un vaso de zumo.
Como en silencio, ya que no está permitido hablar durante las comidas.
Otra norma de buena conducta.
Finalmente terminamos el desayuno y recojo los platos para dejarlos en el fregadero, donde mi madre no tardará ni dos minutos en fregarlos.
Es algo así como Flash.

Dado que hace buen tiempo, pienso en coger mi bicicleta.
Hace casi una semana que no la uso, y me apetece.

Tras asegurarme de que lo llevo todo, me despido con un beso a cada uno y salgo por la puerta para ir al garaje a por mi bici.
Es sencilla pero útil, y hace como cinco años que la tengo.
Incluso tiene una cesta en la parte delantera.
La pintura roja sigue intacta, lo que es increíble, la verdad.

Por segunda vez en el día, me pongo los auriculares y esta vez es Claro de Luna de Beethoven, la música que me acompaña

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Por segunda vez en el día, me pongo los auriculares y esta vez es Claro de Luna de Beethoven, la música que me acompaña.

He evitado durante todo este rato pensar en el accidente de antes, pero ahora no puedo evitarlo.
Él era algo sexy.
Más que eso, era caliente a más no poder.

Siento mis mejillas ruborizarse, ante el recuerdo de ese pedazo de hombre.
Creo que podría tener una taquicardia, si no detengo las imágenes de mi cabeza.
Y por segunda vez en el día, su moto está a punto de atropellarme de nuevo.
¿Es que no mira por donde va?
Si que es cierto que las dos veces yo también iba distraída, pero al ver como se coloca a mi lado y empieza a despotricar, me da tanto coraje que le suelto lo primero que me viene a la mente.
-¿Pero quien te crees que eres para echarme algo en cara? ¡Eres un animal! ¿Es que no tienes modales?
-Yo no soy el que se ha ido corriendo antes, encanto. ¿Acaso no te han enseñado que es de mala educación dejar a la gente con la palabra en la boca?
Y como si fuera algo hecho, mi mirada baja automáticamente a su boca.
Dientes blancos. Labios carnosos...
No es John Travolta en Grease, pero JODER...

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*Fe, en español.

Inocencia perdida (Serie Love 14) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora