Inocencia perdida (Serie Love 14)

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Holaaaaaa!!!!
Este capítulo es para celebrar mis CASI 200 seguidores!!!
Estoy que no me lo creo😱😱😱😱.
Bueno, que no os doy más el coñazo (jajaja)
Ahí va.
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Michael

Logramos pasar inadvertidos.
Esta vez me aseguré de darle mi número de teléfono y de conseguir el suyo.
-Cualquier cosa que ocurra, quiero que me llames. No importa la hora. Vendré y te llevaré conmigo.
Ella intentó quitarle importancia y me fui de allí pensando que quizá estaba siendo paranoico.
Ojala hubiese sido eso.

*****

Era más de medianoche cuando mi teléfono empezó a vibrar sobre la mesita de noche.
Yo venía de la habitación de Hope, quien se había despertado porque tenía sed, y dormida como estaba, acabo tirándose el agua por encima.
Después de cambiarle las sábanas y el pijama, mi padre volvió a su habitación y yo a la mía.

Primero sonreí al ver que se trataba de Faith, pero al ver la hora, una alarma dentro de mi cabeza se activó.
-Nena...
-Michael... Me han encerrado en mi habitación. Hablé con ellos, les supliqué que entendiesen que yo elijo con quien compartir mi vida. Mi tiempo. Pero no atendieron a razones.
>>Mi padre me abofeteó y luego me encerró en mi habitación.
Cogí los pantalones con una mano mientras con la otra abría el cajón para coger una camiseta.
Sujetaba el teléfono con el hombro, mientras seguía hablando con ella.
-Voy para allá ,cariño.
Y mi sangre se congeló al escuchar sus siguientes palabras.
-Estoy en la ventana. En la cornisa. Pensé que saltar, pero estoy aterrorizada. No me puedo mover.
Joder.
-No te muevas, cariño. Estaré ahí enseguida. Por favor, por lo que más quieras...
Aterrorizado como no lo he estado en mi vida, pongo el manos libres mientras sigo hablándole y me visto al mismo tiempo.
Cuelgo una vez estoy sobre mi moto y con el casco puesto.
Rezo durante todo el camino para que cuando llegue a su casa, ella se encuentre a salvo.
La tormenta estalla cuando casi estoy llegando.
Pensé que tendría tiempo para ir y volver con ella antes de que lloviese.
Acelero a pesar del mal tiempo.
Nada me impedirá llegar a mi chica.
Destrozaré a cualquiera que me impida tenerla en mis brazos.

Cuando detengo mi moto frente a su casa, la encuentro a oscuras, salvo en el piso de arriba donde la luz de una de las ventanas, la de la habitación de mi chica, me permite verla.
Está empapada.
Sostiene su teléfono entre sus manos y está temblando.
-Estoy aquí, nena. Aguanta un poco más.

Me acerco a la puerta y golpeo con fuerza hasta que su padre, vestido en pijama y bata, abre la puerta con un bate en la mano.
Le empujo a un lado, sin importarme si llama a la policía o al puto FBI.
Paso al lado de la madre de Faith, quien da un gritito que suena amortiguado debido a los gritos del señor Daniels.
No podría importarme menos.

Solo encuentro una puerta cerrada de todas las que traté de abrir.
Me ayudo con la fuerza de mi cuerpo y golpeo la puerta con el hombro.
Dos, tres, cuatro veces, hasta que la puerta cede y la abro.

Corro hacia la ventana y con cuidado, ayudo a mi chica a entrar.
Ambos estamos empapados, pero aun así, lo primero que hago es estrecharla entre mis brazos.

Solo ahora puedo respirar de nuevo, aunque la rabia que me acompañó hasta aquí vuelve con fuerza cuando veo su mejilla roja debido a la mano de su padre.
-Junta una bolsa con ropa y lo que sea de primera necesidad. Te vienes a casa.
Agradezco seriamente que no discuta y haga exactamente lo que le pedí.

Detengo a su padre cuando abre su boca para gritarme.
-Ha golpeado a su hija. La encerró en su habitación. ¿Que hubiese sido lo siguiente? ¿Mantenerla a base de pan y agua?
-Es una desagradecida. No la eduqué para que me desobedeciera. Esa no es la voluntad de Dios.
-Para ser usted un reverendo y devoto de Dios, sigue su propia ley.  Estoy seguro de que si creyese en él, lo que no hago, sabría que Él jamás permitiría algo como lo que usted hizo.
>>Me da asco ver como usa el nombre de Dios para hacer su voluntad.
-No tienes derecho a presentarte así en mi casa y hablarme de esa manera.
-Tengo todo el derecho del mundo cuando mi chica me llamó para decirme que estaba en la cornisa de la ventana dado que sus padres, las personas que se supone que más deben amarla y protegerla, la encerraron en su dormitorio como si fuese un criminal. ¿Y todo porque? ¿Porque quiere estar conmigo? Bueno, lastima que no les sirviese de nada. Deberían preguntarse que hubiese pasado si ella hubiese resbalado ahí afuera.
-Déjalo, Michael. Vámonos.
-Si sales por esa puerta, no volverás a ser mi hija.
-Dejé de serlo en el momento en el que os importó más el que dirá la gente a mis sentimientos. Quiero a Michael.  AMO a Michael. No tengo que hacer nada más aquí.

Juro que mi corazón está bombeando a una velocidad imposible ahora mismo.
Sus palabras se han gravado a fuego en mi mente y en mi corazón.
Ahora voy a llevarme a mi chica a casa.
Resolveremos las cosas a su debido tiempo.
Lo único que quiero ahora, es hacerla entrar en calor.

Mañana nos espera un largo día.
Solo espero que mi padre lo entienda.