Inocencia perdida (Serie Love 14)

14

Faith

La verdad es que aun conociéndoles, sigo sorprendida por lo ocurrido ayer.
Pese a que ya han pasado unas horas, a que la ducha me ayudó a relajarme y a entrar en calor, y a que la bolsa de hielo que puso Michael sobre mi mejilla evitó que se inflamase, sigo despierta.

No importa que Michael esté a mi espalda, enredado en mi cuerpo, manteniéndome segura.
Todavía estoy un poco sorprendida de que apareciese para ayudarme.

Las palabras que le dije a mis padres, son las que me tienen despierta.
Admití amar a Michael.
Pensé que él tendría algo que decir sobre eso, pero no lo hizo. Y ahora estoy preguntándome si no me apresuré.
Las palabras nunca salieron de su boca, aunque sé que me quiere.
Me lo ha demostrado y después de esta noche no debería tener dudas, pero estoy descubriendo que cuando se trata de Michael, mi inseguridad crece.

Cansada de no poder dormir, me levanto de la cama y bajo a la cocina.
Quizá un vaso de leche me ayude a dormir.

Contengo un grito al ver una sombra moverse por la cocina, hasta que la luz se enciende y veo al señor Ross ahí.
-¿Faith? ¿Que haces aquí?
-Tuve una enorme discusión con mis padres. Siento las molestias, de verdad. Encontraré otro sitio donde vivir, solo...
-Espera un momento. ¿Que es eso de otro sitio para vivir?
Suspiro y le cuento lo ocurrido.
Cuando termino, veo claramente de donde ha sacado Michael esa mirada intimidatoria.
-Puedes quedarte aquí. Arreglaremos una habitación para ti, por ahora. Mañana te llevaré a tu casa y recogeremos toda tu ropa.
-Buscaré un trabajo, señor Ross. Así podré comprar lo que necesite y pagar por mi habitación y comida.
-Para empezar, te dije en la cena que podías llamarme Kevin y quizá tenga una solución si de verdad quieres trabajar.
-Si, por supuesto. Tomaré lo que sea.
-Bien. Pasa por la ferretería mañana después de clase.
-Lo haré. Gracias.
-Ahora ve a dormir. Todo irá bien.
Cedo a mi impulso y le abrazo.
No tiene porque, pero está dispuesto a ayudarme y eso significa muchísimo para mi.

Me meto en la cama despacio para no despertar a Michael.
Acaricio su rostro, maravillada por lo que me hace sentir.
Sus preciosos ojos azules se abren y me miran en la oscuridad.
-¿Estás mas tranquila ahora?
-Si. Hablé con tu padre. -sus ojos se abren aun más.- Va a dejarme vivir aquí, en otra habitación.
Sonrío ante su mueca, pero es mejor así.
-Puedes dormir conmigo.
-Soy una intrusa aquí, Michael. Y esta sigue siendo la casa de tu padre.
-Lo entiendo. No me gusta, pero lo entiendo.
-Y quiero trabajar. No voy a vivir aquí sin ayudar. Tu padre dijo que fuese después de clase a la ferretería.
-Entonces será mejor que durmamos. Buenas noches, mi dulce Faith.
Me acomodo entre sus brazos y el sueño viene a encontrarme rápidamente.
Solo cuando siento mi cuerpo relajarse del todo, le escucho susurrar.
-Te amo también.

*****

Darte cuenta de que las que creías tus amigas, realmente solo son compañeras, no me dolió tanto como pensé.
Cuando llegué a clase de la mano de Michael, todo el mundo sabía lo ocurrido en mi casa.
Es lo que tienen los pueblos.

Verlas darme la espalda, ni siquiera me afectó.
Un amigo no haría algo así.
Sin embargo todavía podía ver sus miradas envidiosas al ver a Michael tan pendiente de mi.
Mala suerte. Es mío perras.

Pasé la mañana centrada en las clases y después fuimos a ver al padre de mi chico.
-Que bien que ya estés aquí, Faith. Esta mañana inscribí a Hope en la escuela, y mañana empezará en ella, por lo que necesitará algunas cosas. Os agradecería mucho si pudiéseis ir a por ellas.
Asiento y miro como mi chico levanta en brazos a la pequeña y da vueltas con ella haciéndola reír.
-Antes de que te vayas, quiero presentarte a alguien, aunque estoy segura de que le habrás visto antes.
-Hola Faith.
Me vuelvo hacia la puerta y sonrío al ver quien es.
No se dejaba ver mucho hasta que se casó y luego nació su hijo.
-Señor Stone.
Su risa me tranquiliza.
-Creo que puedes llamarme Jackson, ya que vas a trabajar para mi.
-¿En serio?
-Si. Aurora está embarazada otra vez así que necesitamos un poco de ayuda con Evan. ¿Que te parece?
-¡Me encantaría!
Había visto algunas veces a ese niño y era adorable.
-Bien. Entonces te espero mañana después de clase. Puedes traer a Hope para que juegue allí también y por supuesto me encantaría contar contigo, Michael. He perdido a un mozo y Quinn, mi capataz, está que se sube por las paredes. Si quieres un trabajo, es tuyo.
Michael avanza hasta él y le mira de arriba abajo, como si estuviese midiéndole.
-Me interesa. Estoy dentro.
-Genial. Lo mismo para ti. Mañana después de clase. Hablaremos de vuestro salario y todo lo necesario cuando vengáis.
Cuando se va, suelto un gritito y abrazo a Michael que sigue con Hope en brazos.

Decido no ir a casa de mis padres. Tengo algunos ahorros y cogí bastante ropa. Puedo comprar lo que me haga falta con mi sueldo.

Sé que las cosas no serán sencillas, pero confío en que me espera un buen futuro junto a los Ross, sobretodo junto a Michael.

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Falta el epílogo y nos despedimos de Faith y Michael.
Si os preguntáis si habrá historia de Hope... La habrá. Pero no aun.
Un beso.

Os dejo una foto de Jackson Stone.