Inocencia perdida (Serie Love 14)

12

Faith

Los recuerdos de la noche anterior no se van de mi mente.
La cena fue un suplicio, sobretodo porque no pude decir una sola palabra.
No tenía ni idea de que Jimmy hablase tanto.
Y para colmo, después de la maldita cena, mi madre sugirió que podríamos salir a ver el atardecer y a charlar.
¡Estaba haciendo de casamentera!
Tenia que parar esto.
-Entonces... -empezó él volviéndose hacia mi, con las manos en los bolsillos.
-¿Que haces aquí, Jimmy?
-Tus padres me invitaron. Hubiese sido de mala educación rechazarlo.
-Sea lo que sea que planean mis padres, no estoy de acuerdo. Yo elegiré con quien compartir mi vida y mi futuro.
-Pero Faith... Tus padres saben que soy un buen partido y...
-Como ya te he dicho, yo seré quien elija. Vete a casa, Jimmy.

Ahora estoy frente la casa de Michael porque quiero contárselo y quizá conseguir algunas respuestas.
Cuando se abre la puerta y aparece con la niña en brazos siento mis piernas fallar.
Les miro de uno a otro y me centro en él.
-Tenemos que hablar.
-Pasa.
Una vez dentro, la niña baja de sus brazos y se acerca a mi.
-¿Sabes que soy una princesa?
No puedo evitar sonreír.
Me agacho frente a ella para mirarla a los ojos.
-¿Y donde está tu castillo?
-Aquí. Ahora este es mi castillo. Papi dice que seré muy feliz aquí.
-Si él lo dice, entonces debe de ser cierto.
-Si. ¿Quieres ver mi habitación? Es grande, y rosa y muy chula.
-Hope, princesa, ¿por que no vas a buscar tus muñecas mientras hablo con Faith?
-Vale. Ya vuelvo. ¡No te vayas!
Sonrío de nuevo mientras la veo subir las escaleras.
-Es hermosa. Debes estar orgulloso.
-Lo estoy. Ella le ha devuelto la sonrisa a mi padre y desde que llegó nuestra vida ha mejorado.
-Eso es bueno, pero necesito saber si ella es...
-¿Mia? ¿Crees que es mi hija?
-No quiero sacar conclusiones. Tenéis los mismos ojos y...
-Es mi hermana. Mi madre se largó hace cinco años y no supimos nada de ella hasta que un abogado contactó con mi padre para decirle que había muerto y que había dejado a Hope sin más familia que yo.
-Michael yo...  Lo siento. Necesitaba saber.
-Si hubiese sido mi hija no lo habría ocultado. Estaría orgulloso de ser el padre de esa niña. No sabemos nada del padre, así que el mío está esperando a que el abogado tramite la adopción. Con suerte, a finales de mes Hope será una Ross.
-Jimmy vino anoche a cenar a casa.-quizá debí decirlo de otro modo, pero de nada servía alargarlo.
-Lo sé. Oí a tus amigas hablar sobre eso. No me gustó.
-Tampoco a mi.  Mis padres, sobretodo mi madre quiere emparejarme con él pero anoche le dije a Jimmy que no estoy interesada.
-¿No lo estás?
-No. Estoy interesada en ti y en mi y en ver que pasa con nosotros.
-Me encantará demostrarte que es lo que va a pasar, pero con Hope aquí...
-Lo entiendo. En otra ocasión será.

Michael

Faith va a ser mi perdición.
Se ha pasado la tarde con nosotros, jugando con Hope y mi mente se ha llenado de pensamientos de futuro.
Un futuro con ella.
Casa, hijos, todo el lote. Y lejos de acojonarme, no veo el momento de llegar a ese entonces.
Acaba quedándose a cenar, incluso cocina y creo que llevaba años sin comer algo así.
Mi chica es buena en esto también.
Me pregunto si habrá algo que no sepa hacer.

La acompaño hasta su casa, con intención de aparcar lejos para que no tenga problemas, pero ella tiene otras ideas.
-No quiero esconder lo que tenemos. Ni lo que siento. Yo no soy la niña perfecta que ellos esperan que sea.
Nunca quise serlo. No quiero ser la hija del reverendo. Solo quiero ser Faith.
-Mi Faith.-susurro contra sus labios.
-Si. Tuya.-responde antes de besarme.
Si. Definitivamente llegaré a ese futuro. Con ella.