Inocencia perdida (Serie Love 14)

09

Michael

Por mucho que quise mantener a Faith allí conmigo, pensé que cuando todo esto se resolviese y tuviese a mi hermanita bajo mi mismo techo de forma permanente, iría tras esa chica y acabaría lo que empezamos ayer.

Una vez dentro de casa nos acomodo en la cocina.
Hope sigue abrazada a mi y lo cierto es que soy reacio a soltarla, por lo que me siento con ella sobre mis rodillas y acaricio suavemente su pelo, mientras ella se recuesta completamente en mi pecho. 

Mi padre viene cinco minutos después y ante una taza de café y un vaso de zumo que trajo mi padre para la pequeña, el señor Williams toma la palabra.

-Soy consciente de que ninguno de los dos tenía conocimiento acerca de la niña.
Ambos negamos con la cabeza.
-La señora Grant fue muy clara en lo referente a Hope. Quería que me pusiera en contacto con ustedes dado que Michael es el único familiar directo.
-¿Y que pasa con el padre de la niña?-pregunta mi padre.
-Desconocido.
Maldigo en voz baja.
-¿Cual es el paso a seguir?
-Tengo que saber si ambos están conforme con mantener a Hope en su casa.  De lo contrario, como ya dije,  pasará a manos de los servicios sociales.
-Ella se queda.
Agradezco con la mirada a mi padre por decir las palabras que yo mismo iba a pronunciar.
-En ese caso, he traído los papeles correspondientes. Dado que Michael es menor, usted debe asumir la custodia de Hope. En el caso de que quisiera adoptarla formalmente solo tiene que ponerse en contacto conmigo y tramitaré los papeles.
Entonces ocurrió algo más.
Mi padre se volvió hacia Hope y cogiéndola de la barbilla, la obligó a mirarle.
-Hola, pequeña. Yo soy Kevin, el papá de Michael. A nosotros nos gustaría mucho que vinieras a vivir con aquí.   De momento todavía no tenemos tu habitación, pero podemos ir a comprarla y elegir todo lo que te guste.
-¿Y a mi mami no le molestará?
-No, cariño. Tu mamá estará feliz de que estés con Michael y conmigo. Vamos a cuidarte y a quererte muchísimo.
-Quiero estar aquí. Mi mami me dijo que tenía un hermanito mayor y que cuando ella se fuese al cielo, mi hermanito me amaría tanto como ella.
Y doy fe de eso, porque acababa de conocerla y ya la amaba más que a cualquier persona en el mundo.
-Te prometo que serás feliz aquí, princesa Hope.
Ella me miró, sonrió y se lanzó a mis brazos para llenarme el rostro de besos.
En ese momento me juré que nada ni nadie la dañaría nunca.
Ella siempre estaría protegida.

Así fue como Hope llegó a nuestras vidas.
En el momento en que el abogado se marchó con todos los trámites hechos y con la sorpresa de que mi madre había añadido un generoso cheque para cubrir cualquier gasto que supusiera Hope hasta que cumpliese la mayoría de edad.
-Mañana abriré una cuenta a su nombre e ingresaré el dinero. Ella es nuestra ahora. No usaré el dinero de esa mujer para comprarle lo que necesite.
Estoy con él en esto. Vamos a tener que apretarnos el cinturón, pero lo conseguiremos.
-¿Donde voy a dormir hoy?-pregunta ella tímidamente.
-¿Que te parece si hoy duermes en mi cama?
-¿Y tú?
-Puedo dormir en el sofá.
-¿No quieres dormir conmigo?
-Voy a hacer lo que tu quieras.  Si quieres dormir conmigo, tendremos una fiesta de pijamas y me contarás todo sobre ti. ¿Trato?
-¡Si!
Miro a mi padre por encima de la cabecita de ella y me guiña un ojo.
-Entonces... ¿Que tal si yo me uno también a esa gran fiesta de pijamas? No iréis a dejar a este viejo fuera...
Hope ríe fuerte, salta de mis rodillas y la lanza en brazos de papá.
-Tu también puedes estar. ¿Verdad, hermanito?
-Por supuesto. Papá está invitado.
Sus ojos se abren muchísimo y pone las manitas sobre las mejillas de mi padre.
-¿Eres mi papá también?
-Lo soy, cariño. -responde abrazándola.
Creo que está tratando de no llorar, pero puedo ver la humedad en sus ojos y sentirla en los míos también.
-Llamaré a ese abogado ahora mismo.  Quiero mi apellido en ella.
-Suena bien para mi.