Todos tenemos un Secreto

Maldita Pesadilla

Mi primer día de trabajo fue... como decirlo... una experiencia nueva, para empezar descompuse la cafetera, le tire un café a una chica que no conocía, (bueno si la conocía era una víbora cuando estaba en la universidad), y bueno si fue accidental, pero dentro de lo que cabe comenzamos más o menos, la dueña estaba feliz con mi trabajo, y después de una largaaaa mañana, por fin puede irme a casa a descansar, y no hablemos de mi vestimenta, que gracias a dios mi nueva jefa no tomo en cuenta, que bueno porque si no me hubiera enojado y le habría comentado como un imbécil en moto me había mojado.

Gracias a dios ya había llegado a casa, abrí, me metí a mi cuarto y me deje caer en la cama, oh bendita cama, mi hermana kat no tardaría en llegar y no había nada para comer, cielos, creo que haría quesadillas; me levante y corrí a la tienda a comprar las cosas para preparar todo, hice las quesadillas, y taran que llega ella con su cara malhumorada y exclama:

- ¡oye!, hoy saliste temprano o que estás haciendo en casa antes que yo?-, definitivamente esa forma de arrastrar la voz y casi reprocharme el llegar antes que ella solo podía significar que ella verdaderamente estaba de malas.

- Pues, me despidieron por llegar tarde y me contrataron en otro lugar, no te parece sensacional, a que si-, respondí yo sintiéndome tan victoriosa, a lo que ella solo pregunto por la comida y se fue de mi vista, definitivamente andaba con un genio de perros y yo ya no iba a hablarle por ahora, a no ser que quisiera perder la vida en el intento, mejor ahí la dejamos.

No supe cuando fue, si después del baño o a qué hora me había quedado dormida en mi sofá cucho-cómodo, pero me dormí profundamente, y lo único malo de mi descanso fue otra vez esa maldita pesadilla...

Ahí estaba yo, parada en la cubierta del gran barco, mirando hacia el horizonte que se tornaba cada vez más negro, la lluvia comenzaba a golpear el barco, olas lo azotaban, todo se torno gris, el viento golpeaba los vidrios que se rompían como notas de orquesta, y yo solo corría por los pasillos sin gente, no había nadie, gritaba y nadie me escuchaba, yo me sentía perdida, quería abrir puertas y estas no se cedían, solo sé que estaba desesperada y aturdida del terror que me invadía, el barco comenzó a llenarse de agua, todo se podía mas oscuro, cuando al fin encontré una puerta, ahí estaba el, con esa sonrisa burlona, con esos malditos ojos negros, mirándome, yo solo quería escapar de él y de ese maldito barco, ya no había salida, el barco comenzaba a hundirse, yo me estaba desvaneciendo, mi cuerpo ya flotaba, y ahí era cuando ahogaba un grito en mi garganta y despertaba bañada en sudor frio, porque tenía que tener aquella maldita pesadilla por qué no podía olvidar y ya, olvidar era lo que yo quería...

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Hola amigos, espero de corazon que les comienze a gustar un poco mi historia, tratare de actualizarla y subir mas capitulos cada jueves, espero que sigan interesandose con ella, y gracias por leerme.