Aaron

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Aaron, un tapatio guapisimo, unos tremendos ojos color miel que al mirarte hacían derretirse como el hielo al sol; boca, ni que decir de ella, eran unos labios marcados en su rostro que te invitaban a probarlos; su cuerpo, wow su cuerpo, bien marcado, brazos, abdomen, piernas. Total, que el, era el chico por el que cualquier mujer babiaria.

Nacido en una familia con dinero, los lujos nunca le faltaron, tenía todo lo que cualquier joven adolescente podría desear, la carrera que el quisiera tomar, vacaciones a cualquier lugar del planeta, etc.

Pero como todo, también tenía su lado oscuro, era un engreido de mierda, la peor persona que te podrías topar. Ridiculizar, molestar y presumir eran sus deportes favoritos, lo que tenía de guapo lo tenía de estúpido.

Adoraba las emociones fuertes, los deportes extremos, las motocicletas y sobre todo las mujeres.

Cuando su padre murió, él cambio, oculto su dolor de la gente, se sintió traicionado por la persona que prometió estar con el siempre, ver llorar a su mamá lo hizo aún más resentido con el amor, esa palabra dejo de existir el día que el se fue, y desde entonces dejó de sentir, de creer, y de perseguir esa palabra, sus metas fueron siempre claras: NO AMOR, NO CONFIAR EN NADIE, NO ENTREGAR TODO.

Aaron tambien tenia dos hermanos menores, Rodrigo de 15 y Joaquín de 17, ambos estudiaban en el extranjero, en un dichoso colegio privado; Sí se mantenían en contacto vía email, facebook, celular, etc. Casi nunca venían de visita, decían que venir a méxico era muy caluroso, y preferían que fueran de vacaciones con ellos.

Así Aaron tenía todos los lujos en casa pero todas las responsabilidades también, cosa que no le agradaba mucho, pues tener que trabajar un tiempo en la café no sería la cosa más divertida, perder tiempo no estaba en sus planes, y mucho menos el sólo pensar en que tenía que madrugar le daba más flojera que otra cosa en la vida, definitivamente sería un largo otoño, pero al menos el sabía que existía algo bueno en todo este asunto, si tendria que vivir un tiempo en la café al menos no se aburriria, seduciria a la empleada de su mamá, no era nada fea, y tendría que ponerle especial atención de ahora en adelante, así al final del otoño y en pleno diciembre tenía a esa joven en su cama proporcionandole calor. Era un poco maligno de su parte pensar así, o al menos el hecho de querer lastimar de esa forma a una chica noble; sí,definitivamente esto no acabaría nada bien.

Es un capitulo corto pero tengo el siguiente casi terminado no se desesperen mis personas favoritas que leen mi historia, siganme y los sorprendere sí, besos.

Todos tenemos un SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora