Tercera Noche

37 4 0
                                    

Si fuera por mi, ya me hubiera ido.
Éste lugar es un verdadero infierno, espero que no sea cierto...
"- Nadie sale vivo de aquí, y tú no serás la excepción."

Perdí la comida y desayuno, a mi madre y un dedo.

Pronto perderé la cabeza.
Caminé al baño, tomé una lata de sopa, y poco a poco, trago tras trago, me la bebí completa.
Una botella de agua, trago tras trago, la bebí completa.

Quiero salir de aquí, es difícil no hacerlo sin ruido, pero las noches es más fácil.

Me recosté en mi cama, miraba el techo.
Había una mancha que antes no noté, una mancha negra y a su contorno un poco verde.

Parpadeé y fui al baño.
Me bañé lentamente, el agua estaba fría, quité mi venda y vi las ligaduras que me ataban, vi la sangre seca y viva bajar poco a poco.
Duele, arde. Pero ya no importa. No me importa nada, una pelea más, una menos.
Me cambié, me puse frente al espejo y me puse desodorante y un poco de perfume. Me ardió de nuevo el dedo anular...
Pero éste no fue un ardor normal, fue como si te cortaran el dedo, te echaran alcohol, chile, limón y al final le prendieran fuego a tu herida abierta todavía.
Y ni eso se comparaba bien.

Me tiré en el suelo, retorciéndome, las 2:00 a.m.

- ¡¡¡BAAAAAAAGHHH!!!

Grité a todo pulmón, guardas venían, se asomaron por la ventana, pero sus rostros quedaron desconcertados, y simplemente se fueron.
Fue como si no estuviese ahí.

Miré de nuevo al espejo.

- sI No dEjAs QuE eL pLan fUncIonE coMO dEBe, nO qUeDA De oTRa.

Mi rostro en el espejo se desfiguraba, parecía que mis costillas se abrían, mis puntadas se abrían, mi dedo renacía, mis pupilas se volvieron blancas.
Una sonrisa peculiar estaba en mi cara.

Y finalmente, yo, salí del espejo.

- nO TieNes PoR qUÉ temERmE. soY tU aMiGo.
- Eres yo.
- ExAcTo.

Bajé el rostro y se me acercó lentamente.
De nuevo, mis oídos tronaron, mi cabeza parecía que explotaría. Grité, pero nadie escuchó.

Mis sentidos se resetearon por completo.

Ésta vez vi mi cabeza, mi lado bueno y lado "malo".
Paseé un rato ahí, pero nada fue normal.
Hubo un cambio.

- sE ArRepEntIrÁn dE HaBerTe TraTAdO aSí.

INSOMNIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora