Cuarta Noche

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Las 7:15 p.m.
Pasando el tiempo esperando en mi cama.
Mis manchas de sangre no son rojas, son negras verdosas ahora. Parece que el moho se hace de mi.

Un susurro me habló...

- hEy... vEn ConMiGo...

Me levanté de la cama y caminé hacia el espejo de nuevo.
Esto ya no es ocasional, ya es normal, ya es un plan para liberarme de esta prisión horrible.

- dÉjAme VeR tU maNo...

Le extendí el brazo, vio todo le que me hacían.

- HoY eS lA NoChE, tODo CamBiarÁ.

Extendió su brazo, tocando el mío.
Mi brazo poco a poco era consumido por él, la oscuridad se extendía por mi cuerpo me sentía como una roca, con poder, como si los demás fuesen inferiores a mi.
El dolor pronto apareció.
Mis pupilas se sentían totalmente dilatadas, se volvieron blancas, y la parte blanca del ojo se volvieron oscuras...

Me tiré al suelo, me retorcía, evitaba gritar.
Pero no pude.

- ¡¡¡AAAAAAAAAAHHHHHHHH!!!

Mi piel tornó a su color original.
Las 3:56 a.m.
Sentía un sonido agudo en el oído, de igual manera me sentía pesado.

Un guarda medio dormido llegó.

- ¡Cierra tu maldito hocico!

E intentó ponerme la aguja en el cuello, le tomé el brazo. Él comenzó a gritar, pero no sé escuchaba su sonido...

Mientras pasaba el tiempo, su piel se decoloraba, se oscurecía hasta qué pasó completamente y desapareció.

- Jajaja, ¿Ahora quién duerme, idiota?

Mis ganas de dormir que tenía hace tiempo desaparecieron.
Me sentí muy fuerte y con posibilidades de todo.

Pasé toda la noche planeando lo que sucedería en unas horas.

Veamos quién se arrepiente al final.

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