xiii

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—Dave...—Musitó con aquella voz nasal que lo caracterizaba incluso cuando estaba a un paso de caer dormido producto de los analgésicos—Como podría yo gustarte...

—¡Tu eres John, del que fuí mejor amigo todos estos años! —Exclamo ofendido el de camisa roja.

—No Dave, me acabas de conocer y ya comienzas a decir barbaridades como esas...

Se presentó un silencio inminente en aquella sala, tan solo se llegaba a escuchar los ligeros pitidos de la máquina de aquél hospital, artefacto que inyectaba continuamente analgésicos a John para que esté se mantuviera calmado.

—Si hubiera sabido que eras tú, créeme que no estaríamos discutiendo esto —Susurro contra si mismo, como si tuviera un gran terror hacía las palabras del ojiazul.

—Jamás, en ningún instante te volteaste a mirarme. Estoy aquí desde niño y nunca pudiste darte cuenta de mi existencia.

—John, yo no...

—¿Yo no qué? ¡Estoy harto de todo esto, tener que recurrir a internet para que me prestes atención! ¿Esto consideras amistad, esto consideras estar enamorado?

Dave se mantuvo en silencio por las siguientes dos horas que duraba el horario de visitas.

»Si es que no me mantuve activa, fue por un hecho reciente en mi vida que me ha marcado. Les pido mis disculpas, ahora me siento mucho mejor para continuar ❤

PD: Está es la opción B, que realmente me parecía la más razonable dentro de todo lo sin sentido e irrealista de este fanfic.

«Pepsicola» MessengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora