❣ACTO 4❣

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′ Tormento ′ .

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Lo que visualizó sobrepasaba todo. Superaba sus días de tormento continuo, el arrepentimiento y la tristeza experimentados tiempo atrás. Excedía sus límites de resistencia.

No soltó la taza de café que sostenía en su mano, al contrario, la apretó. Si el material con el que fue creada no fuese tan resistente la habría roto seguro.

No hubo gritos de su parte. Ni una reacción distinta. Lo que hizo fue sólo retroceder.

Sus ojos verdes no parpadeaban, quedó congelado en su sitio frente a la ventana.
Sus dientes chocaban haciendo un ruido seco y tétrico, como si se tratase de una calavera.
Su mandíbula temblaba. Más bien, todo su cuerpo lo hacía; Pese a que nadie se percatara de ello, era fácil de adivinar por una persona observadora.

No podía quedarse sin hacer nada, el temor lo consumía cual fuego a la leña pero era su deber informar.

—¿Policía?— Las manos jugueteaban con el cable del teléfono, enredándolo entre sus dedos —. Quiero reportar algo.

No tardaron más de siete minutos en llegar al lugar. El reloj de la torre más alta de la ciudad que podía verse desde ahí apuntaba a que eran las 6:50 A.M.

—¿Usted dice...—, cuestionó el comisario Isaka — que el cuerpo ya estaba sin vida cuando se asomó por la ventana?

—Así es.

—¡Eso es imposible! — Intervino Onodera — ¿Cómo sabemos que no miente?

—Querido Onodera —. Lo calló su superior — ¿Y cómo sabes que lo hace?
El mencionado se apartó de la conversación enojado,no sin mirar hacia atrás una vez alejado.

Misaki permanecía con la mirada caída, pasó por tanto y ahora lo acusaban de asesino. Se preguntaba si la situación sería peor de no haber avisado.

—Takahashi —, pidió amablemente Isaka —  ¿nos acompañas a mí y a estos incompetentes a otro lugar?

De haber podido decir que no, lo habría hecho, la realidad era otra, si contestaba eso se lo llevarían a la fuerza.

—No será necesario —.Takano acomodaba la manga de su traje en lo que se aproximaba a ellos —. Si no le molesta, yo personalmente hablaré con él.

—Olvídalo, llegamos primero — La voz enojada de Onodera se abrió paso entre la conversación.

—Esto no se trata de quién llego primero o no — y con un tono despectivo agregó: — En ese caso a ti no te habría importado aceptar —. Takahashi no tenía idea alguna de lo que Takano Masamune quiso decir, pero si a Onodera le molestó su presencia odió aún más su comentario.

—Eres imposible —. Ritsu rodó los ojos y entró al porsche que Isaka tenía.

—Lo dejo en tus manos,Masamune —. Isaka posó su mano sobre el hombro de Takano dando unas cuantas palmadas. Fue detrás de Ritsu y encendió el auto.
El chico de ojos verdes vio como el auto se alejaba y daba la vuelta en la esquina. Tragó saliva.

—Puedo sacarte de ésta.

—No tengo suficiente

—¿Quién dijo que me dieras dinero? —lo rodeó con su brazo por la cintura, Misaki se estremeció pero no protestó. Entraron a la casa,dejando a que los criminalistas y peritos se encargaran de tomar fotografías y recoger el cuerpo.
—¿Entonces? ¿Qué es?

—Ven,acércate — echó un vistazo afuera, miró a Misaki de frente.
El chico de cabellos castaños obedeció al oficial.
—Yo necesito ...—, hizo una pausa larga, deslizó sus manos desde los brazos de Takahashi hasta su cuello —que me acompañes — clavó sus uñas en su cuello empujándolo hacia una de las paredes bruscamente, presionaba cada vez más.
A Misaki comenzó a fallarle la respiración, daba patadas intentando conseguir que lo soltasen. Sus puños golpeaban los brazos de su opresor.

Todo era borroso, las imágenes se desvanecían frente a él.
—Dámelo, Misaki,dámelo —La grave voz de quienquiera que fuese se escuchaba distorsionada. Porque él no era Takano.
La casa se desmoronaba a su alrededor. Era víctima del terror ahora más que nunca.
Las voces de las sombras susurraban en su oído mientras arrancaban cada parte de su ser, del cual ya no quedaba mucho.
Ellos solían orillarle al borde de la locura, de la muerte, pero por más que intentaran o que él tratara de destruir su dolor para siempre nunca lo conseguía. Misaki odiaba eso. Lo odiaba con total brutalidad.
Olió la suave fragancia del perfume de su madre.
De pronto, no sintió ni escuchó nada.
.
.
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El fuerte y atroz sonido de un trueno lo despertó de un salto.
Estaba loco.

Sí,completamente loco.

❣FIN DEL ACTO 4❣

N/A: Para la señorita NennyCx que está en un mal momento. Ánimo♥

Desde La Oscuridad (Junjō Romantica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora