❣ACTO 5❣

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Retroceso ′ .

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Ignoró la lluvia que caía violentamente afuera, en las grisáceas calles con casas pequeñas y bien adornadas. La ignoró porque le incomodaba.
Sus padres murieron en una noche de lluvia. Sí, la lluvia los había alejado de su lado y ahora los traía de vuelta a su cabeza.

La temperatura aumentó considerablemente. Odiaba que lloviese pero que el calor inundara el lugar. Prefería el clima fresco sin llegar a congelarse completamente.

Rodó en la cama varias veces, no hallaba la manera de acomodarse sin sufrir por el calor pero al mismo tiempo estar cómodo.
Al amanecer sacaría el ventilador y lo acomodaría en la habitación. No ahora, en la noche, cuando quién sabe qué cosas podrían estar acechándolo. Si se descuidaba alguno de ellos lo tomaría de una pierna o de un brazo llevándoselo a rastras hacia la oscuridad. Él no sabía que no lo harían, al menos no hoy.

Se sentó abrazando sus piernas. Un relámpago iluminó la habitación por segundos y al poco rato se oyó un fuerte trueno.
Encendió la pequeña lámpara que tenía sobre el buró. Ésta emitía una tranquila y casi extinguida luz parpadeante.

Recordó su vida entera, desde cuando sus padres vivían hasta su pérdida.
El día de su funeral no tenía a alguien en el cual recargarse y llorar. 
Tenía esperanzas de que la tierra se lo tragara.
Cuando creyó que la solución era buscar a su hermano una voz en su cabeza resonó diciendo: —¿No te quedó claro? A él nunca le interesaste. Ni tú, ni tus padres muertos.

Sus esperanzas eran nulas hasta que unos conocidos de sus padres lo llevaron a su casa para encargarse de él. Lo ayudaron a terminar sus estudios y él se esforzaba por no causarles molestias a las amables personas que lo habían recogido.

En la secundaria recordaba perfectamente como una compañera de su salón aseguraba ver sombras. Todos en la escuela creían que de verdad era misteriosa o los del más allá la llamaban.
Para la mala suerte de Misaki, ella mentía. Lo supo cuando ella no se inmutó por el hombre colgado en uno de los arboles en el bosque ni por el demonio que veía a su grupo fijamente desde la oscuridad en aquel día de excursión escolar.

—¿No notas algo extraño? —.Le cuestionó.

—¿De qué?

—En ése árbol de allá — señaló —. ¿No ves algo?

—¿Algo? ¿Qué debería ver?

— No,nada...— Decidió no explicarle y seguir caminando. Alguien como ella no comprendería, y ni querría hacerlo.

Intentó acabar con su vida incontables veces a la edad de dieciséis años sin éxito alguno. Sus pesadillas eran constantes, específicamente a esa edad. Lo que le pasó en ese tiempo podía ser comparado con la actualidad solo agregándole un poco más de brutalidad.
La hermana menor de una compañera intento arrojarlo del segundo piso de la casa al hacer un trabajo escolar. Su voz no era la tierna y suave de una niña de cinco, sino una tenebrosa y gruesa.

—Su hermana terminó en un manicomio... — murmuró para sí.
La mente de la pequeña quedó destruida. Ni Misaki supo qué presenció o qué palabras le inundaron la cabeza.

—Yo lo vi,tú lo viste —.Aseguró —.Juro que un poco más y desgarraba su piel con sus uñas. Ella no tuvo la culpa de nada, ¿por qué lo hiciste?

Nada ni nadie respondió.
Por una parte quería una respuesta. Solo que le aterraba cuál sería.

Tarareó la canción de Kagome Kagome*. Su padre la ponía seguido en una diminuta grabadora por las noches,antes de que él durmiera.

—Es la última ronda. Si aciertas el nombre de quien está detrás de ti él volverá de donde vino,todo acabará —, le dijo su padre —. Él trata de que respondas a su llamado, Misaki.

El joven Takahashi movía su cabeza asintiendo sin saber qué quería decirle su padre.
Todo se volvía un revoltijo en su mente a la edad de tres años. Probablemente su yo actual no era tan diferente de su pasado. Todavía no sabía quién o quiénes lo seguían ni porqué él debía cargar con ese peso.
El reloj dio las 3:43 A.M.

Poco a poco sus ojos se fueron cerrando, quedó rendido ante el sueño a las 5:13 de la madrugada.
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Se despertó con una inquietante sensación. Faltaría al trabajo debido a un raro de presentimiento.
Revisó la hora.

7:10 de la mañana.

Fuera de las cuatro paredes de su casa la lluvia seguía cayendo con un poco menos de fuerza que unas horas atrás sin perder su toque de terror.
Pareciese que el sol pretendía esconderse durante toda su existencia tras las nubes oscuras que habitaban el enorme cielo.

Oyó un crujido en el techo. No prestó atención y fue a bañarse.

Para esa hora aquella cosa ya habría acabado y el cuerpo yacía muerto en alguna parte del vecindario.
Solo quedaba esperar a ver quién sería su nuevo títere para cazarlo.

❣FIN DEL ACTO 5❣

N/A: Pasaron Sailor Moon♥ Aquí está la continuación como lo prometí.

Desde La Oscuridad (Junjō Romantica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora