30 de diciembre 2016
Querido Matías
Mi cabeza duele cada vez que por masoquismo o equivocación decido dejar que nuestras memorias se cuelen, a través del muro que construí en mi mente para dejar de pensar en ti.
Cabe recalcar que nunca funcionaba del todo bien y no creo que algún día lo hubiese hecho. Abarrotados como viles prisioneros se encuentran las que alguna vez llamé mis mejores memorias contigo, ¿No es gracioso como todo puede cambiar en un par de meses? porque lo es para mi, por cada vez que mis ganas de darte algo especial iban en aumento y como quise poner cada pedazo de mi en regalarte un recuerdo imborrable, como uno de los tantos que tatuaste en mi mente.
Entonces, allí es cuando sonrío tristemente mientras mis ojos arden ante mi patético intento de mantenerme fuerte, desvarío constantemente en todas las cosas que puedas imaginar, pero nunca podría hacerlo en algún recuerdo contigo.
Tenía por lo menos una decena de canciones que pensé te gustarían, pero las que más recuerdo fueron "Wonderwall", "The only reason" y "Long way home".
Las ensayé una y otra vez, trataba de repetirlas con la mayor frecuencia posible para aprenderme a la perfección los coros y los tiempos.
Estuve apunto de irme por Wonderwall, pero recordé que una vez dijiste que esa canción te recordaba a mi. En último momento decidí quedarme con Long way home y en realidad me la aprendí completa, supongo que puedo darte las gracias por ello.
Estuve ensayando dicha canción durante 3 días, incluso hice que una de mis mejores amigas se aprendiera los acordes. Iba a ser el regalo perfecto o al menos eso pensé, incluso aún me arrepiento de nunca haberlo enviado.
Como había mencionado antes, tengo muy buenos recuerdos contigo. Están las historias que prácticamente te obligaba a contarme, pero sé que en el fondo te gustaba hacerlo; también están aquellas noches en vela que pasábamos jugando Guitar flash ¿Cómo olvidarlas?
He de admitir que apestaba en aquel juego, no sé cuánto tiempo llevabas jugandolo pero definitivamente era el suficiente para volverte un experto. Aún recuerdo mi actitud prepotente respecto a que iba a patear tu trasero, parece que ciertas veces olvidaba que tocabas la guitarra y finalmente cuando perdía volvía a recordarlo.
Pero, apesar de ello, nunca te burlaste de mi. Eras tan atento y tratabas de hacerme sentir mejor diciendo que la canción era difícil y demás. Ese día jugamos hasta la madrugada, milagrosamente mi madre nunca se enteró de ello, luego de eso seguí practicando sin ti. Quería llegar a ser tan buena como tú para cuando volvieras, pero claramente ese día nunca llegó...
A veces me pregunto cómo era posible que fueras tan lindo conmigo antes y luego simplemente pasar a no ser nada Con tan buenos recuerdos era demasiado difícil dejar de lamentarme por todo lo que perdimos.