Misterioso Descubrimiento

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Decididos siguieron a la ojigris sin ser percibidos por nadie.

Ella seguía caminando muy tranquila en dirección al instituto, cuando de repente una sensación extraña la invadió provocando que se detuviera y su semblante pensativo cambiara a uno de preocupación e incertidumbre, puesto que no sabía con exactitud qué era lo que en ese momento estaba sintiendo. Notó que las personas que estaban cerca la observaban con rareza, pues ella no se dio cuenta que su cuerpo era dibujado por una especie de aura de luz que recorría su silueta. Se sorprendió y sin darse cuenta del por qué esa sensación desapareció tan rápido como llegó.

Haciendo una reverencia y muy apenada por ser el centro de atención se fue regalando una sonrisa a los curiosos que la observaban y cuchichiaban sobre lo ocurrido. Siguió su camino rumbo al instituto. Al llegar se dio cuenta que todos la estaban esperando con una cara de preocupación. No podía creer que no confiaran en que sería capaz de cuidarse. No es que no apreciara su preocupación. Solo que era algo difícil para la pelinaranja el sentirse como la más débil y desprotegida. Era incomodo el momento así que decidió terminar con ese silencio.

-¿Qué hacen todos aquí? Vamos se acabo debemos continuar con nuestras vidas, aparte de que Aizen-sama ya no puede hacerme nada ya que...

La pequeña shinigami se acerco y le dijo:

-Lo siento, Inoue. Sé que te estamos asfixiando, pero estamos realmente preocupados por ti.

la ojigris con una sonrisa para todos le contestó:

-Claro. Lo sé, Kuchiki-san. Y se los agradezco, pero a partir de hoy me iré sola a casa. Aun así arigato minna! Por todas las molestias que les he causado-dijo haciendo una pequeña reverencia para sus amigos.

Al terminar la conversación llego Tatsuki, Mizuiro y Keigo a unirse a la plática pero la pelinegra capitana y experta en artes marciales tomo el brazo de la ojigris y les dijo:

-Lo siento. Me llevo a Orihime. Sigan platicando.

La ojigris muy sorprendida por el rápido movimiento de su amiga le decía:

-Tatsuki-chan, ¿que haces?.

La pelinegra la miró con cara de preocupación y le dijo:

-Cállate tonta y dime de una vez que está pasando. Todos están histéricos y te cuidan como si te fueras a quebrar. ¿Qué pasa, Orihime? ¿Otra vez me sacaras de tu vida?

La ojigris para no preocupar a su amiga decidió omitir el suceso de hace algunos minutos y solo le dijo:

-Es porque intentan protegerme. Para que no vuelva a pasar lo de Ulquiorra. ¿Lo recuerdas? Te lo conté hace algunos meses.

El semblante de Tatsuki cambio de preocupación a uno de superioridad y dijo:

-Vaya. Sí que te sobreprotegen. No saben que eres capaz de cuidarte por ti misma. No solo por ese extraño poder tuyo, sino porque te di clases privadas de judo y resultaste muy buena. Hasta creería que puedes darle una buena paliza a ese cuatro ojos de Ishida.

La pelinaranja con su habitual movimiento de manos lo negaba.

- Claro que no, Tatsuki-chan. No es para tanto. Aparte seguramente lo dices porque tu si le diste una paliza a Ishida-kun.

La pelinegra con una cara de fastidio le dijo.

-No solo lo digo por eso. Y si le di una paliza fue porque me retó.

La ojigris con cara de lastima por el pobre Quincy le dijo:

-No es así, Tatsuki. En realidad el que te retó fue Kurosaki-kun.

Un Sacrificio  de Amor(Ichihime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora