[KHR] Amor de hermanos

9.- Revelación

Tsuna agradeció a su primo aunque este en realidad no había terminado de explicarle la situación y salió corriendo.

Ahora (creía que :v) entendía lo que pasaba.

De seguro su Nii-San se había enamorado de Kyoko-Chan y por eso le molesto que él saliera con ella.

Tenia sentido, después de todo, Natsu había empezado a comportarse distante con él después de que se enteró de su relación con Kyoko.

Si eso era así, todo se podía resolver fácilmente, sólo debía aguantar un poco más, al menos, hasta ver al día siguiente a la castaña.

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Una vez que las clases terminaron, Mukuro y Kyoya empezaron a recorrer la escuela para comprobar que todos se habían ido a casa.

Sin embargo, cuando el pelinegro paso por su salón de clases algo llamo su atención.

-Gracias por pasarme la tarea Hana.

-No tenias que venir hasta aquí Kyoko, yo tenia pensado ir a tu casa, después de todo estas enferma.

-Ya me siento mucho mejor, aunque tienes razón, tal vez debería empezar a acostumbrarme a la buena vida.

-¿Eh? ¿De que hablas?

-Hablo de que cuando sea la esposa de Tsuna-Kun no necesitaré hacer nada yo misma, tendré sirvientes que lo hagan por mi.

-Tsuna... ¿Tu novio? No te entiendo.

-Veras Hana, ellos se presentaron con el apellido Di Vongola ¿Recuerdas? Pues ese nombre se me hizo muy conocido, e investigue un poco, Hana, ¡Esa familia nada en dinero! Es de las familias mas ricas no solo de Italia y Japón, si no que del mundo entero, y cuando lo descubrí decidí que debía de hacerme la novia de alguno de los dos gemelos, al principio pensé en Natsu por ser el mayor y el posible heredero legítimo de esas riquezas, pero luego me di cuenta que ese sujeto solo piensa en su hermano, hubiera sido muy complicado hacer que me prestara atención, asi que me decidí por Tsuna, que además de ser ingenuo y credulo es mas gentil y le cuesta decirle que no a las personas, por eso me hice su novia, y cuando nos casemos tendré la misma fortuna que él.

-¡Kyoko! ¡¿En qué estas pensando?! ¡Eso no esta bien!

-¿Ha? Pero si tu me apoyaste cuando te dije que le iba a pedir que fuera mi novio.

-¡Lo se! ¡Pero fue porque pensé que de verdad te gustaba! ¡No debes jugar con los sentimientos de las personas!

En ese momento la conversación que se llevaba acabo dentro del salón paro de golpe con el sonido de la puerta abriéndose.

-Hibari... ¿Que tanto escuchaste?

Dijo la chica castaña con miedo en su voz tras ver al pelinegro.

-Lo suficiente.

Respondió cortante.

-... No le digas nada a Tsu-Kun, si lo haces le harás daño, después de todo el esta verdaderamente enamorado de mi.

Dijo la castaña de forma arrogante.

-Yo no soy de los que andan delatando a los demás, después de todo, no es mi problema.

-... Ósea que...

Kyoko dejo al aire su frase para que el otro la terminara.

-Yo no diré nada.

La castaña suspiro aliviada, sin embargo, la pequeña sonrisa que se formo en sus labios desapareció por completo al ver la sonrisa de lado del pelinegro.

-Sin embargo... Me temo que no puedo decir la mismo que la piña a mi lado.

-¿Piña?

Dijeron ambas chicas a la vez.

Mukuro, que había estado fuera del campo de visión de ellas, entendió la indirecta de su alondra y también sonrió.

-Oya, ¿A quien llamas piña? Alondra-Kun.

Dijo tomando del hombro a su pareja y asustando un poco a los otras dos.

-Es cierto... Parece una piña.

Dijo Hana metida en su propio mundo.

-Kufufu, supongo que no habrá problema si el que habla soy yo ¿No es cierto?

-¡No lo hagas!

Suplico Kyoko.

-¿Por que habría de importarme tu opinión?

La mirada de Mukuro se mostró llena de enfado, cosa que aterro a la castaña.

-Yoo.

La voz de la chica temblaba.

-Alondra-Kun, ¿Por que no vamos por algo de comer antes de ir a tu casa?

Dijo volviendo a su semblante normal obteniendo un asentamiento por respuesta.

Dicho esto ambos se dieron la vuelta y regresaron por donde vinieron.

-E-¡Espera!

Kyoko tenia pensado correr tras ellos, pero algo la detuvo.

-Dejalo, Kyoko, tu farsa duro demasiado.

Hana la sujeto del brazo impidiendole moverse.

-Hana ¿Que haces? ¡Sueltame!

Kyoko forcejeaba para soltarse, pero no lo logro.

-Tsuna es una buena persona, no merece lo que le haces, y tu no mereces a alguien como él.

Hana vio por la ventana como los dos chicos salían de la escuela, y al saber que la castaña ya no podría atraparlos, la soltó.

-Creo que me iré.

-¡Hana! Espera, yoo... Lo sien...

-No soy yo a la que le debes pedir disculpas.

Y sin agregar nada mas salió del salón dejando a Kyoko completamente sola.

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