Mi Mejor amigo (Memo Aponte & Grace /tú/)

Capítulo 28 "devuelta a casa"

Mis bellas si no comprenden algo no duden en preguntarme. 

Mis padres salieron a recibirnos,  se me paso por la mente que me dirían si me vieran nuevamente con mi "profesor", pero ya era hora de que supieran la verdad. 

-¡Cariño!  -grito mamá-

Yo baje primero pero cuando vieron a Memo su rostro cambio. 

-¿que hace él aquí?  -mi padre se le acercó- no me digas que tu profesor y tu

-no tranquilo,  vamos adentro hay les cuento

Memo me tomo de la mano y me hizo retroceder.

-¿estas segura?  Quizás no te dejen volver

-sería algo justo ¿no crees? 

Nos sentamos a la mesa,  mis padres solo miraban a Memo mientras que él me miraba a mí. 
-Memo no es mi profesor  -me miraron con la boca abierta- les mentí,  él es mi mejor amigo

Les conté todo y cuando llegue a la parte de Manolo las lagrimas no me dejaron hablar

-¿quieres que termine por ti? 

Yo solo asentí,  me quede en el mismo lugar mientras Memo les hablaba,  cuando finalizo los mire

-ahora ustedes deciden lo que pase conmigo

Se miraron,  Memo se acerco y me tomo las manos. 

-¿nosotros?  Tienes más de dieciocho,  sigue adelante,  en México te esta llendo mucho mejor de lo que podría irte acá

Me había sorprendido lo que papá me había dicho,  mamá se acercó a Memo

-me la cuidas

-eso es lo que he hecho todo este tiempo,  por eso estámos acá

Se abrazaron,  al parecer se iban a encariñar con Memo más rápido de lo que había pensado. 

Luego de almorzar una rica cazuela llevé a Memo a conocer Vilcún el pequeño pueblo que me había visto crecer.

(no se si se acuerdan pero en el capítulo "El tiempo voló" mencione que donde vivía era Temuco pero Vilcún queda solo a una hora de ahí) 

No había mucho que ver solo negocios,  librerías y una pequeña biblioteca. El día estaba entre nubes y sol, era agradable nos compramos unos helados y nos sentamos en los bancos de la plaza. 

- que tranquilo es todo esto

-pues si un pueblito sin mucha novedad,  pero me gusta

-Grace que tal si vamos a Santiago, fue donde nos conocimos

No se me habia ni cruzado por mi mente esa idea,  era fabulosa.

-es  una idea fantástica

Levante mis manos con tal brusquedad que el helado salió volando de mi mano,  fue como en cámara lenta,  con Memo lo quedamos mirando hasta que fue a parar en la cabeza de un chico. Nos pusimos a reír,  sabíamos que no estaba bien pero era imposible no reírnos,  el joven se fue acercando enojado hacia nosotros pero antes que llegará le tome la mano a Memo y salimos corriendo.  Cuando llegamos a casa aun nos seguíamos riendo. 

Los días que siguieron los pasamos en casa,  llovía con tanta intensidad que se habia cortado la luz. Me encontraba en mi cama mirando por la ventana no me sentía bien habia llegado "Andrés" y Memo llego con un café.  Por cierto él dormía en una cama hecha en el piso,  aunque en realidad como a las doce se iba a mi cama. 

-ten -me la extendió- ¿te sientes bien?  ¿quieres que traiga una pastilla? 

-no gracias

Para mi mala suerte el día que me llegó Memo tomo mi celular y vio las notificaciones de Clue una aplicación que te avisa cuando te llega (se las recomiendo un siete)  y andaba pendiente de mi pero era muy incómodo porque parecía una mamá cuando te resfrias.

- nose podría ayudarte a calmar el dolor

-Memo no la quiero -mi bipolaridad estaba haciendo que me enojará- no me estoy muriendo

-esta bien

Se sentó a mi lado, yo seguí mirando por la ventana

-aunque quisiera -dije acordandome de Manolo-

Memo me tomo de la pera y me volvió hacia él. 

-nunca más digas eso

Me limpió un par de lágrimas que habían salido

-porque me moriría sin mi mejor amiga

Lo abrace y luego me separe para volver a mirar por la ventana la lluvia que caía. 

....

-Comenzó, comenzó,  comenzó

Eso era lo que más extrañaba ver los partidos de Chile con mi papá aunque Memo era Mexicano le había pasado una camiseta de la selección y le había pintado la cara con los colores de la bandera blanco, azul y rojo, enserio ese chico me queria. Cuando gritamos el primer  gol Memo solo aplaudió,  estaba segura que no le gustaba tanto sobre todo si no era de su equipo,  pero cuando mandaron el segundo Memo grito y yo fui abrazarlo.  No era por su entusiasmo,  era como que yo através de ese abrazo le estuviera dando las gracias por todo lo que había hecho por mi,  en realidad era el mejor amigo que podía tener.