La siguiente hora con las únicas personas que tuve interacción fue con las que estaban en el mundo exterior. Niall permanecía callado y después del incidente, agradecía que así estuviera.
Cuando por fin nos abrieron, vi a Melinda llorando, a mi padre, a Carl, a los padres de Niall y a unos guardias. Yo corrí hacia mi padre abrazándolo. El me devolvió el abrazo y acaricio mi cabello, como si hace una eternidad no nos hubiéramos visto.
Note que Niall estaba detrás de mí, donde Melinda lo abrazaba junto a sus padres y estos lo reganaban por no llevar su teléfono celular consigo. Melinda se acerco a mí y me abrazo, también reprendiéndome y diciendo que tenía que buscar el repuesto de un celular, aunque fuera uno viejo pero que se pudiera utilizar.
—¿Cómo supieron que estábamos aquí? —pregunte, evitando la mirada de Niall.
—Pues no sé, sexto sentido —contesto Melinda, y Carl nos miro a ambos con una sonrisa cómplice. No sabía porque lo hacía. Mi cabello estaba despeinado y tenía el labial corrido. Demonios.
—Aparte nos avisaron que el elevador estaba descompuesto. No sé como ustedes no supieron sobre eso. Para que la próxima vez pongan más atención. —comento mi padre serio, pero después me dio una sonrisa triste. —Tu vuelo sale en unas horas cariño. Creo que deberías ir a darte una ducha y descansar antes de esto. —me comento y yo asentí.
Me tomo del brazo con suavidad y ambos fuimos hacia las escaleras, donde por última vez le di una mirada a Niall, el cual me miraba a pesar de que su madre le hablaba. Así terminaría todo. Lo sabía, no debía fiarme de ningún chico Horan.
~O~
Son las 6 con treinta minutos y estoy en la línea de abordaje para mi vuelo a Suiza. Donde comenzaría de cero. Mire a mi padre, el cual estaba junto a la directora y yo solo les sonreí y les dije con la mano adiós. Ellos me lo devolvieron y mi papá hizo prometerle que le llamaría cuando llegara.
Me dolía dejar Nueva York. La ciudad donde crecí y viví lo mejor y peor de mi vida. Dejaría amigos, familia, y todo lo que conocía por un cambio.
Suspire y rece, porque me fuera bien. Necesitaba algo que me dijera que estaba haciendo lo correcto, donde supiera que la vida que estaba eligiendo era la mejor para mí.
Lejos de la muerte de mi madre, de Caroline Smith y Connor Horan, la que se suponía era mi mejor amiga y el mi novio, y sobre todo de Niall. De aquel chico que me hizo darme cuenta de que podía querer, pero que muchas veces no sería correspondida. Aquel que jugó conmigo.
“Pasajeros con destino a Suiza, favor de abordar puerta A” escuche y mire hacia el frente. No había nada que me dijera que no lo debía de hacer, así que se suponía era lo correcto.
Me coloque mis audífonos y comencé a escuchar “The mess i made” de Parachute y la melancolía vino a mí como un rayo. En parte era verdad. Hice un desastre y creo que la mejor forma era dejar ir todo esto. Pretender que nunca me le declare a Niall Horan y que él me rechazo. Tal vez así mi corazón dolería menos y las lágrimas no saldrían. Pero ya era tarde y las lágrimas rodaban por mis mejillas, haciéndome querer cambiar de dirección, pero no. Era Suiza o ver a Niall Horan con otra chica, besándose, teniendo lo que yo siempre quise: su amor.
Abrí mis ojos y le entregue a la aeromoza mi pase de abordar cuando escuche que gritaban mi nombre.
Voltee un poco pero no veía nada.
“¡____(tn), espera!”
Solo es tu imaginación, me decía.
“¡Por favor, no te vayas ____(tn)!” escuche de nuevo y vi a Niall Horan parado detrás de la línea de abordaje, mientras unos grandulones no lo dejaban pasar.
Fui hacia allá con mis maletas y mire a los hombres.
—Por favor, diles que tengo que hablar contigo… —dijo suplicante y los hombres fortachones me miraron, esperando una respuesta. —No me tardare lo juro.
—¿Puedo hablar con él? Juro que no tardare. —les dije y ellos me abrieron paso, camine hacia el rubio, mirándolo con los brazos cruzados. —Habla, que ya esperan que suba.
—Hable con Connor. Yo…yo no sabía que habían terminado. Lo siento. —dijo y arquee una ceja. ¿Era su primo y no sabía?
—¿Sabes porque termine con él? Jugo conmigo y se metió con mi mejor amiga. Por eso lo termine. Veo que se parece demasiado a ti. —conteste y el negó rápidamente con la cabeza.
—No es así, ____(tn). Déjame explicarte. Yo nunca jugué contigo…yo…—suspiro.
—¿Tu qué? —pregunte impaciente.
—Yo he estado enamorado de ti desde siempre. Y cuando te digo que es desde siempre, así lo es. Desde que estábamos en kínder y tu…tu recogiste mi lápiz que se me cayó, cuando fuiste la única que no se burlo de que mi pantalón se hubiera roto, la única amiga que mi hermana tuvo hasta que cumplió los 10, la chica a la que le di mi primer beso. Solo tú.
Dijo tan rápido que me costó digerir lo que había dicho. Todo eso era tan…cierto. Y lo recordaba. Recordaba aquellas cosas tan insignificantes.
—¿Qué hay con Rose? Tu madre nos dijo que era tu novia.
—Mi madre solía bromear con eso porque ella era mi mejor amiga. Tenía una gemela llamada Julia, no sé si la recuerdas. Se mudo con su familia a Texas, entre esos meses donde te bese, ella estaba en planes de mudanza.
En ese momento me sentí una estúpida. Claro que era esa Rose. Ella, Julia y Niall eran inseparables, aunque no eran para nada agraciadas, más bien un poquito torpes.
—Yo… no sé qué decirte.
—Señorita, la estamos esperando. —dijo un guardia y volví a la realidad.
—____(tn)… —susurro Niall con la voz entrecortada.
Baje mi cabeza, tenía que aceptar mi destino.