*ULTIMOS CAPÍTULOS* capitulo 33- Punto y seguido

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Vomité luego de terminar la operación.

Me sentía cansada y lo único que quería era dormir por más de veinticuatro horas seguidas. Pero pronto descubrí que eso no podría ser tan fácil o sencillo como parecía. Casi después de llevarme a la habitación, ésta se llenó más rápido de lo que se llenaría un concierto de música pop con entradas gratis.

Mamá lloraba, grandes y enormes lágrimas en los ojos, papá lloraba junto a ella. Rita sollozaba con fuerza, abrazándose a un muy afectado Key. Los Sres. Ross tenían los ojos húmedos y sonreían sin parar. Por alguna extraña razón, todo el que entraba a la habitación se encontraba llorando casi al instante; era como un aura extraña que tocaba a la persona con simplemente poner un pie en el lugar.

Apenas podía mantener mis ojos abiertos, pero fue notable la forma en la que sabía que faltaba cierto chico de ojos verdes dentro de la habitación. Parpadeé varias veces, exhausta como nunca pensé estarlo en la vida. Mamá murmuraba algo que no podía entender, y papá trataba de hacerse el fuerte, pero terminó llorando de igual forma. Me dio un mal presentimiento al verlos llorar a todos. ¿Le pasaría algo a una de las bebés? ¿Qué pasó con mis niñas? Desperté de inmediato ante ese pensamiento.

—Mamá —murmuré en voz demasiado baja y delicada—, ¿por qué todos están llorando? ¿Qué ocurrió?

Mamá se sorbió la nariz y me dedicó una enorme sonrisa, pegándose a mi lado.

—Lloramos porque son perfectas —sollozó al decirlo—. Son tan hermosas y pequeñas, tan inocentes. No les pasa nada, están saludables. Lloro por querer saber a quién se parecerán dentro de unos años, ¡y también lloro porque al fin soy abuela y porque estoy embarazada y las hormonas me afectan, carajo!

Más lágrimas acudieron a sus ojos, pero mi tranquilidad fue absoluta al saber que mis niñas estaban en perfecto estado. Las deseaba ver de nuevo, abrazarlas y comérmelas a besos, pero parecía que el sueño me iba a vencer y no tenía las fuerzas para combatirlo.

Rita corrió a mi lado cuando mamá se excusó para ver una vez más a las bebés en la otra sección del hospital, asegurándome de regresar pronto después de tomar varias fotografías para el recuerdo, llevándose a papá con ella.

—____, tus niñas son tas hermosas —habló mi amiga—. Tengo ganas de tener mis propias gemelas… Pero luego recuerdo que terminaré soltera, viviendo con ocho gatos que me odiarán con fervor porque se me olvidará alimentarlos y me comerán el brazo por la noche mientras duermo.

Sonreí en medio de mi somnolencia.

—Estarás bien —dije, aunque no estaba segura que Rita lo hubiera escuchado—. Tendrás a Key.

—No lo creo ____, pero gracias. Aunque deberías ver a Ruben, está… —ella se quedó callada y fue como si su rostro se hubiera iluminado por completo al recordarlo.

—¿Dónde se encuentra él? ¿Ya conoció a sus hijas?

Rita asintió, mordiéndose el labio.

—Fue… wow. ____, mirar a Ruben es una forma de arte la mayoría del tiempo, pero ahora fue… fue increíble. Creo que hasta yo me enamoré un poco más de él al ver su reacción cuando le presentaron a las gemelas. Justo ahora debe estar todavía pegado en la vitrina de la sala de maternidad, viendo a sus bebés. Jamás había pensado que ver a un hombre llorar fuera sexy, pero Santas Manzanas, _____, eso fue caliente al extremo. Él no lloraba como niño desconsolado o como esos chicos sensibles que terminan siendo cursis, sino que lo hacía con… como con respeto y admiración. Fue... uff, fue un nuevo tipo de arte simplemente el verlo.

Escucharla decir eso me conmovió como no tenía idea. Fue un alivio saber que Ruben no había huido del país a estas alturas, o que fuera a asustarse al enfrentarse con la realidad cara a cara.

❤️❤️Prohibido enamorarse de Ruben doblas ❤️❤️ [[TERMINADA]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora