Era una mañana hermosa, los pájaros cantaban, el sol brillaba con una radiante intensidad; los niños jugaban en la calle con sus bicicletas, balones, patines o una simple rama, las personas caminaban disfrutando el día, y otras.... Otras dormían.
-¡Puppet!. - Gritó la mayor de las hermanas. -¡Puppet!.- Volvió a gritar al no escuchar respuesta.
La peli-plateada seguía profundamente dormida, tanto que no escuchaba los gritos de su hermana provenientes de la planta baja.
-¡Si no te levantas iré yo por ti!.- Dijo la mayor con un tono supuestamente autoritario. -¡voy a subir! 1...2...3!.-
Se escucharon los pasos de la mayor subir por las escaleras, pronto llegaron a la habitación de su gemela, que seguía en el quinto sueño. Entró lentamente y la miró dormir tan tranquila, eso le dio una idea; sin decir palabra alguna y haciendo todo el ruido menos posible, la chica se acercó hasta donde se encontraba su hermana durmiendo, una sonrisa gatuna se dibujo en su rostro.
-¡DESPIERTA!.- Grito la mayor saltando sobre ella, haciendo que su contraria despertara de golpe.
-¡Mai! ¿¡Qué estas loca!?.- renegó la menor cubriéndose con las cobijas.
-Levántate ya o traeré a los duendes del jardín.-
-No si no quieres una batalla contra el fantasma de mi armario.-
Ambas chicas se miraron por unos segundos, soltaron unas carcajadas al notar las tonterías que habían dicho. Después de un largo tiempo de risas las chicas se volvieron a ver, como si estuvieran jugando un reto de miradas.
-Dejame dormir...- la menor rompió el silencio, dándose la vuelta y cubriéndose con las cobijas, haciendo que su gemela cayera a un lado de la cama.
-Vamos... Levántate, llegaremos tarde a la escuela... -
-No quiero ir a la escuela, estoy cansada. -
La mayor se levantó del suelo y se sentó en la cama donde su hermana estaba tapada de pies a cabeza con sus cobijas. La destapó suavemente llamando la atención de ésta, quien la miró con ojeras en su rostro.
-¿Otra vez esa pesadilla?. - interrogó la mayor con una leve sonrisa.
-Nunca para, estoy harta.-
Era más que obvio que la peli plateada estaba realmente cansada, su gemela se acostó a su lado y la abrazo de la forma más tierna, haciendo que su contraria correspondiera.
-Simplemente deberías olvidar todo. - Dijo tratando de animar a la menor.
-Mai, no es tan fácil, son pesadillas que llegan solas, yo no las pido, sin embargo vienen a mi. -
Ambas se abrazaron un poco más, para después levantarse. La mayor dejo que su hermana se vistiera y bajo a hacer el desayuno. La menor se levantó de su cómodo lugar, camino hacia su baño y abrió la llave del lavamanos, mojo su rostro varias veces, tomó una toalla a ciegas y se seco su cara; miro al espejo, varias imágenes llegaron a su mente, sacudió levemente su cabeza y volvió a mirar su reflejo, realmente tenia ojeras, solo esperaba no caer dormida durante clases.
Nunca le gustó lucir afeminada, así que decidió convencer al director de que la dejará usar el uniforme de los varones, tardó mucho, pero lo logró. Una vez vestida bajo a la planta baja, directo al comedor, en donde ya estaba servido el desayuno: unos deliciosos Hot cakes con miel y una taza de café. El olor a cafeína, para la menor era relajante, necesitaba algo que la mantuviera despierta todo el tiempo posible y ese algo era el café que su gemela preparaba todas las mañanas.
(...)
Ya eran las 01:00 de la tarde, aun las gemelas se encontraban en una muy aburrida clase, matemáticas; no era tanto por la materia, si no por el profesor, oír su simple voz dormía a cualquier, sobretodo a la pobre chica que había estado en vela toda la noche. La peli plateada hacía hasta lo imposible para no caer dormida en su butaca, se golpeaba ella misma leves cachetadas, frotaba sus ojos, se golpeaba la cara con su libreta, hacía todo a su alcance; por el contrario, su gemela parecía estar de lo más normal, apuntando en su libreta todo lo que el profesor decía y anotaba en la pizarra.
La menor estaba más que exhausta, y de no haber sido por la campana que anunciaba el fin de las clases, hubiera caído dormida y nada la despertaría. Guardó sus cosas y tomó su mochila para caminar hacia la salida junto con su gemela; salieron del establecimiento directo a su hogar, durante todo el camino, la mayor de las peli plateadas se la paso riendo y haciendo planes para todo el día.
-¡También podemos ir al parque acuático! ¿Qué dices Pup?.--¿Ah?... Sí, sí, seria genial.-La peli plateada no pudo evitar dejar salir un largo y enorme bostezo.
La mayor se acercó y le dedicó una tierna sonrisa, disminuyó el paso para caminar al par con su hermana, ésta, por su parte, trató de sonreír, pero su semblante era uno que denotaba cansancio. Llegaron a su hogar, entraron y colgaron sus mochilas cerca de la sala, la menor tomo asiento en el sofá de la sala de estar; se dejó caer en él, desplomandoce por todo el cómodo asiento acojinado.
Su gemela fue directo a la cocina, dispuesta a hacerle un café a su querida hermana para que ésta recuperará sus energías; puso el café en la cafetera y se recargo de la barra a esperar que éste estuviera listo, odiaba ver a su hermana así, a la chica que prácticamente la mantenía y se encargaba de ella desde que tenía memoria. La infancia de ambas fue dura, demasiado difícil, no es fácil estar solas en las frías calles, teniéndose de compañía la una a la otra.
El café estuvo listo en cuestión de minutos, la peli plateada sacó una taza de la alacena y sirvió el líquido para llevárselo a su gemela; miró por unos segundos aquella cafetera, su hermana la había comprado hace ya unos tres años atrás con el dinero que ganaba trabajando en una empresa de banquetes para fiestas, ella como una de las meseras incluidas en el servicio para eventos.
Salio de la cocina y camino hacia su hermana, pero antes de que le pudiera entregar el café, ésta ya se había quedado dormida en el cómodo sofá de la sala. La peli plateada miró a su gemela con una pequeña sonrisa, se acercó a ella y la tapó con una cobija que estaba cerca.
-Dulces sueños “bella durmiente". - dijo la chica depositando un beso en la frente de su contraria. Se dirigió a la ventana y pudo notar un letrero luminoso y llamativo a lo lejos.
-¿“Freddy's Fazbear Pizza"?.- susurro leyendo la frase escrita en el anuncio, por alguna razón tuvo un mal presentimiento al pronunciar esas palabras. Decidió no tomarle importancia y subir a su habitación, aún así, su presentimiento no se fue.
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Escapemos Juntos. (Springtrap x Puppet)
FanfictionAmbos chicos se enamoran uno del otro, demostrando que para el amor no importa el físico, ni las clases sociales; pero para estar juntos tendrán que pasar diversos obstáculos y escapar de sus oscuros pasados. (Springtrap x Puppet) [Créditos a: Ed00...