Escapemos Juntos. (Springtrap x Puppet)

Capitulo XV

-Aquí estoy, perdón por la tardanza. - hablo el de ojos bicolor.

-Owinn, ¿donde te habías metido?.- La persona tras las
sombras se levanto de su asiento, dejando al descubierto su apariencia. Un hombre alto y apuesto, con una larga cabellera purpura que sujetaba en una cola de caballo; poseía unos profundos ojos negros con la pupila blanca y brillante. Su asentó español y las gafas redondas que colgaban del cuello de su camisa, solo le agregaban más atractivo.

-Arreglando ciertos problemas.- dijo el peli morado viendo a los otros dos presentes. Suspiro.
-Nada grave...- aclaro con una sonrisa.

-Genial, por que vos tiene que cuidar de los nuevos.

-¿¡Qué!? ¡Ese no fue el acuerdo!

-¿Y?... - el hombre lo miro de forma seria. -Olvidas que soy tu padre, y mientras este aquí, tú seguirás mis ordenes, ¿entendido?.- finalizo acercándose a la puerta.

-Bien... - respondió el menor entre dientes. El hombre se fue sin decir nada más. - Como odio estar aquí. - susurro entre dientes.

El estar con su padre no era nada reconfortante, pero no tenia opción, desde que su madre falleció en aquel accidente automovilístico, había estado bajo la tutela de su padre. Además, el ser menor de edad no le favorecía; en realidad no tenia mucho de que quejarse, el trabajo de su padre era muy bueno, no solo era dueño de una cadena de pizzerías, si no también de unos prestigiosos bares. Todo lo tenia en bandeja de plata, de pequeño, las "nanas" encargadas de cuidarlo lo vigilaban las 24 horas diarias; era un niño muy consentido.

Salio de la oficina, seguido por los otros dos presentes, noto que faltaba alguien, pero lo ignoro; llegaron a la pequeña sala de estar que ellos ocupaban de vez en cuando. La peli verde se sentó en un pequeño sofá y afino su violín, el de ojos pardos busco algún refresco en la pequeña nevera y se recargo de la mesa bebiéndola, por su parte, el de orbes híbridos se sentó en otro sofá, recostó su cabeza en el respaldo mirando al techo y suspiro. El moreno pensaba decir algo, pero sus intenciones fueron interrumpidas.

-¡Jefe! ¡Ya despertaron!. - hablo un muy nervioso Towtrap entrando a la habitación.

Los contrarios intercambiaron miradas confusos, el de cabellera purpura se levanto de su lugar y salio en dirección a otras habitaciones en el sótano; los restantes lo siguieron indecisos, bajaron las largas escaleras en espiral directo a aquel cuarto oscuro y desordenado. Un aire frío recorrió sus espaldas, el crujir de la Madera era terrorífica; llegaron a las habitaciones, indeciso y con manos temblorosas tomo la perilla.

-¡AUXILIO!.-Un grito proveniente del otro lado de la puerta hizo retroceder un paso a los presentes.

Towtrap decidió permanecer alejado de la puerta, el de ojos híbridos trago en seco, la puerta era golpeada con fuerza desde el interior y la perilla movida bruscamente, los gritos pidiendo ayuda se escuchaban en todo el sótano. El mayor fruncio el ceño y se acerco decidido a la puerta, giro la perilla lentamente, los gritos y golpes se detuvieron, los presentes miraban nerviosos mientras el peli purpura decidía si entrar o no. Harto de este suspenso, abrió la puerta de golpe, pero apenas lo hizo unas almohadas se estamparon con su rostro y antes de poder reaccionar un peso extra lo hizo caer al suelo.

-¡Freddy! ¡Las cobijas!.- dijo la de orbes violetas que no dejaba levantarse al de la trenza, presionando su rostro con la almohada. El nombrado tomo las cobijas y se las dio a la peli plateada.

-¿Deberíamos ayudar?.- pregunto el mexicano a su compañera peli verde mientras miraban la escena.

-Solo espera unos minutos más.