Capitulo XIX. (Final 1/3)

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–¡Por favor no!

–¡No hay alternativa!

...

–¿Puedes ayudarlos?

–Solo lograre salvar a uno.

–¿¡A quien!?

–Esa es decisión de ellos.

...

–No a él, no. No te quiero perder.... No a otro más.

...

–¡Te amo!

–Yo también te amo.

~Doce horas antes~

El castaño se acomodaba una y otra vez la corbata, estaba nervioso, y cada mínimo detalle lo ponía peor. Se miro en el espejo, acomodo su traje y volvió a acomodarlo. Era un día importante, todo estaba listo, pero no sabía si saldría bien.

-Freddy, llevas media hora haciendo eso.- el de ojos bicolor entro a la habitación, también portaba un traje.

-¿Tú no estas nervioso?- pregunto sin mirarlo.

-¿Nervioso? No, para nada. Estoy emocionado.

–¿Emocionado? ¿Enserio Owynn?– su contrario rió. –Esto es serio. No quiero que algo salga mal y – fue interrumpido.

–Tranquilo, oso, tranquilo. Todo saldrá bien.– lo tomo de los hombros y lo volteo para que lo viera. –Tú solo respira, y no te pongas nervioso, ¿de acuerdo?– le dedico una sincera sonrisa.

–Bien...– asintió y suspiro.

Ambos jóvenes salieron de la habitación en dirección al bar, el castaño no dejaba de suspirar, se veía realmente tenso, y con cada paso que daba un escalofrío recorría su cuerpo. Su contrario le dedicaba fugaces miradas, él igual estaba nervioso, pero sabía ocultarlo y relajarse, lo que menos necesitaba era estresarse en un momento como ese. El silencio era fúnebre, no sabían que decir para acabar con el tenso e incomodo momento, sin embargo, una dulce voz que tarareaba una linda canción llamo la atención de los chicos.

Conducidos por el bello cantar, se desviaron por los pasillos en busca de la persona causante de tan pegajosa melodía. Buscando cuarto por cuarto hasta dar con la dueña de aquella voz, su cabello ondulado caía por su espalda a pesar de ser algo corto, el vestido de corsé gris con una voluptuosa falda de color lila, unos largos guantes de un tono grisáceo, y con sus hombros descubiertos dejando ver su blanca piel. Seguía cantando sin percatarse de la llegada de los intrusos, en sus manos traía un pequeño dije de estrella, lo pasaba de una mano a otra y lo acariciaba con delicadeza, como si al más mínimo tacto pudiera quebrarse.  

–¿No deberían estar en el bar?– la voz de la peliverde les saco un susto a ambos jóvenes.

–¡Cami!– la nombro el peli purpura, mientras el castaño se mantenía oculto tras él.

–Owinn...– le respondió su contraria. –Deberían irse.– camino hacia el interior del cuarto de la oji violeta. –El jefe querrá verlos antes de abrir, y Puppet aun no esta lista.– tras decir esto ultimo cerro la puerta sin dejarlos responder.

–Bien, ya la oíste Owinn– el de orbes zafiro comenzó a caminar. –, vamos al bar, andando.

Su compañero no vociferó palabra alguna, solo siguió de cerca al castaño hasta llegar al interior del bar.

...

El peli naranja frotaba las manos en un su pantalón una y otra vez, alzaba el extremo de su saco y revisaba a un costado de su cinturón, viendo con preocupación el arma en su lugar. El águila noto el extraño comportamiento de su compañero; chasqueando la lengua para llamar la atención del joven, y sacándole un susto de paso, le dio una mirada de reproche.

Escapemos Juntos. (Springtrap x Puppet)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora