Escapemos Juntos. (Springtrap x Puppet)

Capitulo XIII.

Pasos lentos y firmes se escucharon a los lejos, unas voces que hablaban en susurros se percataron de la presencia de la chica. Deteniendo su caminar, se paro frente al par de guardias, los cuales la miraron de pies a cabeza, dudosos de su presencia, guardaron silencio.

-Quiero ver al jefe. - pidió la de cabello Verde. Sus contrarios intercambiaron miradas, asintieron y le abrieron paso a la chica hacia la gran puerta de Madera reluciente. Dio un paso y extendió la mano hacia la perilla.

-No entres. - una voz conocida hablo tras ella, llamando su atención.

-Owin... - dijo la chica mirando a su contrario. -¿Por que... -

-¿Estoy aquí?. - interrumpió el de ojos híbridos. - Ustedes no saben cuidarse solos, siempre causan problemas. - su contraria guardo silencio. -Ve a la sala con los demás. - ordeno a la chica.

Camino hacia el lugar ordenado, sin decir palabra alguna o hacer algún gesto de enojo.

-Cami. - la nombro el chico, pero ésta siguió caminando. -Puppet no tenia por que saber de Fred.- la de orbes carmesí se detuvo.
-Desaste de ambos, solo estorban. Ya sabes como. - anuncio para después marcharse y dejar a la chica sola en el pasillo.

En otro lugar...

-¡Baja eso Mai! - pidió la de orbes violetas menor a su gemela.

-Puppet... - hablo cansada la mayor de perseguir a su hermana. -Solo es rubor. -

-No me importa, no quiero eso en mi rostro.

-Puppet... Baja de la mesa.

La chica bajo de la pequeña mesa que adornaba la sala de estar. Su hermana ya la había transformado lo suficiente a su pensar. La menor traía un atuendo deportivo y femenino, una camiseta color vino, unos jeans lila y una chamarra del mismo tono. Su cabello había sido peinado de manera que se viera mas largo y arreglado, faltaba el maquillaje, pero la chica se reusaba a que le aplicaran una sola pisca en el rostro.

-Esta bien, tu ganas, no maquillaje. - dijo resignada la mayor. -Al natural eres linda.- comento con una sonrisa.

-Gracias. - le regreso la sonrisa a su gemela.

Todo el tiempo que faltaba para la cita, las gemelas lo ocuparon para hablar sobre lo ocurrido en el centro, dudas y precauciones que debían tomar. El reloj marco la hora esperada, dudosa, la menor salio de la casa camino a el encuentro con el rubio. Llego al lugar indicado, un parque pequeño y poco concurrido. Miro a todos lados, buscando algún rostro familiar, pero solo eran desconocidos relajándose en la tranquilidad del lugar. Se sentó en una banca dispuesta a esperar.

Los minutos pasaron volando, ya había transcurrido media hora desde su llegada, la chica se comenzaba a cuestionar sobre si el rubio llegaría o solo le había jugado una broma para burlarse de ella, no seria la primera vez que le ocurría algo así. Soltó un suspiro, “Tonta, él no vendrá” pensó con melancolía mientras caminaba hacia la salida del parque.

-¡Puppet!. - un grito la detuvo, era una voz conocida. Al darse la vuelta se topo con unos enormes ojos grises y una cabellera rubia que corrían hacia ella. Inconscientemente se sonrojo. El chico también venia vestido de forma diferente a lo habitual; pantalones negros, camisa blanca con una corbata mal amarrada, unos convers negros y, por supuesto, su típica chamarra verde olivo.

Detuvo su correr cuando estuvo lo suficientemente cerca de la chica, tenia la respiración agitada, trataba de recuperar el aliento. En sus manos traía una especie de caja, adornada con un listón blanco que le impedía el abrirse.

-Lamento hacerte esperar. - dijo el de orbes grises recuperando el aliento.

-No te preocupes, te ves cansado. ¿Qué te sucedió?.