La primer semana de vacaciones me la había pasado durmiendo. Debía de aprovechar mi descanso de la mejor manera.
El último día de clases, mi madre llegó a la casa a eso de las diez de la noche y mi padre estaba en sus viajes de negocios -aunque no fueran negocios exactamente- y sé que mi mamá llegó a esa hora porque no tuvo la decencia de dejarme dormir. Me levantó gritándome.
"¡Frank! ¡Frank!" dijo, mientras sacudía mi escuálido cuerpo. Yo entreabrí los ojos y aparté las cobijas de mi cara.
"¿Cómo te fue en tu extraordinario? ¿Lo pasaste?" dijo y yo tragué saliva. Claro que no le iba a decir que había reprobado otra vez, sería como ponerme directo en la gillotina.
"Eh, bien obtuve un 80%" dije fingiendo una sonrisa. Ella sonrió y parecía orgullosa, vaya que me la había librado esta vez.
"Muy bien, Frankie. ¿Puedo ver el examen?" Vaya, me había dicho "Frankie", estaba feliz porque de no serlo me hubiera llamado bastardo.
"No me lo dieron, ya te lo darán regresando de vacaciones, ya sabes cómo son"
"Está bien, ahora duerme" dijo y yo seguí durmiendo.
Hoy era domingo y el correo de Hickman me había llegado a eso de las once de la mañana, yo me había despertado a la una. Cuando lo abrí tenía sólo el número telefónico de Gerard, y abajo un mensaje que decía "Ponte de acuerdo con él, los exámenes los impartiré yo. El sólo te ayudará"
Y supuse que nos veríamos en casa de Gerard, así que le marqué.
"¿Bueno?"
"Eh, hola soy Frank"
"¿Sí?"
"Supongo que me darás clases particulares o algo así"
"¡Ah! Claro, Frank Iero, sí" dijo y soltó una pequeña risa. Quizá se reía de mi bajo coeficiente intelectual.
"¿Está bien que sean en tu casa?"
"Claro, puedes venir cuando quieras" y me dio la dirección de su casa, la cual no quedaba muy lejos.
"¿No tendremos algún horario o algo así?"
"No, Hickman sólo quería que yo estudiara contigo, no sé la razón. Te hará otro extraordinario...ay no"
"¿Qué pasa?"
"Se suponía que no debía decirte"
"No importa, supongo que así estaré más relajado, ¿está bien si voy hoy?" pregunté, o sea que Hickman había mentido. Sinceramente me daba igual, sólo quería graduarme.
"Claro, hasta luego, Frank" dijo finalmente y cortó la llamada.
Yo tomé una ducha antes de ir a su casa, la cual estaba ridículamente cerca. Sólo dos calles y llegaba. Dejé la habitación desordenada y bajé a la cocina, abrí el refrigerador y como era de esperarse: no había nada. Ja, supongo que seguiré igual de delgado. Sonreí irónicamente y cogí la nota que mi mamá había dejado:
Frank, ya sabes fui a trabajar, regreso a las 7.
Aquella nota que llevaba pegada ahí desde hacía seis meses, nunca lo cumplía, nunca llegaba a las siete. El pegamento comenzaba a dejar de pegar, pero aún así se sostenía un poco. Tomé las llaves del perchero y después salí de mi casa. Al llegar a la casa de Gerard, me encontré con una casa con una buena presentación. Las de Bob y Ray eran diferentes, casi igual de patéticas que la mía, pero la de Gerard estaba pintada uniformemente y los vidrios tenían cortinas bonitas para adornar. Bah, otra familia de niños buenos. Pensé al mismo tiempo en el que toqué el timbre, para mi sorpresa no me abrió Gerard. Era un chico que se parecía a el, sólo que con la cara más delgada y larga, y usaba lentes y tenía un estilo de cabello un poco extraño. Quizá lo había visto antes, del instituto.
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Opposites? | Frerard
Fanfic¿Realmente éramos diferentes? ¿Realmente me atraía? ¿Realmente era estúpido? ¿Realmente merecía todo lo que le decían? Y es así como Frank conoce a Gerard, y la vida de ambos cambia radicalmente, haciendo que el vacío que ambos sentían se cubriera...