Prólogo

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Cuando se comete un crimen, el investigador se orienta al Cuándo, Dónde y Cómo en busca de un Quién.  Al concluir, todos, absolutamente todos, menos el investigador, quedarán saboreando las ganas de llegar a un por qué.

Ender Calixto

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Se escuchan los pasos acercarse, detrás el crujido de la puerta al abrirse, Hall levanta la mirada y se pone de pié inmediatamente, firme y mirada al frente saluda tal como se le ha enseñado desde el primer día en la academia. El comandante, quien no acostumbra a recibir oficiales en su despacho le mandó a llamar.

- Descanse teniente, por favor entre.- Le dijo manteniéndose al lado de la puerta de madera que le da entrada a un despacho bastante amplio aunque con muy poco lujo, se podría considerar funcional, así son los espacios previstos en los fuertes del ejército, ya que son espacios de uso provisional, donde han pasado uno y otro militar al mando a través del tiempo.

- Tome asiento teniente, le he mandado a llamar por varios asuntos que debo conversar con usted.- Le dijo el comandante mientras le daba la vuelta al escritorio y tomaba asiento frente a él.

El comandante Jackson, un hombre de complexión muy delgada, de estatura y con voz de tono bajo suele presenciar los actos protocolares pero es de pocas palabras, Hall, desde su llegada hace un año, ha logrado cruzar palabras un par de veces, con esta la tercera. La primera vez que lo recibió en su despacho fue para darle la bienvenida al fuerte y felicitarlo por el desempeño en la academia, en ese entonces le hablo de las expectativas de mejoras en el batallón y de la formación del cuerpo élite de policía militar.

- Diga usted comandante, soy útil para algo en especial?- Le preguntó Hall convencido que su presencia allí era por algo en específico, pero aún no presentía la causa.

- Teniente, primero que nada quiero recordarle que como parte del equipo de trabajo apuntamos a formar una fuerza élite, por lo que tenemos muchas esperanzas en la promoción.- El comandante hizo una breve pausa y justo entonces miró a Hall al rostro, parecía no desear ser evasivo y atender el punto - Sin embargo, no lo he mandando a llamar para eso, ya lo sabe desde su llegada. Lo mandé a llamar puntualmente para darle la noticia del deceso de su padre, el teniente coronel Charles Hall.- En ese instante exhaló el aire restante en un suspiro que denota la mala noticia y bajó la mirada.

Hall se mantuvo en silencio sin quitarle la mirada al comandante Jackson, su respiración pareció hacerse más lenta, parecía absorto, inexpresivo, como si no estuviera.

- Mi sentido pésame Hall, hice los arreglos para que te traslades a primera desde la base al aeropuerto internacional de Filadelfia. Allí te esperan para llevarte al acto protocolar.- Hizo una pausa como esperando alguna reacción de Hall, quien solamente escuchaba con la mirada al frente, su expresión se hacia más rígida, tal vez estaba contenido.

- Hall, por favor, tómate un par de días, trata de arreglar lo que tengas pendiente allá.- Le dijo el comandante mientras le daba la vuelta al escritorio y se detuvo al lado de Sebastián.

Hall se puso de pié frente la silla. - Me puedo retirar comandante?-

- Por supuesto Hall, adelante, no olvide lo que le he dicho respecto a tomarse los días, considérelo una instrucción.- Hall se volteó en ese instante, frente al comandante saludó con el gesto correspondiente - Entendido mi comandante.-  y salió de la oficina, más inexpresivo de lo acostumbrado. El general le vio salir con gesto algo triste en su rostro, tal vez se puso en su posición o tal vez recordaba alguna experiencia similar vivida, lo cierto es que se condolía del joven teniente, Sebastián Hall. 

El Escultor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora