El Escultor.

Los motivos

Esa tarde Hall se organizó, arregló su poca ropa en el pequeño armario de la habitación, pensó en lo justo que quedó a pesar de llevar ropa para pocos días, pensaba como se organizaría para poder mandarla a lavar, por lo que había podido apreciar, sus días allí tal vez se prolonguen un poco más.

Mientras terminaba de organizar se acostó un rato a descansar, cuando casi se dormía recibió un mensaje de Ashbil, no había podido hablar con él, se le había pasado aunque lo había planificado. Al ver el nombre en la pantalla pensó que se trataba de la camioneta, así que decidió que puede esperar un poco, no quería perder el sueño y dejo caer su mano con el celular, sabe que debe aprovechar esas horas de sueño diurno porque en las noches, por ser más largas, los sueños vuelven a robarle energías en vez de aportarle, se durmió pensando en Alexander.

Esos breves ratos de reposo que suelen parecer infinitos, donde el cuerpo se relaja por completo y al despertar estás desorientado, eso fue lo que lo sucedió a Hall esa tarde, al despertar se asomó por la ventana de vidrio claro que se oculta tras una cortina de bloqueo de luz y observa que la tarde está finalizando y casi le abre paso a la noche. El sueño había sido profundo, reparador. Se ubicó rápidamente, en su mente en fracciones de segundos aterrizó en esa habitación de hotel, al despertar, parecía creer que estaba en su alcoba, en Washington, allí comprendió que ese descanso lo necesitaba, el viaje aunque sintió que fue ligero, lo había dejado agotado. Decidió tomar una ducha larga con agua caliente, que le ayude a relajarse primero, acostumbra a hacerlo aunque al final de la ducha deja que salga el agua lo más fría posible, le estimula la circulación y reactiva las energías por completo, estimó que en poco tiempo recibiría la llamada de Louise.

"La llamada de Louise... Louise, un momento! yo recibí un mensaje de texto antes de dormirme o dormido tal vez" pensaba mientras ya estaba debajo el flujo de agua, la ducha tenía microporos masajeadores que le relajaban rápidamente, trató de no olvidar revisar nuevamente los mensajes para confirmar de qué se trataba, ahora que lo pensaba mejor, el mensaje pudo ser de Louise cancelando o Alexander, continuó pensando en ello un poco más pero se dio por vencido en su adivinanza.

Para cuando salió de la ducha encendió el televisor y mientras sintonizaba un canal de noticias se sentó en la cama y repicó el teléfono, atendió y era Louise para informarme que en diez minutos salía por él, lo que daba un margen escaso para vestirse y dejar la habitación optima para cuando regrese. Estando listo observó el reloj y le quedaba apenas cuatro minutos. Recordó el mensaje de texto recibido mientras se dormía, revisó la bandeja de entrada y se percató que se trataba de Ashbil, abrió el mensaje.

"Buenas tardes hermano, por favor apenas puedas devuélveme la llamada. Es importante."

- Es importante.- Susurró mientras bloqueaba el celular, eso significa que no es urgente, es no lo olvides, hazlo aunque no lo hagas de inmediato o así lo interpretó, tenía poco tiempo para la llegada de Louise así que bajó a recepción mientras guardaba el celular en su bolsillo, al bajar saludó cordialmente al recepcionista a quien no le tendió la llave de la habitación, este parecía esperarlas pero Hall la guardó en su bolsillo y salió al encuentro con Louise, que estaba aparcada fuera del hotel esperándole.

Aunque el camino fue de pocas palabras, se sentía un ambiente relajado, el descanso le trajo tranquilidad aunque el encuentro le llenó de dudas, Louise lucía un jeans gastado y una blusa blanca que dejaba sus hombros desnudos, mentiras conducía, el de ratos breves la miraba en la oscuridad del auto, aunque no podía detallarla, le parecía una mujer que conserva su atractivo intacto y pensó incluso que estaba aún más atractiva, lo que pudo confirmar al bajar del auto cuando llegaron un local de comida mexicana llamado la iguana roja. Por un instante recordó los muchos sitios de comida tradicional que visitó en México, Louise sabía que Hall gustaba de la comida mexicana, por lo que pareció elegir a su gusto, además de bastante informal... relajado.