Estaba tirada en el sofá, pensando en Alex, en lo que me había propuesto ayer, un no sabía que responderle.
Tomé mi móvil y busqué su número en mis contactos, me lo dió antes de marcharse ayer para decirle si iba a aceptar la invitación o no. Al tercer tono de la llamada, me lo cogió.
-¿Si?
-¿Tienes algo que hacer esta tarde?
Estuvo en silenció un segundo.
-¿Scarlett?- pude notar su sonrisa por como dijo mi nombre- no, no, estoy libre toda la tarde.
-¿Y esa cena sige en pie?
-Claro- soltó una pequeña carcajada- En dos horas voy a buscarte, bueno, en dos horas doy un paso y me paro en frente de tu puerta- se rió y yo le seguí.
-De acuerdo, hasta luego.
-Adiós- dijo tiernamente, y después de unos segundos, colgó.
Me levanté del sofá y fuy a mi habitación. Me quedé parada en el armario como media hora, intentando buscar un vestido o algo que fuese elegante, pero todo eran chaquetas de cuero de diversos colores, camisas básicas, con letras o algun que otro dibujo y pantalones claros y oscuron y alguno que otro con roturas. Pero nada más, ningun vestido, ningun pantalón elegante, ninguna camisa, ninguna americana.... ¿Qué podría ponerme?
-Katy- la llamé porque ya estaba demasiado desesperada y no me quedaba mucho tiempo- necesito tu ayuda. Necesito un vestido, zapatos de tacón y un bolso elegante.
-¿Cómo?- se rió-¿Puedo saber porqué quieres todo eso? ¿Tú? ¿La amante de las camisetas y los vaqueros?- se rió aún más fuerte, me estaba poniendo nerviosa.
-Es que... tengo una...bueno, una.... ¿cita?- respondí casi dudando de lo que decía.
-¡¿Una cita?!- gritó- ¿Con quién?
-¿Te acuerdas de.... el amigo? ¿Con él que quedé a comer el viernes?
-Si...- dudo un poco pero luego se acordó- Oh! madre mia,vale, emmm.... estoy allí en cinco minutos.
-Vale, muchas gracias, de verdad. Nos vemos.
Colgé la llamada y me dirijí hacía mi tocador. Decidí empezar a maquillarme, la cosa rara esque si tenía lo suficiente de maquillaje como para creear cualquier look, pero no tenía ni un solo vestido elegante.
Sonó el timbre justo cuando terminé de maquillarme, Katy había tardado más de cinco minutos, casi media hora.
-¿Donde estabas?
-Siento llegar tarde- dejó la gran bolsa que llevaba en mi cama- pero es que estaba con Liam algo lejos de aquí.
-Bueno, no te preocupes tengo media hora antes de que me venga a buscar- me hacerqué a la bolsa- ¿Qué has traido? Solo te he pedido tres cosas.
-Si pero no todos los días mi mejor amiga me pide que le traiga un vestido, así que he traido varias opciones.
Habrí la bolsa y empeze a mirar: un vestido rojo, otro negro y por último uno verdoso.
- No tengo tiempo para probarme todos los vestidos, me probaré el verde, se ve bonito.
-Como quieras, tienes para elejir.
Fuí al baño me quité la toalla y me puse ropa interior. Después salí con el vestido puesto y me mire en el espejo.
-Madre mia, ¡estás hermosa!- me dijo Katy emocionada.
No me quedaba mal, se ajustaba a mi figura.
-Pero cariño, ese tipo de vestidos van sin sujetador- me dijo Katy- se ve mal si se ven las tiras.
-¿Como? ¿Que me quite el sujetador?- si que se veía mal que se vieran las tiras negras del sujetador, pero no me hacía a la idea de salir sin él.
-Vamos, que llegaras tarde.
Fuí al baño y antes de cerrar la puerta Katy me llamó.
-Ponte esto- me dio un par de pezoneras de silicona y yo me reí ante la situación.
Me puse unos tacones altos negros que me trajo y un bolso pequeño de mano tambien negro.
Decidí alisame un poco el pelo, y ya estaba lista para la noche.
-Bueno.... ¿estoy bien?- le pregunté a mi mejor amiga algo dudosa.
-Estas preciosa- se levantó de la cama y se paró en frente de mi- y quien diga lo contrario esta ciego- me sonrió.
Después la abracé, le agradecía todo lo que había echo por mi.
Sonó el timbre y mi corazón empezo a acelerarse.
-Ya esta aquí- soltó Katy con una sonrisa.
Le devolví la sonrisa y solté un suspiro antes de ir a abrir la puerta.
-Buenas tardes- no era Alex, era un empleado de correos- ¿es usted Scarlett Woodhouse?
-Si.
-Aqui tiene- me entrego un paquete y una hoja para que la firmara.
-Muchas gracias- firmé y coji el paquete.
-Que tenga una buena tarde.
-Igualmente.
Estaba un poco desconcertada, eran las ocho y diez, y aún no venía.
***
Pasaron dos horas, Katy se tuvo que ir porque quedó con Liam y no quería fastidiarle la noche a ella, así que me quedé sola en mi apartamento.
No había rastro de Alex, fui a su puerta pero nadie me abrió, le llame pero no me cogía el teléfono... así que decidí rendirme y quitarme el vestido, desmaquillarme e irme a dormir, pero justo cuando me quité un zapato, sonó el timbre y mi corazón se aceleró. Volví a ponerme el zapato y fui hasta la puerta y cuando la abrí, me encontré con un Alex vestido de etiqueta.
-Lo- lo siento- dio un paso hacia mi y me cogió de la mano- lo siento enserio, lo que pasó es que mi padre me llamó esta mañana para tener una especie de reunión familiar pero me dijo que iba a ser simplemente media hora, una hora como mucho y pensé llegar pero la cosa se alargó, pero realmente quería venir, enserio- se me quedo mirando con culpabilidad en los ojos- Se que estas enfadada ahora, yo también lo estaría. Y quise llamarte pero mi teléfono se quedo sin batería y... lo siento, lo siento enserio.
-¿Puedo hablar ahora?- contesté soltando una pequeña carcajada. El se me quedó mirando un buen rato y luego soltó un suspiro mientras asentía- no estoy enfadada.
El se me quedó mirando perplejo.
-¿Ha no?- preguntó.
-No- me reí- te conozco desde hace muy poco, pero tenía una corazonada de que tenias una buena explicación por no haber acudido a la cita.
-Entonces.... ¿No estas enfadada enserio? - me preguntó para asegurarse y yo solté una carcajada a la vez que negaba com la cabeza- menos mal- sonrió- Quiero recompensarte, aun falta noche, son solo las diez. Pidamos una pizza o algo.
-Mañana es lunes ¿recuerdas? tengo clase temprano y la pizzería ya estará cerrada ¿no crees?- me reí- mira, antes pedí comida china para Katy y para mi pero ella se tuvo que ir así que... te quedas a cenar fideos conmigo?- levanté los hombros y le sonreí.
- Me encantaría- sonrió.

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Mi Esperanza
Ficção AdolescenteScarlett Woodhouse es una universitaria de 20 años, sin padres, sin familia... Su única familia era su tío, pero murió por un accidente de tráfico y su vida desde ese momento se volvió triste, apagada... Hasta el día en que conoció a Alexander McCa...