Antes de cenar fui a desmaquillarme y a ponerme algo más cómodo que un vestido ajustado al cuerpo. No hay nada mejor que un short, una camiseta de tirantes y zapatillas.
Fui al comedor y solté un suspiro al andar sin esos zapatos de tacón incómodos.
-Mucho mejor- camine sonriendo.
-¿Sabes? Te quedaba bien ese vestido, estabas preciosa- me dijo Alex sonriente cuando me senté a su lado en el sofá- aún que bueno, tu siempre estas preciosa- se me quedó mirando, con esos encantadores e intensos ojos azules que me ponían nerviosa.
-Gracias- casi le susurré mirándole también a los ojos pero después aparte la mirada- bueno, ¿cenamos?- el simplemente sonrió y asintió.
Nos quedamos como una hora comiendo, ablando y riendo. Fue estupendo, solo estábamos el y yo.
Aún no se como acabé con mi cabeza en su hombro y con su mano jugando con la mía, pero ese momento me pareció muy tierno, y dulce. Tenía mucho sueño, así que me dormí sin quererlo en su hombro.
***
Me desperté por unas caricias en mi mejilla, y cuando abrí los ojos, vi que era Alex.
-Buenos días, dormilona- me sonrió tiernamente.
-Buenos días- le sonreí de vuelta- ¿que hora es?
Alex miro su reloj.
- Son las siete de la mañana.
《Hora de despertarse, Scarlett》me dije.
- ¿Cómo sabes a que hora me tengo que despertar?- pregunté.
-Me he tomado la libertad de mirar tu horario en tu agenda, espero que no te haya importado pero quería saberlo para despertarte a la hora.
No me molestó en lo absoluto, es más, se lo agradecía por haberse preocupado por que no llegase tarde.
-No te preocupes no me a molestado- Alex simplemente me sonrió.
- Vamos- extendrió la mano hacia mi para levantarme de la cama- te he preparado el desayuno.
-¿Enserio? Muchas gracias, pero no tenias porqué molestarte de verdad.
- No te preocupes, quería hacerlo- cuando estube ya fuera de mis cobijas, nos dirijimos hacia el comedor.
Cuando vi la mesa me quedé algo perpleja: huevos revueltos, tostadas con mantequilla, zumos de naranja y cafés.
-Wow- le sonreí mientras acariciaba su brazo a modo de agradeciento- Gracias.
Le dí las gracias porque normalmente por las mañanas yo no solía desayunar, simplemente por el echo de que me levantaba muchas veces tarde y no me daba tiempo.
-No tienes porque darlas, vamos a desayunar.
-Voy, pero primero voy a lavarme la cara para despertarme un poco.
-Vale yo te espero aquí- se fue a sentar en la mensa mientras yo me dirigía al baño.
Después de despejarme un poco, salí del baño para ir a desayunar con Alex, me senté en frente suyo.
- Esta tarde tendré que ir a comprarme un despertador nuevo, no se que le a pasado, pero el que tenía se a estropeado- bufé al recordar que dentro de dos días tenía un examen y no había estudiado nada- pero esta tarde no puedo, tengo que estudiar para un examen que tengo el miercoles.... no puedo perder tiempo... -levanté la mirada y observé que Alex me miraba con cara divertida- Lo siento- me reí mientras me diculpaba- es que siempre hablo en voz alta por las mañanas de lo que tengo que hacer durante el día, así me organizo mejor.
-¿Hablas sola?- se burló.
-Si, algo así- contesté riendome a lo que el se unió.
-Si quieres no vayas esta tarde, yo puedo seguir despertándote por las mañanas, vivo en frente y siempre me levanto ha estas horas para correr.
Me quedé observandolo, eso era pedirle demasiado, no quería molestarle.
-No, no. Eso es demasiado, bastante has hecho preparando el desayuno... no te puedo pedir algo así, además- Alex no me dejo hablar porque me cortó.
-Tu no me lo has pedido, yo me he ofrecido- me dijo mirándome directamente a los ojos- enserio Scarlett, no me molesta.
Me quedé algunos segundos pensandolo, pensando si sería una molestia para él, pero luego acabe accediendo.
- Vale, ahora a desayunar.
Después de comernos todo lo que él había preparado, cogí ropa y mis toallas y fui a darme una ducha.
Después de quince minutos, salí ya vestida y con una toalla en la cabeza para dirigirme a mi habitación para maquillarme un poco y luego volver al baño para sequarme el pelo y peinarlo. Regresé a mi habitación, puse algunos libros en mi bolso y me paré en frente de Alex.
-Ya estoy.
-Que rápido- soltó una carcajada- aun faltan quince minutos para que nos vayamos.
《¿Vayamos?》pensé.
-¿Como que vayamos? ¿Me vas a llevar tu?- le pregunté a lo que él asintió- No Alex, ya has echo bastante enserio, no quiero moles- Alex volvió a interrumpirme.
-Como vuelvas a decir la palabra "molestar" me enfadaré- se levanto del sofá y se paró enfrente mio. Yo solo bajé la cabeza y me diculpé- Escuchame Sclarlett- me levantó la cabeza suavemente con sus dedos para que le mirase s los ojos- te lo estoy diciendo yo, tu no me has pedido nada, quiero hacerlo ¿vale?- simplemente asentí con una pequeña sonrisa- además, tu no me molestas.
Me ponía nerviosa con sus frases, cada vez que decía algo parecido mi corazón se aceleraba y sentía el calor en mis mejillas.
-Vamos, pasaremos por alguna cafetería a coger algo rico- me sonrió y yo no pude evitar hacer lo mismo- me aprtece algo dulce ¿y a ti?- yo simplemente me dediqué a asentir.
Ya en el coche y con una pequeña caja de donuts ya vacía, nos dirigimos a mi Universidad.
No tardó nada en llegar porque mi Universidad no estaba muy lejos de el apartamento.
Cuando se estacionó en el aparcamiento, me vino algo a la cabeza ¿Dónde había dormido él?
Me quedé parada, sabía que él me había llevado a la cama ayer, pero si me despertó fue que había dormido en mi casa.
- Alex....- le llame sin mirarle- me acabo de dar cuenta de algo....
-¿De que? ¿Te has dejado algo?- preguntó.
-No, no. No es eso. Es que me acabo de dar cuenta de que si esta mañana estabas en mi casa es porque habías dormido allí. Tu donde...- no me dejo terminar la frase porque me respondió.
-Tranquila, dormí en el sofá- contesto divertido.
-Vale- solté un suspiro riendome por la situacion- bueno, muchas gracias.
-No hay porque darlas.
-No enserio, gracias por todo, a sido un detalle por tu parte- le dije sinceramente mirándole a los ojos él simplemente me regaló una encantadora sonrisa.
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Mi Esperanza
Novela JuvenilScarlett Woodhouse es una universitaria de 20 años, sin padres, sin familia... Su única familia era su tío, pero murió por un accidente de tráfico y su vida desde ese momento se volvió triste, apagada... Hasta el día en que conoció a Alexander McCa...