El murmurador

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Reconocemos que nuestra vida no es interesante cuando estamos al pendiente de otras. Solo ese simple deseo de saber que les sucede a otras personas me hace sentir real, porque no solo observo, también me involucro. Y es ahí cuando hago parte de la vida de los demás, aunque sea una minúscula presencia lo que yo pueda ofrecer. Es por eso, que al saber el drama que se estaba formando entre dos de mis compañeras de clase, no dudé en salir de las sombras y averiguar que ocurría.

Habían pasado unos dos años cuando supe de la existencia de Madison y Pam. Ellas eran mejores amigas desde quién sabe cuándo. Solo sé, que cuando las conocí, parecían esa clase de amigas disfuncionales. Si, las que crees no deberían estar juntas pero se la pasan de un lado para otro.

Pam era algo callada, de pequeña estatura, con el cabello castaño y corto, y la más inteligente de la clase. No por esa razón se le consideraba nerd, porque al momento de ella tener confianza con todos, mostraba facetas que nadie más conocía. Yo había quedado sorprendido con alguna de ellas.

Madison por otra parte, era alta, delgada y muy guapa. Su cabello era largo y negro. Era inevitable no echarle un ojo al saber que estaba cerca. Ella era esa clase de chicas que al saber lo lindas que eran, no dudaban en sobreexplotarlo. Y es ahí la parte que no debía ir con ella, si de perfecta querías pensar que era. Salía con un montón de chicos. Cada semana era uno diferente. Tanto así, que esperaba mi turno porque no sabía en qué momento me tocaría a mí. Su mala reputación se había incrementado cuando empezó a salir con dos chicos del salón al mismo tiempo. Para simplificarlo, diré que fue un completo desmadre cuando los compañeros se enteraron.

Al principio le había creído a Madison cuando decía en su defensa que los chicos cortaban con ella. Entonces la miré fijamente de pies a cabeza y supe que solo estaba diciendo puras tonterías.

Sin importar que, Madison y Pam se querían mutuamente, o eso era lo que hacían, hasta que Pam por primera vez se abrió a un nuevo sentimiento para ella.

Según lo que le había susurrado a Madison en clase de historia, se había encontrado con un tipo al que conocía desde antes, pero que ahora se había puesto bueno, y le interesaba. No alcancé a escuchar que le decía Madison, pero por la reacción que había tenido Pam, supuse que le aconsejaba sobre amoríos, desde la gran experiencia que su mejor amiga tenía.

Alrededor de una semana, Pam se comportaba diferente. Se le veía muy feliz y más confiada con los demás. De esa manera me llegué a enterar que Pam y un tal Alex, estaban saliendo, o más o menos tenían algo entre ellos. «Química» fue lo que ella me dijo.

Sin embargo, presentía que algo iba a ocurrir, al saber que me lo había contado a mí, antes que a Madison.

Entre amigos y otras cosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora