¡Yo te cubro! *AsaNoya*

39. Desde el otro lado

Odiaba esto

El tiempo se me había echado encima demasiado rápido. 

El vacío que había en la mesa que estaba junto a la mía cada vez era más denso ¿En que momento Nishinoya se había vuelto tan imprescindible a mi lado? ¿En que momento había comenzado a extrañarlo tanto? Echaba de menos sus estupideces en clase, esa manera que tenía el de hacer que hasta la clase más aburrida se hiciera interesante. Y ahora ya no estaba, expulsado por un mes... 

Espero poder verlo luego, aunque solo sea tenerlo a mi lado, aunque jamás pueda volver a verlo a la cara después de eso al menos no sentiría el espacio a mi alrededor tan vacío sin el. El aire a mi alrededor no se sentiría tan denso, tan oscuro ni tan terrorífico si estaba a mi lado.

En ese tiempo había tenido mil oportunidades, mil oportunidades para acercarme y hablar, para dejar que se acercara a mi y poder entablar una conversación decente con el. Pero cada vez que lo veía, con esos ojos profundos y sinceros mirándome tan fijamente me acobardaba, aun recordaba esos mismos ojos

Pero no iba a ser así

Miro la hoja como si fuera mi sentencia de muerte, no, no me equivocaba, ahí estaba totalmente escrito con la negra tinta impresa, mi nombre, en una larga lista con otros 19 nombres más entre los cuales no se encontraba el de Nishinoya. Quizá una parte de mi estuviera deseando tenerlo en clase para poder volver a hablar con el de manera normal aunque creyera que es inútil intentarlo, quizá una parte de mi deseara olvidar en ese momento mi lado cobarde con la ayuda del profesor. Quizá esa parte de mi estaba decepcionada del camino que tomaron las cosas y de que... definitivamente Nishinoya Yuu y yo no volveríamos a ser amigos aunque eso no solo fastidiaba a esa pequeña parte, sino que me fastidiaba por completo.

Y el tiempo paso... más y más rápido

El curso comenzó de nuevo, y antes de darme cuenta ya llevábamos un mes de clase, un tortuoso y aburrido mes. No podía ser peor, no me llevaba bien con los de clase, la poca gente que me conocía estaba en la clase anterior y de ellos no había nadie en esta, por lo que de nuevo estaba en la esquina de atrás de la clase y todos me miraban como si fuera a venderlos a la Yakuza solo por mirarme a los ojos, en serio ¿tanto miedo daba por mi aspecto? Quizá debería plantearme cortarme el pelo y afeitarme, pero me gustaba demasiado como me quedaba... 

Echaba tantísimo de menos el ambiente de la cancha, echaba tanto de menos a mis compañeros. Daichi que siempre me daba ánimos, quizá no de la mejor manera pero lo hacía, Suga siempre estaba ahí con una sonrisa gentil para confiandome cada una de sus colocaciones, echaba de menos los gritos de Tanaka, lo confiable que era Ennoshita en la parte de atrás y a los dos callados que completaban el equipo, no me había relacionado con ellos más.

Al final, los pensamientos acabaron llevándome hasta el gimnasio, Viendo a los dos chicos nuevos entrenar con el equipo, viendo a todos moverse lo la pista... No podía olvidar lo bien que se sentía, el sonido de las zapatillas contra el suelo, la risas, los gritos mientras se jugaba... Pero eso se había acabado...

Me giro y me quedo de piedra al ver a Daichi, oh dios, me iba a echar la bronca por dejar el equipo, debía huir, intento saltar una de las paredes del túnel hasta el pabellón, daba autentico miedo cuando se enfadaba y no me gustaba verlo de esa manera.

-¿A dónde vas?

-Me voy. ¡Das miedo cuando te enfadas!-digo subiendo me al borde. Veo como su cara cambia a una de enfado

-NO ESTABA ENFADADO SOLO QUERIA HABLAR

¿No estaba enfadado? Me giro bajando del murillo y quedando cara a el ¿de que querría hablar conmigo? Yo pensaba que... No querrían volver a verme ni a hablar conmigo

-¿De... De que querías hablar conmigo?

-¿por que no has vuelto al equipo? No... Ya se por que no lo has hecho... El peso del equipo no debería caer todo sobre tus hombros, todos deberíamos habernos repartido ese peso pero... -veo como suspira y me mira fijamente- si no quieres volver no te lo vamos a impedir pero... Si te sigue gustando el Volleyball es suficiente para seguir jugando, ganemos o perdamos... A parte... Prometiste con nosotros que llevarías a Karasuno a lo mas alto...

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Mi corazón latía a mil. Miro mi mano, roja y caliente, tal como había dicho ese chico de pelo naranja de primera aquella vez que había venido a hablar conmigo, había olvidado lo bien que se sentís, lo increíble que se sentís golpear el balón con todas tus fuerzas y ver como golpeaba el suelo con un fuerte golpe, ver la cara de asombro de los otros. Escuchar los gritos fe felicidad... Por un estúpido momento había rechazado eso solo por miedo a ser bloqueado pero...

Miro a mi alrededor con una sonrisa mientras el partido se daba por concluido. Tenia al mejor colocador y en tenia a ese chico de primero que lo hacia tan bien. El de pelo naranja era una carnada increíble y facilitaría el anotar y por ultimo, si fallaba siempre tendría al mejor libero, al mejor libero que había...

...Nishinoya...

Y por fin, después de tanto tiempo, nuestras miradas se cruzaron mientras todos los demás recogían, mientras todos hablaban y gritaban emocionados solo nos mirábamos, en el mas absoluto silencio, agenos a todo lo que pasaba a nuestro alrededor, no a todo, estaba muy consciente de el, de volver a tenerlo frente a mi, de su intensa mirada, casi podía escuchar su corazón latir dentro de mi pecho

-Quiero hablar contigo-decimos los dos a la vez, ambos queríamos hablar, ambos queríamos recuperar lo que había antes entre nosotros. Ambos queríamos de vuelta a nuestro mejor amigo.