Papeles Invertidos (Gerard Way)

Capítulo 1

Y ahora mi vida era perfecta. Pero no siempre lo fue.

 No tiene más de un año que se cumplió uno de mis sueños. Pero, antes de siquiera estar cerca de lograrlo yo era un estudiante marginado. Mis compañeros y mis maestros me odiaban. Pero no todos. Tenía 3 amigos y a mi hermano Michael, ellos no me odiaban.

Mi mejor amigo es Frank. Es chaparrito a mi lado, y está enamorado de una chica rara llamada Jamia. Luego viene Raymond, o Ray, su novia se llama Crista y es muy buena onda, a todos les cae bien; incluso la gente piensa que es raro que yo sea uno de sus mejores amigos. Y Bob, es súper buena onda y tiene una obsesión por Mr. Bean y los gatos. Michael, bueno Mikey, es mi hermano menor, por 3 años. Lo quiero mucho.

Hay una chica que me gusta mucho. Se llama Lindsey y es cool. Solo hay un problema.

Yo no soy cool.

Ni en mis sueños saldría conmigo, además ya tiene novio.

Bueno, cuando no estoy con mis amigos en la escuela, estoy oyendo My Bulletproof Romance. Es una banda punk. Son 4. Esta Mau Lorel, el baterista. Tiene 16 años, y su ídolo es Jimmy "The Rev" Sullyvan. La guitarrista Rítmica Ana Cresta; tiene 15 años, y siempre, siempre trae puesta la playera de alguna banda. La guitarra principal es Danny Cobalt, ama los ninjas y el anime, es genial. Y por ultimo esta la bajista y vocalista ________ Lorel. Hermana pequeña del baterista, tiene 15 años y ama Green Day.

Son mi banda favorita. Mis amigos y yo queremos formar una banda. Yo sería vocalista, Mikey el bajista, Ray la guitarra principal y Frank la rítmica, Bob se encargaría de la batería. Todos amamos My Bulletrpoof Romance. Así que nuestro nombre seria My Chemical Romance. Yo tengo 15 años. Mikey 12, Frank 14, Ray 16 y Bob 16.

Pero mis días son horribles, falta poco para vacaciones de primavera. Vamos tiempo, vuela.

-Gerard Way...- Oí a la maestra llamarme, sacandome de mis pensamientos.

Yo la voltee a ver y todos me miraron.

-¿Quisieras compartir tu poema con nosotros?-Me dijo sarcásticamente. Hasta los profesores me molestaban.

-¿Tengo cara de que quisiera compartirlo?-Le dije irritado.

-No, pero igual lo tendras que hacer, pasa por favor...-Me hizo pasar. Yo suspire pesadamente y me pare de mi lugar con mi cuaderno en la mano. Me paré en frente de todos y leí.

No se si me veras, en efecto, creó que mi presencia no notas.

Pero no hay nada que deseo tanto, como tu mano sobre la mía. Que tu existencia sea la causa de la mía. Que las tristezas y las alegrías sean compartidas. Por favor, ¿que no me ves?

Te quiero, por que te quiero. Y quiero que me quieras como yo te quiero. Algún día te darás cuenta de que estoy aquí, yo lo sé. Lo tuyo y lo mio esta mas que predicho por algo mas fuerte que el destino, por amor.

Lo escribí, y lo estoy leyendo mientras pienso en Lindsey, o Lyn z como le dicen, pero al final, siempre me acuerdo de ______, mi amor platónico, cuando voy a la mitad, no importa si se lo leo a alguien o si lo leo para mi. ¿Pero por que?

Me aplaudieron de mala gana y regrese a mi lugar.

Lyn z se sienta al lado mio, pero nunca hemos realmente hablado.

-Oye, eso es lindo Gerard, si Gerard...- Me sonrió.

-Gracias...-Le dije algo extrañado.

-De nada...-Me sonrió y cortamos la plática.

No estoy seguro, pero siento que Lyn z no es la chica que busco después de todo.

~~Narras tú~~

No podía creer que mi madre me había prohibido entrar a otra preparatoria que no fuera la de Nueva Jersey, ¿que no sería mas fácil ir a la de New York, ya que hace 2 días vivíamos ahí?

Ahora el avión está aterrizando. Espera, ¿y mis lentes?

Mucha gente cree que es por anonimato, pero en realidad es porque el flash de las cámaras de los paparazzi a veces lastiman los ojos; y, es decir venía en un jet privado, volando desde New York hasta Nueva Jersey, para entrar a la prepa de la ciudad natal de mis padres. Ahora entiendo por qué mi madre no me había querido inscribir allá. Ana, y los demás también se van a venir, digo Mau tiene que, y Danny también.

Como sea, el punto es que empiezo el próximo lunes, y hoy es miércoles.

¿Quién dijo que las celebridades no iban a la escuela?

Oh, ya llegamos. Me quite mis audífonos y los guarde en mi mochila, me puse mis lentes y decidí salir del avión. Quería que lo primero que viera al salir fuera el cielo, pero fue el flash de una cámara.

Hasta eso, había un poco menos paparazzi de lo que regularmente hay. Bajé del avión poco a poco, sonriendo a las cámaras, y como era privado, no había gente alrededor o cerca. Ana bajo después, con su mochila y agarrada de su madre del otro brazo. Estoy segura de que no se agarró a voluntad propia. En seguida bajo Danny, que se intentaba bajar un gallito que traía mientras con la otra mano sostenía su mochila en su hombro, hasta el último bajo Mau, que hacía todo lo posible por limpiar la baba seca de su mejilla.

Yo también iba a agarrada de mi mamá, pero hasta eso, no me molesta.

Cuando llegamos al aeropuerto, ahí se complicó todo. Cámaras, autógrafos, fans, gente de contrabando y seguridad se mezclaban. Me agarré de todos y cruzamos el mar de gente en bolita. Ya estaba tan acostumbrada a esto, que realmente no me molestaba, cuando por fin logramos subir a la limo que nos fue a recoger, cortesía de nuestras representantes, o mejor dicho mi madre y la de Ana, pudimos descansar un poco. Aunque suena ilógico, era agotador.

 Ana me venía platicando.

-No puedo creer que realmente se hayan creído que fue ella…-Me dijo sorprendida.

Recientemente, se cree que alguna de sus primas trafica droga, pero es raro, porque creen que es la más inocente de las trillizas.

-Ten en cuenta que no hay nada que lo justifique…-Le dije animándola. Ni ella ni yo creíamos capaz, a alguna de las 3, de traficar.

-Bueno, ¿podemos dejar eso por un lado y concentrarnos en que haremos de ahora en adelante?-Dijo Mau, interviniendo en la discusión.

-Vale…-Dijo Ana resignada.

Realmente no creo que Ana haya dejado de pensar en ello, pero por lo menos ya no decía nada.

 Antes, el momento en el que nos hubieran enseñado la casa en la que viviríamos, probablemente hubiéramos creído que era un sueño, pero ya nos habíamos acostumbrado a esto, entonces solo nos dispusimos a pelear por la habitación más grande.

-¡Es mía!-Corrí en cuanto entré y me encerré. Ja, había ganado. Era la más grande y estaba hasta la esquina.

Ana se quedó con la segunda más grande, la de al lado. Mau con la que sigue, y Danny la de al lado de Mau.

Nuestras madres, quien sabe cómo se acomodaron y sinceramente no me importaba.