Capítulo 21.-The Last Time.

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Ya no entendí.

O sea, me quiere, pero besa a Andy Biersack –que por cierto debe ser 100 veces mejor qué besarme a mí-.

No quiere nada conmigo, pero no me quiere con Lindsey.

¿Qué tan miserable tengo que ser para que este satisfecha?

-Gee, no era lo que parece…-Me dijo dudando, sin querer soltar mi brazo.

-Explícate-Le dije, necesitaba entender lo que estaba pasando.

-Yo te diré.

Me voltee para encontrarme con el famoso Andy Biersack, vocalista de Black Veil Brides.

-Dime entonces-Le dije, enojado. Más que enojado, estaba confundido.

-Mira, es mi culpa ¿de acuerdo?-Me dijo, suspirando en cuanto termino la frase.

-Me negué a creer que después de estos 2 años, ella aún no sintiera algo por mí…-Dijo completamente desconcertado.

__________ mantenía la mirada baja.  Al parecer es cierto.

Le di media vuelta y la hice mirarme a los ojos levantándole el mentón con mi mano.

-¿Es verdad?-Le dije, hurgando en sus ojos, que me volvían loco. Ella vaciló un momento, y luego asintió levemente con la cabeza, para bajar la mirada.

-Oye…-Me dijo levemente cortando la frase aún con la mirada baja.

-¿Hum?-Le dije de la misma manera, pero mi mirada estaba clavada en ella.

-Te quiero-Me dijo, levantando la mirada y con las mejillas sonrosadas. Dios, era preciosa, ahora entiendo porque Biersack la deseaba tanto, y lo afortunado que era por tenerla.

-Y yo a ti-La abrasé. ¡Puta madre! ¡las flores!

Me separé de ella y me agache para recoger las flores.

-Sé que este no es la mejor manera de decirlo, pero ¿quieres ser mi novia?-Le dije apenado. La verdad es que enserio no era la mejor manera de decírselo, quería que fuera más romántico. Pero bueno, ya lo hice.

-Ni que preguntar tienes-Me dijo y me abrasó.

Para cuando nos separamos, nos dimos cuenta del alboroto que habíamos armado.

Todos estaban reunidos alrededor de nosotros, y sentí como nos hicimos chiquitos, la tomé de la mano, y la saque corriendo, huimos a un callejón.

~~Narras tú~~

-¿Qué cosas no?-Le dije jadeando mientras me recargaba en uno de los dos muros que formaban el estrecho callejón en el que ahora nos escondíamos.

-Si…-Me dijo jadeante recargado justo en frente de mí. Cuando recuperamos el aliento un poquito, nos escondimos en la esquina detrás del cubo de basura.

-¿Enserio?-Le dije sorprendida pues no podía creer que John lo había amenazado.

-Enserio, fue algo así como “¡aléjate! Ella es mía, mía, mía y de nadie más”-Dijo imitando al tipo y luego rompiendo en carcajadas, cosa que yo también hice.

-Ese imbécil…-Le dije riéndome.

-Me puse celoso ¿sabes?-Me dijo pícaramente.

-Sabes que no tendrías por qué-Le dije y le sonreí. Me recargo en su pecho mientras me rodeaba con sus brazos.

-Lo sé, pero no puedo evitarlo-Me dijo sin soltarme y encogiéndose de hombros.

Estuvimos en silencio un tiempo, pero era ese tipo de silencio que hace una atmosfera perfecta para que las palabras sobren y los sentimientos salgan a flote.

-Tengo que volver a casa-Rompí el silencio, se hacía tarde y yo tenía que volver o mamá se preocuparía, además deje a Andy solo en la plaza, y después de todo lo que ha hecho por mí, mínimo se merece una explicación.

Me levante importándome poco lo mucho que me suplicara con la mirada que no me fuera. Caminé para afuera y me puse mi sudadera, después del corte de Amber, me puse la capucha y di vuelta de regresó a la plaza. Sentí la mirada de todo al que me le cruzaba y la recorrí tratando de ignorarlas; y cuando llegue a donde Andy, el daba la impresión de no haberse movido ni un milímetro, que hasta miedo daba. La mancha de café había desaparecido, y mi café junto con el de Andy estaban intactos, volvía sentarme a lado de él.

-Hola-Le susurré, y no hizo nada más que mirarme por el rabillo del ojo, era un poco doloroso.

-Hola-Me devolvió el susurro, aún sin moverse.

-Oye-

-¿Y tus flores?-Me interrumpió, vagamente pero no distante, y mucho menos frío. Demonios, mis flores, se me olvidaron completamente. Ni modo. Lo importante ahorita es aclarar esto.

-Eso-…no importa-Le dije un poco cabizbaja. Dios, me dolía verlo así.  Es mi mejor amigo, y si de por sí ya me dolía verlo triste por una tipeja, que yo fuera la causa de tal tristeza me partía el alma.

-Si, si importa-Me dijo por fin irguiéndose, siendo duro y se podría decir, amenazante-Cada decisión que tomes ahorita importa, importa y mucho.

-No Andy. No “importa”-Hice la seña de comillas en importa-Más bien, te importa.-Le dije mirándolo a los ojos.

-¿Y eso que importa?-Aventó sus brazos a la nada con aire renegón, lo cuál me dolió-De todas maneras lo vas a escoger a él-Me dijo decepcionado, con la tristeza reflejada en sus ojos.

-Andy, escucha-Suspiré y me dispuse a decirle todo, pero nada salió. Estuve 2 minutos con la boca abierta, pero nunca salió nada.

Suspiró.

-¿Me dejas besarte por última vez?-Eso me tomo completamente por sorpresa, y me quede en shock.

-¿Q-Que?

-Quiero besarte una última vez-Me dijo con la mirada desviada, por un momento sentí atracción, pero luego me di cuenta de que mis verdaderos sentimientos, y la atracción se evaporó.

-De acuerdo-Le dije no muy convencida. Solo cerré los ojos, y en cuanto sentí la embestida de sus labios contra los míos, se abrieron de golpe.

Yo creí que iba a ser algo más clamado, pero Andy quiere aprovechar el último beso.

Sentí como me jaló hacía él tomándome de la cintura, lo cual profundizó el beso. Por mucho que lo deseara, no se atrevía darme un beso como quería, pues sabía que no lo dejaría pasar si solo lo hacía, pero al final, cedí.

Cedí al beso.

Cedí a la atmosfera.

Y por un mísero momento, cedí a Andy.

Le abría paso, y me colgué de su cuello, cerrando mis ojos. Me lo había pedido así que se lo daría.

Papeles Invertidos (Gerard Way)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora