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No se cuanto tiempo llevo aquí.
Desde aquel día en que enfrente a ese hombre he estado encerrada en esta habitación, con la unica compañía de un gato.

Por supuesto que les he gritado mis mejores blasfemias pero no hacen mas que ignorarme. El tal Xav me trae todo lo que pueda necesitar.

Con respecto al aseo en este cuarto hay un baño y el armario esta lleno de ropa.  Ni un solo maldito pantalón.

Aquella mañana mientras jugaba con Pelusa (asi llame al gato)  la puerta de la habitación se abrió,  pero yo no voltee.

Sabia que era Bastian porque Xav antes de entrar toca la puerta.

—Levántate y sígueme.

Yo lo ignoré y segui jugando con pelusa, senti como alguien me halaba bajando me de la cama y me cargaba.  No luché contra eso.

Si en 10 años no pude luchar contra Eric,  que cambio haria luchar ahora. Pense que me cargaría como un saco de papas como hace Eric.

Pero él no. Me cargo como recien casados y salio de la habitación.

Me llevo a un baño donde me depósito con mucho cuidado en el suelo.

—No piensas decir algo... ¿alguna blasfemia?  —dijo alzando mi mirada y viéndome a los ojos.

Yo no dije nada, lo ignoré. Él suspiro y se aparto de mi lado.

A un lado de el estaba Xav con una toalla en las manos la cual la dejo en una silla.

Yo ya estaba cansada de todo,  no voy a luchar... A la primera que me haga le gritaré de todo.

—Bien... Vamos a empezar.  Justo hoy empezaremos con que dejes de blasgrite.

—En tus malditos sueños. —conteste y al instante senti como micha agua empezaba a caer sobre mi y grite.

El muy maldito de Bastian tenia una manguera mientras me hechaba agua a mucha presión y estaba fría.

—BASTIAN DEL DIABLO

Y señores asi pasamos toda la mañana,  yo no deje de blasfemar y el se rindió con todo eso.

—Dios mujer, eres imposible.

—Vete al diablo, jodete.  Hijo de perra,  MALDITO INFELIZ.

Yo no paraba de temblar. Xav se acerco y me cubrió con una toalla.

Bastian posó sus ojos negros en mi: —Acompaña la a que se de un baño con agua caliente Xav,  que se quite esa ropa...  -dijo y se fue de ahí.

Y como una orden Xav me acompaño a mi habitación. Entre a la bañera con agua tibia y lloré.

No se pero de algun modo me sentí... Humillada. Eric nunca me haria pasar por algo así, lo extraño mucho.

La ultima vez que llore tanto antes de dormir fue en la muerte de mi madre.

—Señor Bastian,  le voy a pedir de favor que no vuelva a hacer eso. 

—Xav lo hago por...

—No,  señor Bastian. No hay motivo. Si sigue así volverá a perderla como aquella vez.

"Mi Dominicana mal hablada."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora