"Mi Dominicana mal hablada."

#7

Bastian y yo no es que seamos los mejores amigos del mundo pero últimamente vivimos bailando.

Un día me cacho en la cocina fregando y casi le da un patatus y no solo por eso,  llevaba puesto unos pantalones de Xav los cuales me quedaban algo... Pegados,  pero valio la pena.

Me libre de esos malditos vestidos por aquel momento.

Bueno pues a Bastian casi le da algo y no le quedó de otra más que conseguirme unos pantalones.

Ya no estaba encerrada en aquella habitacion y cada vez que podia me asomaba a la puerta,  escuchaba voces: tranquilo... Va a despertar.  Y cosas asi escuchaba.

Y cada vez que trataba de acercarme más sino aparecía Bastián era Xav.

Esos hijos de su puta vida no me dejaban saber.

Al parecer si soy una mala influencia despues de todo,  Xav no paraba de reir y de blasfemar de vez en cuando y eso ponia a Bastián con los nervios de punta. 

El apellido de Bastian solo me recuerda a uno de los libros que leí alguna vez en mi vida sobre Vampiros... Pero A la miérda.

—Negra del demonio.

—Maldito racista.

—Ja. Suerte tienes de que si fuera racista en verdad no te haya metido en el horno.

—Mínimo, Hitler que seas tu,  maldito copion.

—Tu nunca te callas negra de los mil demonios...  —dijo el, ya estresado.

¡Por fin! , altere al narcisista ese,  últimamente decía algunas blasfemias. Yo estaba sonriendo victoriosa y el dio dos pasos acercándose mas a mi y yo retrocedí.

—Un año... Un maldito año aquí Amira... Y aun no he podido controlar esa boquita tuya tan mal hablada...  —dijo el mientras me miraba a los ojos y alzaba una mano.

Yo cerre fuerte los ojos,  pensaba que iba a darme un golpe, pero en vez de eso empezo a acriciar y a trazar lineas al rededor de mis labios. 

Yo abrí los ojos y me encontré con aquellos ojos negros... No era como en aquellas tipicas historias donde los ojos eran verdes, azules o grises... Ojos negros y marrones muy obscuros.

—¿Qué hare contigo mi Dominicana mal hablada?...

—¿Tú Dominicana...

—Sí, mi dominicana —y asi como lo dijo me besó,  no fue un beso como aquellos con los que sueñas y despiertas mojada.

Era un beso... Lento... Cuándo el se apartó, podia jurar que no tenia ninguna expresión, no sabia como reaccionar... 

Ya llevaba un año en este lugar y no tenía ni la mas remota idea, ¿como estaría Eric?...  Levante mi vista hasta el segundo piso de aquel lugar y vi a Xav el cual me dedico una sonrisa ladeada y hacia una pequeña reverencia hacía Bastián.

—Joder, nunca en mi vida habia besado una negra... Y peor aun una que me estrese tanto como tu amira del demonio.

—Dicen que cuando pruebas una negra nunca te cansas... Quieres mas y más...

—¿Eso justifica entonces que te quiera besar...?

—Supongamos que no dejo que me vuelvas a besar... Digo supongamos porque claro que te voy a dejar... Bastian del ...—No me dejo terminar porque volvio a besarme.

Desde ese día nada fue como antes,  sino peor.

Ahora eran tres personas mal habladas en aquel lugar,  imagínense ustedes.