Embarazada de un fantasma.

1. La traición.

¿Nervios? Quizás, tal vez no... ¿a quién engaño? Estoy más nerviosa que el día que tuve que dar un discurso en mi graduación; estoy a punto de bajar rápidamente las escaleras como hago de costumbre, pero algo me detiene, sonrío, empiezo a bajar las escaleras lentamente, con mucho cuidado, tocando mi estómago con una sonrisa llena de esperanza.

Finalmente llego a la sala tomo mi bolso, abro la puerta y me maravillo con el hermoso atardecer; entro en el coche, estaba a punto de arrancar cuando ví la foto de Will, mi mundo se detuvo, de verdad amo a ese hombre y pensar en la posibilidad de tener un hijo con él me hace sonreír como tonta. Will y yo llevamos una relación de 3 años pronto nos vamos a casar, todavía lo amo como el primer día, hemos tenido pequeñas discusiones e incluso lo he sentido un poco distante pero lo entiendo, tenemos 6 meses intentando quedar embarazados y no lo habíamos logrado hasta hoy, bueno, o eso creo... La verdad es que mi instinto materno me dice que si lo estoy.

Sonrío nuevamente, salgo de mis pensamientos y arranco el coche, ¡prueba de embarazo allá vamos!

Después de 15 minutos de camino y dos abuelos coqueteándome en el semáforo al fin me parqueo frente a la farmacia.

- Hola, abi ¿Cómo estás?
- ¡Súper bien!
- Uyy te noto feliz hoy.
- Pss lo estoy Li.
- Y cuentame, ¿que necesitas?
- Lo mismo de siempre.
- Ahhh, prueba de embarazo...
- Si, no sé por qué, pero siento que hoy dará positivo.
- Bueno abi, espero que sea así pero si no sale positiva no quiero que te me achicopales ¿vale?
- Vale - dije entregándole el dinero.

Le sonrío y me dirijo a la puerta pero algo me detuvo, ¿anciedad? Pss si, necesito saber el resultado y lo necesito saber ya! Así que me devolví rápidamente, Lili me mira y antes de que me diga algo le pregunto donde está el baño, ella gentilmente me señala con su dedo índice una puerta roja, le doy las gracias, camino rápidamente, cierro la puerta y empiezo hacer el procedimiento que lleva la prueba, no miro las instrucciones, total, en los 6 meses que llevo intentando quedar embarazada me he gastado más dinero en pruebas que en toallas femeninas, ese procedimiento ya me lo sé de memoria.

Listo, ya terminé, ahora solo tengo que esperar 2 minutos... Miro rápidamente el reloj ¡mierda! Solo han pasado 5 segundos, pongo una alarma, estoy nerviosa, muy nerviosa, un bebé podría solucionar los pequeños problemas entre Will y yo, sé que está actuando tan extraño por el estrés de querer tener un bebé...

Me espanto con el timbre de un teléfono, me doy cuenta que es el mío, la alarma me ha sacado de mis pensamientos, tengo la prueba en la mano y no tengo la valentía de mirarla, tengo miedo, no quiero sentirme como la vez pasada...

"¡Respira mujer!"

Me lleno de valor y miro la prueba... Me quedo inmóvil, la prueba cae al suelo y siento como rápidamente empiezan a rodar las lágrimas por mis mejillas... "Negativo" esa palabra se repetía en mi cabeza una y otra vez, pero cada vez más fuerte y más doloroso, no estaba embarazada, no lo estaba, tanta ilusión a la basura...

Alguien toca la puerta:
- Abi, ¿todo está bien?

Ahogo mis sollozos en el suéter, rápidamente limpio mis mejillas, no puedo dejar que Lili me vea así, no ésta vez, no de nuevo.

- Si, estoy bien Li, gracias, ya casi salgo. Tomo aire, trato de relajarme y abro la puerta, pero Li ya no estaba, que alivio, así no podría ver mis ojos enrojecidos; la busco con la mirada y me doy cuenta de que está atendiendo unos clientes que al parecer casi se van.

"Vamos nena es tú oportunidad, hulle."

Eso iba hacer huir, no quería que me preguntara ni que sintiera lástima de mi, así que caminé lo más deprisa que pude pero...