(Woo) Jinyoung & Woodam

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Woodam no sabía que lo ponía más nervioso, tener una cita con un trainer con el que no hablara demasiado o estar con alguien que conociera y le diera vergüenza; estaba en la sala donde darían los resultados con Jisung a su costado, Woodam tenía una mano en su pecho para regular sus estridentes latidos que iban en constante aumento a medida que los nombres aparecían en la pantalla, escuchó ruidos de sorpresa, pequeños gritos de emoción y creyó escuchar un ruido semejante a un llanto, pero él estaba más concentrado en buscar su nombre. Uno a uno, pasó su mirada por cada pareja, a veces sorprendiendose y otras sin tomarles atención, hasta que se encontró con su nombre, cerró los ojos instantáneamente, con el pulso a mil por hora. Cuando quiso apretar su mano, alguien la estaba sujetando, conocía aquel tacto; bajo la mirada y giró su cabeza a la izquierda donde se posaba aquella persona que entrelazaba su mano con la de él, abrió sus ojos y solo pudo divisar la sonrisa del chico.

-¿Qué te gustaría hacer en nuestra cita?- la voz de Jinyoung, animada y varonil le causó escalofríos. No sabía que era peor, tener una cita con cualquiera o tenerla con el chico que le gustaba.

La noche antes de la cita fue un tormento, estaba nervioso, asustado, sudando y a punto de ponerse a llorar si no fuera porque Jisung estaba ahí para darle apoyo y orientación.

"Se tu mismo, a él le gustará y si no le gusta... pues ni modo, en la vida se pierde, al cabo no esta tan guapo, mira con que gustitos..."

Dejó de escucharle en ese momento, porque su mente comenzaba a maquinar mil y un escenarios posibles en su cita, buenos y malos, románticos y amistosos; no sabía si Jinyoung tenía algún plan pero el suyo ya estaba listo: no morir. Pero cuando se encontro con Jinyoung en la entrada de los dormitorios, su plan comenzó a caerse, porque Jinyoung se veía realmente bien con aquella chaqueta de mezclilla y aire de bad boy, además de que la sonrisa ladina que le propinó fue suficiente para que sus mejillas estallaran en rojo carmesí, resultó tan obvio que Jinyoung se rió de eso.

-Hey, ¿qué pasa? ¿nervioso?- dijo mientras se le acercaba y tomaba de la mano, Woodam trató de normalizar su respiración, pensando que aquel tacto era casual, suspiró y miró a su menor que seguía sonriendole.

-Parece que vas a desmayarte- rió el chico y algo en aquella acción le hizo calmarse un poco, tal vez fuera la forma en la que se inclinaba hacia él o la manera en la que apretaba su mano, sin importar que fuese, Woodam sentía alivio de tenerlo cerca.

-Bien, ¿a dónde quieres ir?- Woodam ya había pensado en su respuesta la noche anterior si Jinyoung hacia esa pregunta, susurró el lugar y Jinyoung se encogió de hombros, como si no importase mucho el lugar y partieron a su destino.

El cine es una buena opción para una cita si es que estas a punto de sufrir un ataque de nervios y pánico ya que no tienes que hablar pero siguen pasando tiempo juntos, no se puede arruinar una cita si estas concentrado en cualquier otra cosa que no sea tu pareja; sabía que era una forma cobarde de evitar lidiar con sus emociones pero nadie iba a reclamarle por ello y mientras Jinyoung no reclamará o dijera algo para Woodam estaba perfecto. Pasaron 15 minutos discutiendo la película que verían, Jinyoung estaba insistiendo en una de terror psicológico mientras Woodam quería ver cualquiera excepto esa, una cosa era el terror normal con gritos y sangre y otra era esas películas que jugaban con tu mente, nervios y pánico; si veía esa película, se comportaría como la típica chica asustada.

-Tomaré tu mano durante toda la película y te compraré una malteada grande solo para ti- eso y unos tiernos ojos de cachorro fueron suficiente para que Woodam cayera.

La película era horrible, llevaban 30 minutos y sus nervios ya estaban a tope, cerraba sus ojos y respiraba rápido, la mano de Jinyoung le apretaba fuerte y en varias ocasiones tuvo que esconder su rostro en el brazo del menor que reía ante sus acciones. Cuando se dispuso a seguir viendo la pantalla, Jinyoung le dio un susto tomándolo del brazo. Woodam gritó en medio de la sala. La vergüenza que sintió cuando escucho varios shh fue demasiada para su pobre corazón y podía escuchar las risas de Jinyoung, hizo un puchero y se separó del menor, cruzándose de brazos, molesto y aun apenado por todo, miró la película sin importarle nada, notando como Jinyoung buscaba su mano pero él evitaba que le tocará.

-Hey, ¿no querías que tomara tu mano, hyung?- el murmullo le dio escalofríos porque parecía estar más cerca de lo esperado, frunció su ceño y se alejo como pudo.

-Ahora no- se quedaron así un momento hasta que Woodam dio un brinco al sentir una mano sobre su pierna, apretando sin mucha fuerza, su pulso se calmó al comprender que era la de Jinyoung, de nuevo lo sintió muy cerca y cuando trato de moverse sintió como Jinyoung acariciaba su rodilla, dandole escalofríos por todo el cuerpo.

-Hyung, ¿te molestaste?- tenía sus mejillas rojas, la respiración del menor le acariciaba el rostro y el tacto de su mano estaba caliente, se aclaró la garganta y negó, aunque Jinyoung no pudiera verle. De pronto su rostro fue girado hacia la dirección donde se encontraba Jinyoung y sintió un extraño tacto en sus labios y el cómo Jinyoung se alejaba, retirando su mano de la pierna de Woodam, dejándolo completamente descolocado.

Al salir, ninguno de los dos dijo nada, Woodam no sabía si tenía algo que decir o mejor dicho lo tenía tan presente que la sola idea de pronunciarlo era demasiado; no comprendía las acciones de Jinyoung, ni tampoco comprendía porque lo había besado. Y de repente, en su camino a casa, todo se volvió incómodo, caminaban separados por medio metro y no decían nada, solo miraban alrededor; Woodam observaba a su menor de soslayo, que parecía nervioso, se mordió el labio y siguió caminando, tomaron un taxi hasta llegar a los dormitorios de Produce y bajaron del auto como si nada. El lugar estaba vacío, los demás chicos aun no llegaban, era temprano y lo más probable es que se hubiera quedado vagando por la ciudad o teniendo momentos románticos, contrario a Woodam. Suspiró y miró a Jinyoung que giró su rostro para no encararle, suspiró y le sonrió sin saber que más hacer, solo dirigiéndose a su habitación.

¿Qué si estaba decepcionado? Por supuesto, sabía desde un principio que Jinyoung era coqueto pero no romántico, ya lo conocía, pero nunca pensó que podían llegar a sentirse tan incómodos el uno con el otro. Cuando iba a cerrar la puerta de su habitación (compartida) Jinyoung se estrelló contra la puerta.

-¡Santo dios! ¡Jinyounggie!- Woodam lo levantó y lo sentó en una de las camas, buscando su botiquín de primeros auxilios por todo el lugar. Después de desarreglar la mitad de la habitación, se sentó frente al menor y sacó del botiquín alcohol, algodón y benditas; miró la herida del chico, literalmente su frente había impactado la puerta y estaba sangrando un poco.

-Ay, ¿en que estabas pensando?- dijo mientras tomaba el alcohol y colocaba un poco en un trocito de algodón, Jinyoung le tomaba de la mano porque sabía que iba a doler.

-Honestamente, en ti, hyung... incluso cuando estamabos en el cine, solo estaba pensando en ti y en besarte- escuchó a su menor dar una queja por el ardor y Woodam dio un brinco, tanto por sus palabras, como su gritode dolor, sopló sobre la herida mientras su mano apretaba la de Jinyoung y entrelazaban sus dedos.

-Pues ya no lo hagas tanto- el menor soltó una risa pero Woodam solo podía concentrarse en la frente del otro, limpiando la sangre y buscando una bendita del tamaño correcto. No pudo notar cuando Jinyoung se acercó más a él.

-No creo que sea posible, hyung. Volvería a hacerlo- Woodam frunció el ceño y le soltó la mano para ponerle la bendita en la frente con mucho cuidado. Jinyoung sólo sonreía.

-Estas loco- cuando iba a alejarse, la mano de Jinyoung le jaló hacia él y le besó; Woodam se quedo helado, los nervios comenzaban a formarse en su estómago pero los labios de Jinyoung se movían tan lento sobre los suyos y con tanto cuidado que no podía concentrarse en otra cosa, los labios de Jinyoung estaban algo húmedos, tal vez fuera porque sacó su lengua y la paso por los labios de Woodam que cerró los ojos con fuerza. Al separarse, los labios del mayor estaban rojos y brillantes, sus ojos abiertos de par en par y las mejillas calientes, Jinyoung rió ante su expresión.

-Ya sabias que estaba loco, pero es tu culpa, tu eres el que me trae loco- el único se volvería loco con cada beso o caricia, sería Woodam. Pero estaba bien estar locamente enamorado del demente de Jinyoung.

Mission date [PRODUCE 101]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora