Don't go

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Para Taemin, ese día en la oficina había sido agotador, pero no dejó de pensar en Minho en todo momento. Tomó sus cosas de su escritorio para irse y esperar a Minho donde habían acordado.

-Kai, ya me voy, ¿Necesitas algo más?

Kai estaba con un smoking negro y un ramo de rosas en la mano, se veía muy atractivo y también nervioso.

-ehh ¡Taemin! No, no necesito nada más, ya te puedes ir, te veo el lunes.

-jajajaja, ¿Nervioso?

-sí, hoy le pediré a D.O. que sea formalmente mi novio.

-¡Es muy pronto!

-Lo sé, pero cuando uno esta enamorado, el tiempo es lo de menos.

-¡Felicidades!

Se acercó y le dio un abrazo, ya era momento de formalizar con D.O., ya que sólo tirar baba en la oficina pensando en él no sería una solución, al menos, eso pensaba Taemin.

Salió de la oficina al punto donde Minho y él se verían. Lo vio dar la vuelta por una esquina del edificio, así que corrió para alcanzarlo, pero al dar la vuelta, lejos de él, estaba Minho con Yuri. Yuri le pedía algo lo cual Taemin no alcanzaba a escuchar por su distancia y Minho ponía sus manos sobre sus hombros y le respondía con un rostro sereno.

Una punzada se instaló en su estómago, como de dolor, preocupación, y de repente las dudas salieron de nuevo a flote: ¿Le estaría engañando con Yuri y por eso no había querido hacer pública su relación? ¡No puede ser! Su cabeza le estaba jugando bromas y por eso estaba tan paranoico. Volvió a ver la escena y Yuri ya se había ido, sólo estaba Minho.

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Minho había salido unos minutos antes de trabajar y se dirigió a donde esperaría a Minnie para ir a cenar. Cuando notó que una mujer en gabardina le seguía, se detuvo y al acercarse más se dio cuenta de que era Yuri.

-¿Qué quieres Yuri?

-Minho, vengo a pedirte una oportunidad, tú sabes que los dos podemos ser muy felices si lo intentamos, déjame estar a tu lado.

La tomó de los hombros y la vio directo a los ojos.

-Yuri, esto es algo nuevo para mí, no sé si podre tenerte en mi corazón así que te pido me des tiempo para pensarlo.

Yuri agrando los ojos y le dijo:

-Te esperaré lo necesario.

Después de esto se fue. Tenía que encontrar alguna manera de quitársela de encima y ya sabía cómo lo iba a hacer, sólo rogaba que durante el proceso Taemin no se enterara, ya que no quería malos entendidos con él.

Después lo vio acercarse envuelto en su abrigo, pero su cara...simplemente no podía descifrarla.

-Tae, ¿Estás bien?

-Sí, es sólo que tengo hambre.

Después de eso subieron al auto y se dirigieron al restaurante. El camino fue en silencio e incluso Minho lograba percibir un poco de tensión entre ellos. Llegaron al restaurante, tomaron una mesa y estuvieron comiendo y conversando de manera tranquila.

-Minho, ¿Puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-¿Has alguna vez...amado a dos personas a la vez?

-No. Definitivamente no sería capaz de hacer eso, seria franco con una de las personas y sólo saldría con una. ¿Por qué?

-Nada.

Terminaron de comer y Minho fue a dejarlo a su casa. Le invito a pasar así que entró y se sentó en el sillón. Inevitablemente sonrió al recordar la noche de las palomitas.

-¿Te gustaría tomar algo?

-¿Tienes whisky?

-Claro.

En un instante llego Taemin con la botella, una cubetita con hielo y unos vasos de vidrio. Se sirvieron y gracias al alcohol, el ambiente se aligeró entre ellos. Lentamente Taemin se iba desprendiendo de su abrigo, hasta sólo quedar en playera de tirantes y Minho hizo exactamente lo mismo. Minho pudo ver como al paso de las horas, sus mejillas se comenzaron a teñir de un hermoso color rojo, se estaba poniendo ebrio y a él apenas le quería comenzar a hacer efecto.

-Minhoooo....-Decía alargando las palabras.

-¿Te sientes bien? -Le preguntó Minho entre risas y preocupado

-Tengo muuucho calor...

-¿Y cómo te puedo ayudar?

Se levantó del sillón y fue y se subió arriba de sus piernas, se acercó hasta su oído y le susurro

-hazme tuyo...

Minho rió ante su comentario. Tal parecía  que a Taemin se le había subido bastante el alcohol. Le tomó ambas mejillas y le dio besos cortos en los labios sin dejar de sonreír. 

-Minho, estoy muy mareado, soluciónalo.

-¿Siempre te pones así cuando bebes?

-Sólo contigo. Quiero muchos besos tuyos, Minho. Sólo tuyos...

-Esa respuesta es más que suficiente para mí.

Minho le sentó en su regazo y le dio varios besos en los labios, algunos besos húmedos en el cuello sin soltar a Taemin de la cadera pues temía que se cayera. 

-¿Verdad que me amas sólo a mí?

-Por supuesto.- Le dijo Minho sonriendo y besando esos labios que le fascinaban.

-De verdad quiero creer en ti. Creo en ti, Minho. 

Minho acarició su mejilla y lo cargó hasta la habitación. Quería que durmiera un poco, pues había abusado bastante del alcohol. Una vez se quedó dormido, Minho lo contemplaba mientras le acariciaba el cabello. Le gustaba verlo dormir. 

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Después de haber tomado el vuelo de regreso a Seúl, volví a mi antiguo apartamento. Le había dicho a Woohyun que me adelantaría pues ocupaba organizar el que alguna vez fue mi hogar. Saque la llave de mi bolso y entre. Las cosas estaban llenas de polvo, se notaba el paso del tiempo sobre ellos, los muebles más que nada.

Comencé a recorrer esa casa la cual deje de manera rápida y precipitada hace ya cuatro años. Volteé hacia todos lados: Ahí había un jarrón con unas rosa secas, que eran las que Jong me regalo aquella vez que peleamos. Sobre la tv estaban nuestras tazas las cuales acostumbrábamos usar cuando veíamos películas, las paredes llenas de fotos nuestras... cuánto había cambiado.

Me acerque y tomé una de las fotos que colgaban en la pared: mi cabello era un desastre, me digo a mí mismo con una sonrisa llena de melancolía y hago un análisis: Ahora mi cabello es mucho más corto, es castaño...y caigo en una realidad: ¿Dónde quedo ese yo que sonríe en la foto?

Ahora mi vida es tan distinta. No lo pude olvidar, y como último recurso decidí casarme con alguien al cual no amo. Una gota cristalina cae sobre el vidrio de la fotografía, levanto la cabeza y me doy cuenta que soy yo quien ha comenzado a llorar. Dejo la foto en el lugar donde la había encontrado. Camino un poco más hasta llegar a mi habitación, veo mi cama destendida y con esas sabanas color rosa pastel que me gustaban tanto.

Dejo las maletas a un lado de la puerta y me lanzo a la cama a llorar. Por esa razón me largue, no quería verlo, quería olvidarlo. Me aferro a la almohada que él uso aquella noche cuando nos acostamos y la huelo esperando que su perfume, aunque sea una pisca, todavía este impregnado ahí. 

Lloro más fuerte al saber que él me cambio y no signifique nada para Jonghyun. La herida había sido muy grande y al paso del tiempo no la logre cerrar. Me quedé dormido entre mis lágrimas aferrado a la que iba a ser su almohada una vez nos hubiéramos casado. Me dormí preguntándome: ¿Por qué me engaño con Kristal así?

Hasta que la moda nos separe  [2MIN/JONGKEY ] (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora