5.- Momentos inesperados.

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  • Dedicado a Janeth Canul
                                    

— ¡Sorpresa!

Casi de manera involuntaria, me escondí detrás de Derek para usarlo como escudo humano cuando una ola de confetis y serpentina en lata bombardeo hacia nosotros.

Un segundo después, el silencio reino.

Salí de detrás de mi escondite y quede boquiabierta al igual que las personas en la estancia, cuando contemple a Derek completamente bañado en colores, ni los ojos se le veían. Esto era vergonzoso a escalas mayores, primero le lanzo un tomatazo y ahora entra a mi casa con aires de héroe, y lo ataca con serpentina.

— ¿Puedo ocupar tu baño?—pregunto arrastrando las palabras.

—Claro, al final del pasillo, la primera puerta a la izquierda—me apresure a decir apuntando con el dedo. Derek solo se limito a asentir y caminar lentamente hasta el lugar indicado.

Cuando hubo cerrado la puerta detrás de él, gire en mis talones para encarar a mis papás, hermanas y Luisa, quienes me miraban de la misma menara que yo a ellos, con un completo semblante de confusión. Abrí la boca para exigir una respuesta que explicara el vergonzoso y desafortunado evento, pero la volví a cerrar cuando vi el letrero de: “Feliz cumpleaños Anette” colgando en una de las paredes de la sala. Me di en la frente con la palma de la mano extendida. Pero que chorrada, ME HABIA OLVIDADO DE MI PROPIO CUMPLEAÑOS. Por supuesto, eso solo me pasa a mí.

—Yo… esto…volveré a salir…y lo haremos de nuevo… ¿sí?—sonreí nerviosa. Quería contar hasta diez y desaparecer ó por lo menos hacerme bolita y rodar como cochinilla muy lejos de aquí, no hay persona más despistada en este mundo señores.

— ¡Tonterías! Ya lo has arruinado de todas maneras—los tacones de Luisa resonaron furiosos al acercarse a mí y tomarme de la muñeca arrastrándome dentro—Gente, como lo planeamos— dio dos aplausos pequeños y rapidos, y como por arte de magia mi familia reacciono, cambiando sus semblantes de sorpresa por unos sonrientes.

Mi madre extendió sus brazos para después estrecharme entre ellos.

—Quiero detalle a detalle saber ¿por qué unas simples compras, te llevan mas de tres horas?—podía sentirla hablar entre dientes, me estremecí. Se aparto de mí sonriendo pícaramente. Oh no, el cerebro de mamá comenzaba a sacar conclusiones, eso era malo.

—Felicidades, corazón—papá me dio un beso en la frente, un abrazo y dejo pasar a Sara.

Extendió sus manos sosteniendo una caja.

— ¿Para mí?—pregunte sorprendida.

—Por supuesto—contesto angelical.

Abrí la enorme caja rosa un tanto ansiosa. Sonreí al ver un m&m’s rojo, recubierto con terciopelo y relleno de felpa. Saque la almohada y comprobé su suavidad.

— ¿Te gusta?—Sara pregunto esperanzada con los ojos brillosos.

Un cumulo de reacciones se atropello en mi paladar. Era simplemente hermosa, podría comerla, pero me causaría indigestión.

—Es perfecta—conteste finalmente con una sonrisa—gracias.

La pequeñuela sonrió complacida por mi respuesta y volvió junto a papá. Luisa extendió los brazos juguetonas mientras se acercaba a mí, para terminar regalándome uno de sus tan cálidos y reconfortantes abrazos.

—Yo también tengo un presente para ti—me libero de su abrazo y me entrego un pergamino, la mire confundida—Mañana me iré de viaje y no podre estar cerca de ti todas las vacaciones, así que te eh hecho una lista de cosas que podrías hacer en mi ausencia para emplear tu tiempo de manera positiva y no solo devorando lo primero que veas—me lanzo una mirada acusadora como si me hubiera vigilado la noche anterior que veía Cheaters.

Como en un sueño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora