Capítulo 11: Dos encuentros inesperados.

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A la mañana siguiente fui al ring de prácticas. Pero no estaba Tasha. Maldita sea, así no me podría dar explicaciones. Aproveché para entrenar un poco con Dimitri.

De repente, sonó el altavoz que siempre sonaba a la hora de comer, desayunar y cenar; o simplemente para avisar cosas importantes.

Esta vez dijo:

— ¡DIMITRI SASHADA Y ZACARÍAS MARTÍNEZ ACUDAN A LA SALA MAYOR CON SUS IDENTIFICACIONES! 

Vale, ya empezaban las movidas. ¿Nos habíamos metido en un lío? Yo creo que nuestro comportamiento había sido bueno. A lo mejor nos habrían llamado por nuestra gran prosperidad en el área. ¿Quién sabe?

  —Oye, ¿qué es eso de la sala mayor?

  — Es la sala donde reside el jec del centro de formación. Como este está en Rusia, lo dirige la señora Zaryanova. La sala está en el piso de arriba. Solo pueden acceder otros jec y los almirantes más cualificados. Y parece que ahora, nosotros.

  — Vaya, debe de ser una situación especial.

 — ¡Vaya que si lo es, creo que el sueño de cualquier guerrero es saber qué hay en la sala de la señorita Zaryanova!

Subimos al ascensor y un empleado nos preguntó quién eramos, luego le dimos nuestras identificaciones.

  — Ya veo... Enseguida os subo. El Sr. Sashada y la Sra. Zaryanova os esperan.

Nos quedamos a cuadros mientras el empleado utilizaba una llave especial para llevarnos a la Sala Mayor.

  — Adelante.— Nos dijo el empleado.

Zarya nos recibió 

— Vaya, vaya, ¿a quién tenemos aquí? Nuestro guerrero novato se ha convertido en Gran Guerrero muy pronto. Y tú Dimitri, veo que Zak te ha ayudado a subir de fases.

  — S-s-sí señorita Zaryanova.

— Por favor Sashada Jr., Zarya para los amigos.

De repente, el Sr. Sashada apareció detrás de nosotros, aterrizando desde el techo. 

  — Papá, por favor, se te oye desde lejos.

Me has arruinado la entrada sorpresa, hijo. Veo que has heredado ese dote de tu madre, cada vez que entro en casa borracho después de una reunión ejecutiva me descubre aunque intent... — Dijo una voz distorsionada. Era el padre de Dimitri.

Su padre, el Sr. Sashada era un ninja.

(N.A: LA imagen de arriba es lo más parecido a lo que imaginaba en mi cabeza del aspecto de Dimitri, no la idea que tengo de él.)

 Tenía una armadura echa de candre, ya que se veía desde lejos. Además de ser buen conductor tiene una gran dureza, es casi tan duro como el diamante y muy ligero, pero escaso. La armadura estaba perfectamente tallada. Tenía shurikens en un dispensador que tenía en el brazo. Tenía una espada enfundada en la espalda, que estaba hecha de candre, por el rollo ese del electro-imán y esas cosas. También tenía dos dagas a los lados y en una especie de cinturón que tenía en la cintura salvaguardaba un depósito de gas venenoso.

  — Bueno, este nos es el tema ahora mismo. Os hemos convocado a los dos por un motivo. — Se quita el casco de la cabeza. — Tenemos que enseñaros una cosa.

Zarya abrió un mapa digital. 

  — Veamos, ¿veis estos puntitos que se acercan a la costa de Japón? Son tropas "Oversalaaienses" y dentro de poco atacarán Japón. Necesito vuestra ayuda. Más bien, tu ayuda chico. Me han contado que tienes un poder especial y que puedes retroceder en el tiempo.

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