Capítulo 6

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El sonido de metal contra metal retumbaba en ecos en el salón de entrenamiento que poseía el castillo en una de sus alas, era enorme, construido especialmente para el rey y sus lecciones privadas, que ahora estaba siendo usada por la hija y su mejor amigo, en un pequeño reto que había propuesto el rizado a la peli-negra para probar sus habilidades en el campo, aunque la muchacha, siendo negada a este tipo de lecciones lo hacía de igual manera a espaldas de su madre, bien dicen que las mejores reinas de la historia, no se convertían en grandes mujeres obedeciendo todas las reglas y eso era lo que la princesa quería demostrar cuando subiese al trono, ya sabia que no podría cambiar el asunto de su casamiento, pero si que podría cambiar las leyes que habían impartido sus antecesores, dándoles más derechos a su pueblo en ciertas cosas.

El príncipe se sorprendía por los movimientos que su amiga poseía en el esgrima, era bastante hábil como para haber aprendido sola, dio un paso adelante para tratar de poner presión en la espada contraria que yacía en posición de defensa, puso un poco más de fuerza en el agarre pero con un rápido movimiento de la peli-negra hizo resbalar el filo hasta el mango y hací aprovechando la distracción del chico que intentaba retomar el control, le arrebato el arma arrojandolo aun lado.

Steven: *jadeando*-vaya que eres buena... donde aprendiste esos movimientos

Lapis: Bueno... Cuando era más pequeña mi padre me enseñaba algunas cosas

Steven: ¿Y que decía tu madre respecto a eso?-"se dirigieron a una banca que se encontraba dentro del establecimiento"

Lapis: Nada... Por que no sabia-"hablo con una sonrisa de lado"

Steven: Y tu padre, por que te entrenaba siendo tu una niña?

Lapis: Bueno, cuando mi hermano mayor murió.. El temía de que algo también me pasara, así que comenzó a enseñarme algunas cosas.

Steven: Por qué nunca me habías dicho eso

Lapis: Por qué nunca preguntaste

Steven: No se vale

Empezaron a reírse, bebieron un poco de agua y charlaron un rato más hasta volver al entrenamiento. Esta vez el rizado obtuvo la victoria, bueno 3 de 5, lapis era bastante buena y las técnicas que usaba eran algo difíciles de predecir para el chico, algunas que otras se le hacían familiares por los movimientos de pies y brazos, siguieron con eso hasta que decidieron parar e ir por algo de comer y continuar después.




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-Muy bien, señoritas, yo soy el comandante y jefe del ejercito del la corte azul, están aquí para demostrar que son dignos de servir a la realeza y les advierto que esto no será fácil, van a entrenar hasta que escupan sangre hasta que sus huesos estén rotos me entendieron!!-"Grito el hombre fornido a las filas de nuevos reclutas que yacían enfrente de el, caminaba de izquierda a derecha mirándolos con el ceño fruncido y parando por ultimo"- Dejare a cargo a mi segundo al mando, mientras espero lo mejor de ustedes o mueran intentándolo

El hombre hizo una señal con la mano, y apareció otro soldado el mismo con armadura de plata y el símbolo del reino en su pecho, quito su casco y dejo ver su rostro, tenia una cabellera peculiar pero sus rasgos femeninos eran notables, esto logro que entre las filas de novatos hubieran un poco de protesta.

-Es una mujer

-Las mujeres están prohibidas aquí 

-Por qué una mujer nos enseñará

Bárbaros entre Reyes (CORRIGIENDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora