Bárbaros entre Reyes (CORRIGIENDO)

Capítulo 10

El inmenso dolor de cabeza que sentía en ese momento no la dejaba escuchar a la albina, que con gestos sumamente dramáticos, regañaba a su compañera por haber desaparecido la noche anterior después de iniciar un gran alboroto–mayor de lo que ya había–en aquella taberna.

No supo de ella hasta la mañana siguiente, donde la encontró tirada en el piso de la cabaña durmiendo apaciblemente. Los regaños de la mas alta continuaban ensordeciendo los oídos que la escuchaban, en la mente de la rubia se formo la imagen de aquella chica peli-negra, que desde la noche no podía estar ni un segundo sin pensar en ella, sabia que la había visto antes, en alguna parte, pero no recordaba donde, maldecía desde sus adentros la memoria corta que tenia aveces.

Perla: Es por eso que no nos quedaremos más, nos iremos esta noche.

Peridot: Espera ¿irnos?, donde. –salio de sus pensamientos levantándose.

Perla: ¿como que "donde"?, a casa claro. – se cruzó de brazos mirando a su amiga.

Peridot: ¡no podemos!. –exalto sus palabras con nerviosismo.

Amatista: ¿Por que no?. –pregunto mientras comía un bocadillo.

Perla: Si, ¿por que no?.

Peridot: Amm, p-por que, por que... ¡amatista se comió todas nuestras provisiones!.–señaló a su amiga delatándola–

Amatista: ¡Oye!. –miró a su delatora con enfado.

Perla: ¡Amatista te dije que no los tocaras más!.

Rubí: ¿Cómo pudo comerlos todos?.

Amatista: Es un don hermano.

Perla: Arg te voy a.. –se dirigió a la lila con una mirada asesina.–

Amatista: ¡No!, espera perla peridot también tuvo la culpa.

Peridot: Yo que hice estúpida.

Perla: ¿De que estás hablando?. –cuestionó enojada.

Amatista: Peridot causo el alboroto, por culpa de una chica. – sonrió con picardía mirando a su amiga.

Perla: ¿Que?, ¿una chica?.

Peridot: M-miente, no se de que esta hablando. –volteo el rostro para que no divisarán su sonrojo.

Amatista: No miento, yo vi cuando hablabas con ella, y estabas bastante coqueta.

Perla: Eso es cierto peridot.

Peridot:....

Perla: Dime que no la dejaste por hay después de acostarte con ella.

En ese momento juraría que la cara se le iba a derretir por el inmenso calor que sentía en esta, y para agregar un poco más de vergüenza sus dos compañeros empezaron a reírse a carcajadas.

Peridot: ¡No hice nada con ella!, ¡solo la lleve de vuelta al pueblo!. –grito con fuerza, pero solo hizo que rieran con más ganas.

Amatista: Sí, claro y yo soy una persona roca con extremidades deformes jajajajaja.

Rubí: Jajajaja, no te creo peridot nunca harías un alboroto por una chica, si no es para acostarte con ella.

Peridot: ¡Idiotas! Aargh.

Perla: Suficiente ustedes dos. –sujetó a ambos por las orejas– calmense ya. Ahora Peridot, ¿quieres explicarme...?

Peridot: ¡No!, no tienen por que saberlo. Me voy. –avanzo decidida a la puerta.