Capítulo Diez

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Salió el sol y tenia que irme decidí no despertar a Joslin pero le deje una nota agradeciendo la hospitalidad que me ofreció la noche anterior.

Tome un taxi y le pedí que me llevará al lugar al que tenía que ir, al llegar salí corriendo al hospital y al llegar pregunté por mi madre, una enfermera muy linda y amable me llevo Hasta donde estaba acostada.

Mi madre tenía alzheimer y no me reconoció ella estaba muy débil pero le mostré una foto que tenía a su lado. Ella empezó a llorar y con la poca fuerza que tenía me dijo que estaba muy orgullosa de mi. No podía aguantarme el llanto y la acompañe  un buen rato, después ella me dijo lo mucho que me quería y que nunca dejará de soñar.

Le conté  que ayer tuve mi primer día de trabajo en su estación de radio favorito y que ojalá hoy pudiera escucharla, ella me pidió que lo anotará en una hoja de papel donde pusiera que su hijo era el mejor locutor de todos.

Tenía  que dejarla era hora de ir a trabajar, al llegar al trabajo vi que Joslin estaba molesta conmigo y me dio un golpe con su bolso y me dijo que la hubiera levantado que se le hizo tarde porque amaneció con un Fuerte dolor de cabeza, me metí a la cabina para empezar al trabajo.

Apenas comenzaba mi entrada cuando vi un mensaje en mi celular y me di cuenta que era del doctor del hospital donde estaba internada mi madre, el mensaje decía que mi madre había fallecido por causas naturales y que su última cosa que hizo fue poner la estación de radio donde yo iba a presentar.

Estaba nervioso y muy triste, no podía parar de llorar, pero tenía que hacer que trabajo que tanto le fascinaba a mi madre y continúe con lágrimas en los ojos. No me había fijado que Joslin me estaba observando, pero no me importaba sólo quería terminar mi programa.

Al terminar mi horario de trabajo salí sin mirar a nadie, nada me importaba ya. Tenía un nudo en la garganta que no podía sacar sin darme cuenta Joslin venía detrás de mí y me lanzo una piedra directamente a mi cabeza, ella simplemente empezó a reír y al voltearme para verla se había lanzado en contra de mi y me dio un abrazo.
Yo enserio que necesitaba ese abrazo.

Le conté todo lo que me había pasado y vi como se le escapó una lágrima de su hermoso rostro, y me agarró de la mano y me fije que ella sonreía.

El día que deje de ser yo fue para poder soñar y poder vivir para mi, ojalá esta vez ella se quede a mi lado porque se había  alejado de mi Una parte de mi vida.

- Yo estaré a tu lado su tu quieres -. Me dijo con una mirada segura.

- Soy un extraño conmigo mismo, no puedo dejar que alguien tan linda como tu este conmigo -. Le dije sujetándola de la mano.

No pude resistirme, lo primero que se me había ocurrido fue lo que le dije. Esta vez no quería arruinar el momento y prosiguió a decirme que estaba encantada, ella me beso y le pedí que me acompañará en este camino al que le llamaba vida.

El Día Que Deje De Ser Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora