Ya tenia mi boleto del viaje, lo único que faltaba era poner mi lista de música favorita, lo único malo de todo esto es que el viaje dura 3 días.
No importa eso, lo que realmente me importa es que mi madre espera que yo haga mis sueños realidad, se lo prometi.Veía subir personas y personas hasta que subió una chica muy linda y a mi parecer una de las más bonitas que había visto en toda mi vida.
Esta chica que subió hizo que yo recordará mi oscuro y doloroso pasado.
Maldición si tan solo ella no tuviera los mismos ojos que Elizabeth, tal vez yo le podría hablar sin problema alguno pero la única diferencia entre ellas dos era que Elizabeth rompió mi corazón.Al alzar la vista a todo el autobús me di cuenta que todos los lugares estaban llenos y el único que sobraba era el que estaba a mi lado, ella se dirigió a mi y con una voz dulce y tierna me dijo: -podrías hacerme un favor-, simplemente respondí con la cabeza me había dejado mudo ya que al ver su cara de cerca vi que era mucho más hermosa de cerca, pero sus ojos mostraban tristeza pareciera que lloró antes de subir a este autobús.
Ella dijo: - podría dejarme el lugar de la ventana-, sin pensarlo me levante de mi asiento y la deje pasar ella me regaló una de las más hermosas sonrisas que había visto, tenia miedo de dos cosas esa tarde.
La primera era No hablarle
La segunda, hablarle a una persona tan linda como ella.Después de que el autobús salió de la ciudad y estaba en la carretera observe a mi alrededor y cada persona el esté lugar Está entretenido en su propio mundo, pero al ver a mi chica (pero porque carajos dije mi chica), esto era algo extraño y repentino, jamás solía decir esas cosas pero esta vez lo pase por alto.
Al voltear la miraba y verla observe que ella estaba mandando un mensaje, simplemente me pregunto si ella tendrá novio. Odio admitirlo pero ella esta llamando mucho mi atención, sin darme cuenta ella me estaba mirando con sus ojos de dulzura y esperanza.Ella me sonrió y al ver que yo la miraba me dijo: - ¡Hola!.
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El Día Que Deje De Ser Yo
Roman d'amourElla no volverá, hasta que tú no dejes de soñar