Capítulo cinco

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Pasaron varias horas y no decíamos ninguna palabra solamente nos dedicamos un agradable mirada con ganas de que este viaje no se acabará.
Nadie fue capaz de juntarnos antes pero es buen momento de hacer lo que tuviera en la mente sólo quería soñar  y también viajar, se me había olvidado por completo que este no era mi viaje a su lado, sino que yo tenia otro destino. El cual es la ciudad capital la cual faltaban dos días para poder llegar y continuar con mi vida que yo mismo me había propuesto.

Pero entonces pasó llegamos a la terminal y ella tomó su camino y yo el mio ella me agradeció el lindo viaje que tuvimos juntos.
-Espero que llegues a tu destino, muchas gracias por el grandioso viaje- me dijo.
-Claro fue un placer - le respondí.
Después ella se despidió me pidió mi número de teléfono yo se lo dije y prosiguió a darme el suyo, finalmente ella se fue y grite.- ¿Cual es tu nombre? -, ella sonrió y me lo grito porque se le hacía tarde en llegar a su propio destino.

Los que realmente  me daba gusto que tuviera ella una vida plena, tranquila y muy feliz. Desearía que la mía también fuera así o tal vez que la compartiera con ella pero no todo es posible, recuerdo su lindo pelo, también  su grandiosa y hermosa sonrisa.

Cuando subí a mi próximo camión me di cuenta de una cosa que no había pensado antes:
Ella tenía el mismo nombre que mi madre.

El Día Que Deje De Ser Yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora