Era el séptimo día en la guarida temporal de los héroes.
El brazo de Flug estaba sanando y ya podía caminar sin problemas. Podría jurar que nunca se sintió más tranquilo en su vida como en estos días en ese extraño lugar.
Chrystal era muy atenta. O más bien demasiado.
No hubo día en que la chica de cabello rosa no fuera a verlo, para ver como seguía y cuanto había mejorado.Luego de cada noche de sufrimiento, de crisis, y de hacerse daño a sí mismo; no le caía nada mal los mimos de la bondadosa chica.
Aunque a cierto chico velocista no le cayera en gracia nada de eso.
—Um... ¿Princesa Chrystal?
Sonó la delgada voz de Flug en la misma habitación. La mencionada estaba sentada en su cama, en una esquina, los codos sobre sus piernas y las manos sosteniendo su rostro. Se le veía la mirada embelesada. No era tan difícil notar que la heroína sentía cierta atracción por el de la bolsa.
Aunque el doctor Flug no lo notaba. O era muy inocente o muy tonto.
Igual y todavía estaba muy deprimido para notar eso.—¿Si? —respondió ella, sin moverse un poco. Solo una boba sonrisa la acompañaba.
—Eh —éste sostuvo la bandeja de plata que estaba sobre sus piernas, Chrystal acababa de traerle el desayuno—... Muchas gracias por la comida.
—¡No hay de que! —cerró los ojos, ruborizándose.
Flug solo estaba esperando que se fuera, pero la chica no se iba. Y aunque no quería ser grosero, la incomodidad de que lo vieran comer era mayor.
—Po... ¿Podría usted salir, por favor? E-es quizás muy tonto pero, no me gusta que vean mi rostro.
Se rascó la nuca y mordió sus labios, esperando no haber sonado muy rudo. Pero la pelirosa ahí solo suspiró sin dejar sus buenos ánimos. Ella ya había visto al científico antes en los comerciales, y le parecía tan lindo.
—Claro, no hay problema Dr. Flug. Pero... ¿Puedo saber porque esconde su rostro?
Se vio intrigosa, jugando con sus dedos.
Flug tocó el tenedor que estaba sobre su plato con fruta, pensando. La verdad es que ya no había un verdadero motivo para usar esa tonta bolsa.
Si, era un científico importante para su país. Pero se perdió y estrelló hace años. ¿Quién le decía que aún seguían buscándolo o que siquiera era importante ahora?Estaba este otro motivo. Black Hat lo obligaba a usar la bolsa.
Suponía que era solo por ser horrible, como decía su jefe. No creía que hubiese otro motivo...
—Yo... Solo soy muy feo. Es todo.
Comentó entre risas. Aunque en realidad le doliera. Le dolía ser feo para Black Hat. A pesar de todo.
Ella infló las mejillas.
—¡Qué! Apuesto a que eso es una vil mentira.—Terminaría perdiendo todo en esa apuesta, señorita.
—Estoy segura de que no. ¡Creo que le voy a quitar esa bolsa ahora mismo!
—¿Qué? ¡No!
Chrystal bromeaba aunque Flug se lo tomó enserio. Ella empezó a picar con sus índices las costillas del científico, haciéndolo reír en el proceso. No recordaba haber reído así desde hace tanto, casi tira la fruta de su plato.
—¡Jajaja, basta!
—¡Jajaja! Flug eres muy adorable. ¿Te puedo tutear, verdad?
—Cl-claro.
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La delgada línea. ⏭️PaperHat⏮️ || Villainous ||
FanfictionVivir en esa mansión con forma de sombrero ya era un infierno. Vivir enamorado del jefe lo era aún más. Una isla. Una villa. Una casa grande llena de secretos. ¿Porqué se sentía tan conectado a su maligno jefe? Flug podía soportar mucho. Demasiad...