Hace algunos años.
Tenía su isla. Su propio reinado, por así decirlo.
Era el dueño de ésta, y poseía una especie de esclavos. Uno de sus grandes sueños se hacía realidad. Demostrando así que él era capaz.
Casi pensando en todos y cada uno de los que alguna vez le hicieron daño o se atrevieron a burlarse de él.Su gran hazaña estaba lograda, poseía una hermosa mansión.
Cualquier villano de pacotilla lo envidiaría.Entonces, ¿porqué no se sentía satisfecho? Una voz desagradable en su interior le gritaba que esto no era suficiente, que algo hacía falta.
La ignoró, la ignoró por mucho tiempo.
Hasta que se volvió monótono. Aburrido.
Era un disfrute saberse ganador, pero, ¿que venía después? ¿Una irrelevante rutina?
No sólo era asqueroso y patético de imaginar, sino que le hacía pensar en mucho más.Su maquiavélica mente se daba vuelo cuando se sentaba solo en el enorme comedor, a pensar.
Quizás... quizás esto no era el final. ¿Y sí algún aliado de aquel que osaba llamarse héroe volvía para vengarse?Black Hat no le conocía ningún aliado. Pero no podía faltar. Debía ser precavido.
Y él estaba solo. No es que no pudiera contra cualquiera que lo amenazara, pero tener cartas bajo la manga nunca estaba de más.Desde ese día comenzó a torturarse, cada noche, con ideas imaginarias sobre el futuro o lo que podría pasar.
Ahora que lo tenía todo, sentía como sí tuviera nada.No reaccionó por un tiempo, siguió con su anhelada vida.
Pasó lo que temía, y se volvió una rutina. Se levantaba todos los días y después de tomar su desayuno recurría a una dosis de diversión con sus "habitantes". Ellos harían cualquier cosa por él.Sin embargo, seguía sin ser suficiente, y las dudas lo seguían atormentando.
"Y sí..."
Cada semana una específica idea pasaba por su cabeza. Solía desecharla, porque resultaba ser un consejo de alguien que conoció hace demasiado tiempo. Alguien que le caía más que mal.
Pero ese día fue diferente, porque no la desechó. Al contrario, se aferró a ella.
Era muy aburrido estar en la cima solo. Pero las razones que tenía para considerar esa idea le parecían más que viables, mucho más importantes que el simple aburrimiento.Un villano debía estar solo. Por la sencilla razón de que un villano no debía tener debilidades, de lo contrario sabrían como hacerlos caer.
Pero lo que muchos otros villanos no consideraban, es que podía tener a "personas importantes" a su lado, y no sólo porque servían de escudo.
Si los enemigos pensaban que éstos de verdad eran importantes, los atacarían primero, con la idea de que con eso destruirían al líder, que lo harían sufrir.
Fingir un vínculo importante con aliados, era un escudo doble.
Triple, sí se pensaba que además de protegerte a ti mismo, te sacaban un poco del aburrimiento y la monotonía.Sonrió. Macabro, cínico, desinhibido. Como el perfecto villano que era y sería siempre.
Ahora sólo debía centrarse en buscar en los lugares adecuados esos aliados.
Pero no podía hacerlo si quería disfrutar del día en su patio y un estúpido avión se atrevía a sobrevolar su perfecta isla.No era tanto el ruido, pero, ¿cómo se atrevían? Estúpida aerolínea la que decidió ese camino.
Gruñó furioso. No le agradaba para nada que de forma inconsciente ese montón de asquerosos humanos supieran de su ubicación.Como si le importaran unas cuantas vidas terrícolas.
Sólo bastó un movimiento de su mano, para que saliera una clase de calavera violeta en humo, la cual lanzó a los aires.Se veía inofensiva. Pero sólo eso fue suficiente para pegar en dicho avión, y hacerlo tambalear. No había explicación lógica para ello. Pero la misma existencia de Black Hat no tenía una explicación lógica para este mundo, mucho menos sus habilidades.
Lo único que no pensó al desestabilizar los motores del maldito avión fue que éste caería. Estaba esperando que cayera en el mar.
Cayó justo en su casa.
Mal karma.
—Maldita sea... Limpiar este desorden será un asco.
Se abrió paso entre el humo y fuego que el medio de transporte dejó al estrellarse.
Repulsión le daba. Denigrantes cuerpos humanos sin vida y ensangrentados ensuciando sus preciosos muebles. Era una pena.
Pero al menos se deshizo de la molestia de ese mosquito rondando por sus cielos.No iba a ser demasiado trabajo, ¿verdad?
Sólo sacaría los cuerpos en bolsas y los quemaría a todos. Adiós problema.Fue lo que hizo. Los sacó a absolutamente todos, sólo restaba uno.
Pero ése en específico le provocaba curiosidad. Llevaba un gafete a su cuello que lo colocaba como un invitado importante a algún evento. No entendió muy bien de que se trataba eso, hasta que decidió profundizar y entonces sacó la billetera del chico para ver su identificación. En ella traía además una tarjeta que lo catalogaba como nueva promesa de Islandia. Científico graduado hace poco. También cargaba una foto con una señora, una que si Black mal no recordaba; la acababa de echar a una bolsa.
No ocupó mucho para conectar los puntos.
Ese chico moribundo sobre su sofá parecía ser un importante científico. Quizás era bueno en el área.
En ese momento la idea pasó por su mente. ¡Pero era absurdo! Sí iba a tener aliados al menos que no fueran débiles humanos.
Salió para tomar aire. Dio unas cuantas vueltas a su solitaria mansión.
No quedaba mucho tiempo. El chico moriría si él no se decidía pronto. Era un gran sacrificio el que debía hacer, para salvar la vida de un miserable humano, pero... Ese idiota le cayó del cielo. Era científico, y él único aún con vida del avión.¿Podría ser este su comienzo? ¿Ese enclenque rubio iba ser su primer aliado?
Debía estar loco. Y lo estaba.
Porque se decidió por salvarlo, y así perdió una parte de su poder.Debía esperar a que su poder surtiera efecto en el cuerpo ajeno, mientras tenía tiempo. Tiempo para cremar de una vez esa pila de cadáveres. A todos, pensó en quizás quitar de ahí a la señora de la foto en la billetera del joven, pero...
¿Para qué? Sólo se rió por sus estúpidos pensamientos. Sin pensarlo mucho más usó de sus habilidades para incendiar ese montón de carne que ya empezaba a soltar un feo hedor.
Ahora lo miraba dormir, o sumido en la inconsciencia.
Seguramente pronto despertaría, estaba seguro de ello.Se veía tan joven y frágil. Como un renacuajo patético y escuálido. Hermoso además.
Así que era perfecto, después de todo.Ese jovencito caído del cielo sería su comienzo. El principio de su equipo, el principio de sus víctimas, el inicio de su escudo.
Se quedó a observarlo. La sonrisa de su rostro no se iba.
Más bien, crecía.
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La delgada línea. ⏭️PaperHat⏮️ || Villainous ||
FanficVivir en esa mansión con forma de sombrero ya era un infierno. Vivir enamorado del jefe lo era aún más. Una isla. Una villa. Una casa grande llena de secretos. ¿Porqué se sentía tan conectado a su maligno jefe? Flug podía soportar mucho. Demasiad...