Capítulo 9

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Aquella noche en la que finalmente los Herederos Zodiacales y Arcanos sobrevivientes se habían reunido después de la batalla, algunos dentro de la casa se encargaron de preparar la cena.

Verdaderamente, en lo que a lo económico respecta, nunca había problemas, el dinero aparecía casi por arte de magia, y es que, ellos habían sido puestos en la Tierra por los Creadores de esta.

Aunque aquella cena no fue lo más gourmet que Hyades en conjunto con Juno, Mondete y Solfeo pudieron haber preparado, en realidad no estaba nada mal. Hyades creció en Kyoto, Japón, mientras que Juno fue criado en Argentina y tanto Mondete como Solfeo crecieron en Madrid, por lo que los cuatro Herederos tenían costumbres gastronómicas del mundo humano bastante distintas. Sin embargo, después de hacer un pequeño azar con una moneda, el ganador para la receta de la cena terminó por ser Hyades, así que entre los cuatro prepararon veintidós platillos de omurice.

La mesa del comedor era larga, había exactamente veintidós asientos que Solfeo personalmente había creado y detallado, la madera estaba tinturada de blanco y cada silla tenía tallados divinos que correspondían a los de las patas de la misma mesa, un mantel blanco hueso con un camino de mesa color guindo adornaban la misma, era algo sacado de una película.

—Miren, salvajes criaturas —comenzó a hablar Hyades, quien disfrutaba tomar el control de las situaciones siempre que involucrasen dirigir grupos enteros—, Mondete, Solfeo, Juno y yo nos hemos esforzado demasiado para asegurarnos de que esta, nuestra primera comida como los nuevos Herederos Verdaderos, los próximos Dueños del Destino disfrutemos, será una noche de noticias, promesas y el sabor de la victoria que nos espera.

—Por ello, esperamos de ustedes el mejor comportamiento posible. —finalizó Mondete con una radiante sonrisa.

Ya todos habían tomado asiento y los humeantes platos que liberaban un delicioso aroma se hallaban frente a ellos, había cubertería casual como había palillos para quienes siguieran otras costumbres. Té de jazmín, cortesía de Alhena, se había servido para todos.

—Antes de comenzar —habló Alhena poniéndose de pie —, quisiera que diésemos una bienvenida a los Arcanos que sobrevivieron al ataque y apenas hoy arribaron a la Mansión gracias a las habilidades de Mondete quien nos llevó, y las habilidades de Nova, quien con su sabio tercer ojo nos permitió saber en qué momento ellos se hallarían en esa locación.

Un aplauso invadió la sala, mejillas sonrosadas y sonrisas enormes se podían observar en la mesa, después de las pérdidas que habían endurado los jóvenes Herederos, necesitaban esto; una cena reunidos, olvidarse por algunos minutos de las dificultades que se les avecinaban. Olvidarse del abandono de sus Guardianes, quienes habían jurado protegerles hasta su último aliento, ¿qué había pasado con aquella lealtad?

Alhena volvió a su asiento y la cena se dio por iniciada, aunque algunos observaban dudosos los alimentos en sus platos, completamente nuevos a aquella gastronomía y curiosa mezcla de cereal y proteína. Sin embargo, de alguna manera todos hallaron agradable y reconfortante la calidez y el sabor de los alimentos.

Los Herederos conversaban de cosas vanas y comunes entre sus edades, después de todo, los mayores tenían dieciocho o diecinueve años, no eran más que unos niños con poderes que no controlaban del todo y un Destino que seguir.

—Es extraño. —dijo Astrea a Nashira en voz baja.

— ¿El qué? —inquirió Nashira con la boca llena.

—Que los únicos Herederos que sobrevivieron son los allegados de la Princesa de la Primavera.

—Eh, Virgo. Tú odio hacia la Heredera de Géminis se está volviendo algo patético. —le contestó la Heredera de Capricornio y dio un trago al té de jazmín. Astrea casi se ahoga con uno de los pocos bocados que había probado, ¿su amiga le llamaba patética? ¡Su odio estaba perfectamente justificado! Seguramente los que no odiaban a Alhena era simplemente porque estaban mesmerizados con las habilidades hipnóticas de la chica. Apretó el cubierto en sus manos y Nashira sonrió con malicia— No puedes negar que tengo razón.

Los dueños del Destino. #PGP2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora