Nada es seguro

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Recapitulando, estaba encerrado en mi cuarto y Dean iba a hacer algo estúpido.

Tenía que pensar en cómo salir de la habitación antes que nada. Probé con lo simple de mover desesperadamente la manija, nada.

Si la maldita puerta no tuviese ese mecanismo eléctrico habría intentado con un clip. Sólo me quedaba la opción de derrumbar la puerta.

Y eso hice, con toda la fuerza que tenía en mi pierna derecha patee la maldita puerta. Por fin pude salir y me dirigí lo más rápido posible al elevador. Pero antes de salir de la "guarida" tenía que pasar con Ash para que me dijera dónde estaba Dean y que enviará refuerzos o algo.

—¡Ash! —entré corriendo hacia su escritorio y me pareció que asusté al chico.

—Wow tranquilo viejo, ¿qué sucede? —preguntó Ash.

—Necesito saber dónde está Dean.

—¿Salió?

—Sí, él fue a enfrentarse a Ryan solo.

—Ese idiota —se dijo Ash a sí mismo.

—¿No puedes enviar refuerzos? Creo que ese tipo le está tendiendo una trampa.

—Ya es muy tarde para eso —dijo mientras veía su monitor, tenía el mapa que había mostrado hace rato— él ya está a unos metros de llegar a Ryan.

¡Demonios!

—Podría enviar a unos agentes pero... —Ash hizo una pausa, algo en el monitor provocó que el chico abriera los ojos— ¡Joder! Tenías razón Castiel, es una trampa.

Movió la computadora para que observará como varios puntos rojos se concentrarán en la base de operaciones.

Era una jodida trampa.

—Estamos rodeados y sin nuestro mejor agente —el chico estaba muy preocupado y tomó un teléfono cerca de él para avisarle todo al jefe, John.

Miré el mapa y de repente los puntos rojos desaparecieron, me asusté porque eso no podía ser nada bueno.

—¡Ash, los puntos ya no están! —exclamé.

—¡Hijos de perra! —gritó Ash y volvió con la llamada— Jefe, nos hackearon el sistema.

Asombroso, ahora no hay ningún lugar seguro.

El chico rubio colgó y ahora desde su computadora activó un altavoz por toda la base para dar aviso.

—A todos los agentes, vayan a sus posiciones de batalla. Esto no es un simulacro, toda la base está comprometida y el enemigo nos tiene rodeados. ¡Vayan y patéenles el trasero a esos bastardos!

Una sirena sonaba en cada piso y los focos cambiaron a rojo. Me estaba poniendo nervioso de lo que podía pasar.

—Mierda, abrieron el portón —Ash estaba furioso—. Esos bastardos siguen en el sistema, han puesto un virus.

—¿Qué acaso no tienen firewalls o algo por el estilo? —pregunté incrédulo de que el sistema de seguridad del gobierno fuera tan fácil de hackear.

—Los mejores firewalls y programas del mundo para evitar esto, no entiendo cómo lograron hackearnos —Ash no quitaba la mirada del monitor y hacía todo lo posible para parar al enemigo en la red.

Al filo del amor //Destiel (en hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora