CAPÍTULO 7

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Nos pasamos un rato hablando sobre este tiempo en que todo el mundo creía que estaba muerto, también vino el doctor a revisar y inyectarle su medicina a __ y nos dijo que en cuanto despertara, podía marcharse a casa con la condición de darle unas pastillas cada ocho horas ya que por suerte, ella se desmayó a causa de la impresión antes de que el coche la tocara.

- Necesito pedirte un favor, Hoseok - me dijo Jin casi en un susurro.

- Claro, dime - dije sonriente.

- Mejor fuera - hice caso y salí fuera, detrás de él.

- Y dime, que necesitas - me senté en una de esas sillas incómodas que hay en todos los hospitales fuera de las habitaciones.

- Es sobre __.

Narra __:

Abrí los ojos lentamente y lo primero que vi fue a Namjoon. El dolor de cabeza había disminuido notablemente y los mareos desaparecido, cosa que agradecía, no era agradable ver catorce chicos en una habitación en vez de siete, aunque ahora solo habían cinco.

- Han salido un momento fuera - me dijo Jimin con una sonrisa tranquilizadora, como si me hubiera leído la mente- el doctor nos ha dicho que te podías ir a casa en cuanto despertaras.

Me senté con cuidado a causa de los cables y vías.

- ¿A qué día estamos? - pregunté dramáticamente con poses incluidas.

Siempre dije que valía para actriz, ¿¡dónde están los recapta talentos cuándo los necesitas!?

- Viernes - dijo divertido Jungkook.

Empecé a exagerar todavía más las poses y aumentar el dramatismo.

- Y tuviste el accidente este mediodía - paré en seco - el médico ha dicho que el coche ni siquiera te tocó, tienes el alta - Jimin no pudo aguantar la risa.

- Una enfermera está de camino, así que en cuanto te quiten todos esos cables y dejes de parecer un robot recargándose, iremos a casa para que descanses - dijo mi hermano sonriente mientras entraba junto con Jin.

En muchísimo menos tiempo del que esperaba, apareció una enfermera totalmente plástica y sonriente, mucho más al ver tanto hombre junto.

Saludó coquetamente y procedió a quitarme cables y ese tipo de cosas enseñando todo lo que podía, y seguramente más... ¿no hay ningún encargado o ya ni siquiera eso, persona normal, que le diga que se tape un poquito? madre mía, cuanta carne junta... nunca lo olvidaré.

- Gracias - dije tratando de sonreír. 

La enfermera se alejó meneando el culo, pero paró en Tae, el más cercano a la puerta, y le entregó un papelito.

Tae puso una mano en la cadera y la otra en el pecho.

- Lo siento cariño, somos gays - dijo cambiando un poco la voz a una más pija y aguda.

Al parecer, no le gustó mucho la idea de que la rechazaran ya que se fue gruñendo insultos. Una vez se fue, empezamos a reír.

Una vez se calmaron las risas, nos fuimos una vez por todas no sin antes firmar algunos papeles del alta. No sé como, todos acabamos en casa de Jin, que estaba antes que la mía.

- Chicos, quedaros un rato - supliqué - Ya no os veré hasta el lunes y el señor "debes descansar" no me dejará moverme de la cama - dije como una niña pequeña.

- Deberías escucharle - dijo Jin riendo, refiriéndose a mi hermano.

Empecé a hacer intentos de aegyo para convencerles, y lo conseguí. Aunque no precisamente porqué mis aegyos fueran tiernos ni mucho menos, para nada... mis aegyos eran horribles, en vez de causar ternura, causaban miedo.

SIEMPRE FUISTE TÚ (Suga y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora