El Hilo Rojo. [Twidash]

1. Juego Del Destino

Starlight se levantó temprano, era sábado y planeaba ir al parque a distraerse, como lo había estado haciendo durante los últimos meses. Tomó su bastón y con facilidad, logró llegar desde su habitación, hasta el baño. Twilight había logrado acomodar todo de una perfecta manera, cada frasco de pastilla estaba perfectamente colocado de manera que Starlight, con el paso del tiempo se aprendió de memoria esa simetría.

Se cepillo los dientes, se bañó y se vistió y se colocó los lentes de sol, a diferencia de lo que pensarían las personas, Starlight era capaz de hacer la mayoría de cosas sin necesidad de ayuda. Colocando la laptop en su mochila, se dirigió hacia la salida, no sin antes tomar el reloj de muñeca que yacia descansando en la mesa que estaba a la izquierda de la puerta.

Al salir de casa, lo primero que sintió, fue la suave brisa de la mañana, respiró profundamente y se encamino hacia el parque, que como siempre a esa hora, estaba completamente vacío. Se sentó en una banca que se ubicaba en la sombra de un árbol, ese era el lugar favorito de la escritora, ahí era donde dejaba fluir sus ideas, las cuales anotaba en su laptop o grababa en su celular, para evitar que se le olvidarán.

Así estuvo por al menos media hora, disfrutando del silencio y la calma que sentía su cuerpo y alma en esos momentos, escuchó unos pasos acercarse a ella, lo cual la puso alerta.

— ¿Te molesta si Trixie se sienta? — Escuchó una voz con tono algo arrogante, pero al mismo tiempo se escuchaba dulce y calmado.

— Por supuesto. No me molesta para nada. — Respondió tranquilamente. Sintió como la chica tomaba asiento a su lado, Starlight jugo nerviosamente con su bastón, había algo en el tono de voz de esa chica que captó la atención de ella. — ¿Hay algo que perturba tu alma? — Preguntó, aún con el medio de ser mandada al diablo, por tan atrevida pregunta, pero para su sorpresa, lo único que escuchó fue un suspiro por parte de la chica.

— Trixie... Esta pasando por un mal momento. El lunes habrá una entrevista muy importante y creo que... Trixie esta nerviosa. — Admitió.

Trixie solía ser una persona muy desconfiada con los extraños, pero había algo en esa chica que le generaba una extraña confianza. Y no era por el hecho de que el bastón y los lentes le sugieran que esa chica era ciega, Trixie sabía mejor que nadie, que una persona aún con limitaciones, era capaz de muchas cosas atroces y asquerosas. Sacudió la cabeza para alejar los pensamientos tortuosos que se apoderaban de su mente.

— Un placer, soy Starlight Glimmer. — Se presentó, debido a su buenos sentidos desarrollados, pudo comprobar que la chica había cambiado un poco su actitud, y que quizás lo mejor era tratar de demostrar de alguna forma, que no iba con malas intenciones. Lo que pareció funcionar, ya que la tensión, en el cuerpo de la chica fue bajando.

— El placer es mío. — Musitó con una sonrisa. — ¡Yo soy la gran y poderosa Trixie Lulamoon! — Exclamó, haciendo una pose exagerada, aún sabiendo que no sería vista.

Starlight sonrió ante la forma de presentarse de esa chica, sin duda había captado su atención, normalmente iba al parque a buscar inspiración y escribir, pero encontró algo mucho mejor.

— Y dime, ¿Porque eres grande y poderosa? — Sin duda, había encontrado algo mucho más interesante.

Twilight caminaba por las calles de la cuidad, se había despertado gracias a una llamada de su jefa, que pedía que la viera en cierto lugar dentro de una hora. Seguramente si hubiera sido cualquier otra persona, la peli azul le hubiera mandado al demonio, pero siendo su jefa, a quien quería y respetaba, no pudo negarse.

— ¡Buenos días Dagi! — Saludó enérgicamente a su jefa, al mismo tiempo que tomaba asiento frente a ella.

— ¡Buenos días Twilight! — Respondió con una sonrisa. — ¡Lamento hacerte venir aquí en tu día libre! — Se disculpó. Debido al estado de la peli azul, Adagio evitaba sobre exigirle o pedirle reunirse fuera de horas de trabajo.